Matilda tenía muchas preguntas y la más importante golpeaba el núcleo de todos sus sueños – ¿Qué es la corrupción?
Bianca subió las rodillas a la cama de piedra antes de responder – te decía que los espíritus fueron creados para ayudar a los humanos y enseñarles a no temer de las fuerzas de la naturaleza. Pero muchos sintieron que era un desperdicio de sus habilidades. Para evitar que se revelaran en contra de los humanos, se les dio muchas limitaciones y se les quitó la habilidad de comprender ese concepto. La corrupción es conocimiento.
Matilda no lo comprendió.
Bianca respiró profundamente – todas las personas tienen el poder de elegir, si quiere irse y mirar el mundo, tensar un arco, tener hijos o poner una panadería. Y todas las decisiones en su vida se enfocan en ese propósito. Si alguien llegara y dijera: esto es lo que eres, esto es lo que harás. Y será así por el resto de la eternidad. Los seres humanos de inmediato reclamarían e irían en contra de esa regla. Pero los espíritus no notan que ese sistema está mal o que tiene defectos, porque no se les dio la habilidad para descubrirlo.
Matilda se levantó – ¡quieres decir!
La corrupción no era el veneno que todos decían. Era saber mirar más allá de la jaula donde criaron a todos los espíritus.
– Los espíritus corruptos son los que se dan cuenta de que pueden romper las reglas y que las ataduras estuvieron en sus mentes, no en el mundo real.
Matilda se sintió mareada. Si eso era cierto – yo conocí a un espíritu que fue asesinado por un espíritu corrupto.
Bianca asintió – es posible, es igual con los seres humanos, están los que cometen actos llenos de bondad y los que les causan daño a otros. Pero, que un humano asesine, no significa que sea justo acabar con todos.
Tras un largo suspiro, Matilda se sentó – es por eso que los grandes espíritus no hacen algo para detenerlos. Mi sueño fue una basura desde el comienzo. Ellos hicieron bien en no darme poderes, estuve cerca de convertirme en un monstruo – se abrazó.
Bianca se levantó y abrazó a Matilda.
Muchos espíritus elegían ser corruptos, pero no todos lo hacían con malas intenciones.
Bianca sintió su dolor – estarás bien, con lo que sea que elijas – separó los brazos y con una sonrisa, volvió a convertirse en piedra.
*****
Un año después de su primera visita al oasis, Matilda se quitó la pañoleta que cubría sus labios y habló – oye, ¡espíritu rey!, hay un espíritu trueno que persigue espíritus en el bosque y absorbe su poder. Quiero matarlo.
El espíritu rey del bosque estaba recostado sobre las ramas de varios árboles que estaban entrelazadas para formar una cama. Sin levantarse, movió sus manos para atrapar una pequeña rama y convertirla en un arco, después, lo lanzó a la entrada.
Matilda lo atrapó en el aire.
– Recoge lágrimas – dijo el espíritu rey del bosque – si es que puedes hacerlo.
Su regreso fue inesperado. Dos años después de su partida, con ropa de cazador, una gran maleta y un arco de madera negra con gemas muy brillantes.
Cuando dejó de contar la historia del gran héroe y habló con la verdad. Su deseo de venganza. Los mismos espíritus con los que se topó en su primer viaje, cambiaron su actitud y le regalaron las lágrimas que necesitaba.
Su primera flecha estuvo cargada del poder del viento y venía de los espíritus del bosque que la enviaron en su travesía. Esa flecha cortó las ramas, destruyó las telarañas y expuso al espíritu camaleón que vivían en el bosque.
Este la miró con los ojos agrandados – ¿cómo lo hiciste? – susurró y sus ojos se llenaron de avaricia – el arco.
Matilda se aferró al arco y presionó la gema en la parte baja, al instante, todo su cuerpo se volvió invisible y una loba apareció detrás de ella. El espíritu corrupto se cubrió con las manos y aceptó la mordida, porque en cuando Natalia le clavó los dientes, el espíritu corrupto desencadenó el poder del trueno y la electrocutó.
Herida, Natalia cayó al suelo.
La siguiente flecha tuvo el poder del fuego y vino de un espíritu errante que se acercó a Matilda una noche, después de verla intentar encender una fogata por horas.
El espíritu corrupto atrapó la flecha con las manos y cambió su apariencia, en cuestión de segundos se transformó en el espíritu Libélula que Matilda conoció tres años atrás, la misma que vio morir en su habitación y por la que sentía mucho afecto.
Fue una jugada muy sucia y como resultado, Matilda subió el arco y soltó la siguiente flecha hacia el cielo.
El espíritu corrupto sonrió, pero al mirar a Matilda no vio lamentos, sino una sonrisa. El espíritu subió la mirada y vio la gran telaraña lista para atraparla. Esa telaraña venía de las lágrimas de Arinia.
