Jaula de oro Parte Final

1152 Palabras
El árbol de la vida era un sitio muy emblemático para el bosque Sombrío, por lo que Esmeralda sabía, fue ahí donde Casian pasó casi quinientos años y también, era el hogar del espíritu Guardián del bosque. Para Esmeralda, la jerarquía de los espíritus era muy confusa y había demasiadas criaturas para categorizarlas, estando en el bosque, no podía saber quién era más importante o más poderoso, Casian, o el espíritu Guardián. Pero después de más de un mes en ese bosque, comprendió que ambos eran igualmente respetados. El viento sopló y el árbol agitó sus ramas. Esmeralda se sentó sobre el suelo, casi una después, Orland apareció. El renombrado espíritu guardián del bosque tenía una apariencia muy joven y un poco arrogante. – Casian debe estar buscándote – dijo en voz alta. Esmeralda se levantó – antes de que llegue, necesito preguntarte algo. Lo que le pasó a Casian, ¿es reversible?, ¿hay una forma en que pueda volver a ser humano? – Nada en este mundo es reversible, este bosque transita por el mundo, a veces en forma de isla, otras veces, toma la apariencia de una montaña, pero siempre sigue el mismo camino – miró hacia la distancia – los valles desaparecen cuando la civilización llega, o se vuelven ceniza después de un incendio, los lagos se secan y los mares se vuelven desiertos. Todo cambia, pero nada regresa a su forma original. O dime, ¿hay alguna forma en la que puedas volver a convertirte en un bebe? Esmeralda sintió la arrogancia del espíritu guardián y estuvo a punto de decir que, según los libros, los espíritus de su rango eran amables y benevolentes, pero estaba claro; ella no conocía a los espíritus ni los comprendía. – Casian nació de un espíritu corrupto, sin embargo, fue rescatado por otro, gracias a eso se convirtió en humano y vivió una vida normal. – Hasta que yo llegué – lo interrumpió Esmeralda – no es justo, ¿por qué no lo detuviste? – De haberlo hecho, tú no habrías nacido – dijo Orland. Esmeralda se sorprendió, sintió que había escuchado mal – ¿qué significa eso?, ¿qué relación tiene mi nacimiento con Casian? – Tu madre es estéril, estaba destinada a no tener hijos, tu nacimiento y el de tu hermano se logró gracias a un hechizo, Casian lo hizo posible. Si él no hubiera atravesado el tiempo para buscarte, tú no estarías aquí. Había un fuerte dolor en el pecho de Esmeralda que ya se había vuelto parte de su vida, la culpa, la decepción, la angustia, ya no podía con tanto. Quería volver en el tiempo y jamás haber descubierto ese espejo, pero…, si no lo hubiera hecho. – El espejo – dijo en voz alta – el espejo nos contactó a través del tiempo, para que eso sucediera yo tendría que existir, pero mi existencia está ligada a las decisiones que él tomó, ¡cómo! – miró a Orland. Él asintió – después de que Casian fue convertido en humano y llevado a un orfanato para que tuviera una vida normal, un espíritu corrupto intervino y colocó el espejo en sus manos, creó un lazo entre dos tiempos y consiguió que Casian absorbiera la corrupción, para crear la paradoja que dio lugar a su primer encuentro. – ¿Por qué? – Creemos, que Casian es importante, forma parte del plan de un espíritu corrupto que desea acabar con todo y para protegerlo, el espíritu rey del bosque me ordenó mantenerlo en este bosque – señaló el cielo y los árboles – esta es una jaula, pero no te encierra a ti, es a él. Esmeralda jamás lo imaginó. – Y tú eres la llave. Si escapas, Casian irá detrás de ti y el espíritu corrupto lo encontrará, pero, si permaneces en este bosque, Casian también se quedará aquí, contigo. Esmeralda tragó saliva – de todas las personas, ¿por qué yo? – Casian te ama – respondió Orland – el espíritu rey del bosque no cree en el amor, piensa que su conexión fue creada a la fuerza. Casian pasó más tiempo contigo que con cualquier otra persona, fuiste la única constante en su vida, pero también, fuiste una incógnita, porque no podía tocarte, tampoco verte, solo escucharte. Por años alimentó su obsesión y se volvió tan dependiente, que no lo dudó ni un momento, se entregó a la corrupción y se convirtió en lo que es ahora. Yo pienso, que tu existencia fue transferida, originalmente ibas a ser una de las hijas ilegitimas de tu padre, solo así me explico esta paradoja, sin embargo, el por qué fuiste elegida por el espíritu corrupto, creo que tú eres la respuesta. Esmeralda lo miró. – He visto a muchos humanos y jamás conocí a un ser vivo tan indeciso como tú. Esmeralda sintió la pequeña puñalada. – Un día despiertas y eres feliz, al otro estás angustiada, melancólica, triste o enojada, un día quieres irte, al otro quieres quedarte, amas a Casian, también lo odias, lo desprecias y sientes pena por él. – Es suficiente – intervino Esmeralda. – Mientras esa duda exista, nosotros no tendremos certeza. Eres el candado que mantendrá a Casian y a este mundo a salvo, o eres la llave que lo liberará y lo dejará caer en las garras del espíritu corrupto. Desde que Esmeralda era pequeña, muchas personas alabaron su inteligencia, astucia y excelente memoria, ni una sola vez pensó que la palabra “indecisa”, la describiría tan bien. Porque a diferencia de muchos otros, Esmeralda no tenía metas ni sueños, tampoco propósitos, despertaba cada mañana siendo lo que era, una princesa. Su matrimonio, su destino, el número de hijos que tendría. Cada una de esas decisiones serían tomadas por alguien más, Esmeralda no tenía voz o voto en su vida y sabiendo eso, dejó que sucediera, porque era cómodo, solo ser una princesa. De regreso en el castillo, Casian la vio y tomó sus mejillas. – ¿Qué te ocurre? – le preguntó, preocupado por sus ojos llorosos – Esmeralda. Ella lo abrazó. Había un hueco entre los brazos de Casian, siempre lo habría, como el espíritu rey del bosque lo dijo, él pasó muchos años alimentando la fantasía de un amor idílico con la persona del otro lado del espejo y ese sentimiento, sin importar qué nombre tuviera, era tan fuerte, que lo llevó a esperar quinientos años. Había un lugar para ella, siempre lo habría. En ese bosque, en esa jaula y en esa habitación. Después de cerrar los ojos, Esmeralda subió la mirada y esperó. Casian apretó las manos en puños, preguntándose si estaba soñando o si realmente estaba sucediendo, y dejando de lado sus dudas, la cargó y la besó. Con ese gesto Esmeralda decidió su camino, por siempre sería el candado de esa jaula dorada, que mantendría a Casian a salvo. FIN
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