El gran espíritu no lloraba y le dio a Matilda como regalo, lágrimas de risa que se convirtieron en una gruesa telaraña.
El espíritu corrupto intentó liberarse.
Natalia se levantó, agitó la cabeza y le gruñó al espíritu corrupto.
– Espera – pidió Matilda, porque le quedaba una flecha y no dudó en apuntarla – esta, es muy especial.
– Necesito una lágrima – dijo Matilda al reunirse con Serafín y él le entregó la lágrima del espíritu de los secretos olvidados como un pequeño regalo. Matilda no supo por qué, esa lágrima se sentía más fuerte que las demás, pero la razón no importaba. La dejó para el final y la impactó en el corazón del espíritu corrupto.
El espíritu miró la punta de la flecha y sintió temor, su cuerpo se veía diferente, traslúcido. Ella estaba siendo olvidada – no – suplicó – no lo entiendes, solo quiero ascender, también tengo derecho a convertirme en un espíritu rey. Por favor – suplicó con lágrimas en los ojos.
Matilda no sintió pena por ella, porque nadie en el mundo, fuera humano o espíritu, tenía derecho a matar a otros por codicia.
El espíritu corrupto que se había dedicado a absorber los poderes de otros desapareció con esa flecha y nada quedó.
Matilda dejó su postura y se acercó a Natalia – ¿estás bien?
Ella agitó la cabeza y mostró sus colmillos – me recuperaré en poco tiempo, oye. Tenemos un trato.
Matilda suspiró – si necesito ayuda en el futuro. No te buscaré.
Natalia asintió y siguió su camino.
Con su misión cumplida, Matilda pensó en volver a casa, pero tuvo el presentimiento de que sí lo hacía, nunca volvería a irse. Y ya tenía decidido su siguiente destino.
Un espíritu corrupto, mucho tiempo atrás, construyó un sendero que pasaba a un costado de la pequeña capilla donde Bianca dormía, lo hizo porque no quería que ella estuviera todo el tiempo sola, pero había una distancia considerable entre la capilla y el camino, porque no todos los viajeros tenían buenas intenciones.
Bianca lo sabía, por eso, la mayoría de las veces permanecía siendo una escultura y solo se mostraba después de ver a la persona que estaba en la capilla.
Esa tarde Matilda dejó su mochila sobre la cama de piedra y se quitó la bufanda que llevaba en el cuello – te traje té de manzana, dijiste que era tu favorito.
Bianca volvió a ser una persona y caminó de prisa para beberlo – ah, te sorprendería la cantidad de personas que he conocido. Ninguno se preguntó si podía comer o beber, supongo que me ven como una criatura mística y no como una persona. Sentí que moriría muchas veces.
Matilda sonrió con cierto pesar – mañana te traeré una canasta de manzanas.
Bianca se recargó sobre el hombro de Matilda – ya asesinaste al espíritu corrupto que mató a tu amiga, ¿qué harás ahora?
– Una casa. Aquí.
Bianca dejó de beber – será difícil, vivo aquí, pero no tengo las escrituras.
– Tengo lágrimas de espíritus y un arco del mismísimo espíritu rey del bosque – sonrió Matilda – creo que puedo construir una casa. O pagar para que alguien más la construya. Apuesto a que me dejarán ser parte de la torre de magia.
Bianca lo encontró muy divertido – te estaré apoyando.
Matilda la miró, ya había pensado que Bianca era muy optimista, pese a todo lo que le había sucedido y suspiró – puedo conseguir que un espíritu llore, pero no puedo traerte un beso de amor verdadero.
Bianca dejó de beber – no tienes que hacerlo, mientras te quedes a mi lado, estaré bien.
Matilda no podía, pero Bianca sí podía ver la reencarnación de su mejor amiga, Karen. Y a falta de ese beso de amor verdadero que la condenó, ella le dio un beso a Matilda.
En la distancia, el espíritu rey del bosque sostuvo una manzana entre sus manos y la aplastó. Con ese acto, se le puso fin a la maldición de Bianca.
– ¡Esta es tu respuesta!
Detrás de él, la neblina se movió y formó la figura del espíritu rey del desierto. Él era un hombre anciano con una larga barba y una túnica blanca – eres tú quien sigue buscando una respuesta. Yo nunca he tenido dudas.
La manzana desapareció y el espíritu rey del bosque apretó el puño – tú le diste a esa chica el deseo de buscar un destino. No me estás dando una respuesta. Lo que haces es usar a los humanos como juguetes y acomodarlos en un maldito juego. Lo entiendo, pero, ¿por qué me obligas a mirarlo?
El espíritu rey del desierto comenzó a desvanecerse – todo ciclo tiene un centro, Casian es el final, pero tú eres el comienzo. Algún día, deberás enfrentarte a tu hijo y explicarle, por qué nació.
FIN