Capítulo 3

929 Words
Quedé paralizada. Las luces del audi blanco me encandilaron y sentí el aire del frenazo a pocos centímetros de mi cuerpo, mientras ella aun intentaba jalarme del brazo…   Alessia – Leti, ¿¿estás bien?? ¿¿Cómo no miras?? (Yo no contestaba, estaba pálida y paralizada)… … - ¿¿Que no miras por dónde vas?? ¡¡Casi te atropello!! (Gritó el conductor mientras yo seguía helada y encandilada por las luces)… ¿te encuentras bien? Leti – Yo… (Tratando de cubrirme de la luz para disculparme)… no soy de aquí, disculpe… Alessia – Por dios… (Dejando caer su Vuitton) Leti – Que estoy bien, mujer, ha sido mi culpa… (Al girar mi cabeza y  verla pasmada y con la boca abierta). Alessia – Es…es… … - Si, si… ¡¡no vayas a gritar!! (Elevando sus brazos) ¿Estás bien? ¿Te golpeé? (insistió, preocupado)   Solo había sentido el roce del coche pero al ver como se iba formando aquel rostro tan perfecto en medio de las luces, pensé que no solo me había atropellado sino que ya estaba en el cielo, viendo a un ángel…   Alessia – Fa… Fa… ¿¿Fabrizio Ricci?? (Susurrando y tomando su bolsa del piso) Fabrizio – Si… no vayas a gritar, ¿vale? No quiero que venga gente a ver, por favor… Alessia – No, no, claro que no…. Fabrizio – ¿Estás bien? ¿Te hice daño? (acercándose amablemente y casi tomándome el brazo) Leti – Si… (Me moví para que no me tocara)… fue mi culpa…. (Miré al suelo, si no lo hacía, sus ojos me iban a hacer perder el control…) crucé sin mirar, perdona. ¿¿Vamos?? (Le dije sonriendo a Alessia, quien nos miraba detenidamente) Fabrizio– Está bien, ¡discúlpame de todos modos! (sonriendo amablemente y extendiéndome su mano)… si necesitas ir a un hospital… Leti – ¡Dije que estoy bien! Fabrizio – Ok… ¡Qué maleducada! (sorprendido por la sequedad de mis palabras) Alessia – Disculpa a mi amiga, ¡porfa! Leti – ¡¡Me fui!! (Dije siguiendo mi camino y sintiendo como ella me seguía)… Fabrizio – ¡¡Esperen!! (Me frené en seco al sentir su perfume francés de nuevo cerca mío…) ustedes… (Volteé)… ustedes estaban en el Teatro recién… (Sonriendo)… y tu… (Mirando a Alessia y frunciendo el entrecejo para pensar) ¡Tú eres la chica de Carlo! (sonrió nuevamente) Leti – ¡La que me faltaba!! (Sonrojada mirando al suelo) Alessia – Si, Alessia, ¡un gusto! bueno… tampoco “su chica”, ¿no? solo somos amigos y ya… Fabrizio – Si, si… (Sonriendo pícaro, imaginándose quien sabe que)… ¡Un gusto conocerte! (le dio su mano) ¿y tu amiga qué? ¿De dónde la sacaste tan maleducada? Leti – ¡¡Oye!! Que nadie te dio confianza, ¿si? Fabrizio – ¡¡Uy!! ¡¡Qué humor, niña!! (Ofuscado) Leti – ¿¿Nos vamos?? Fabrizio – ¿Las llevo o vas a ladrarme de nuevo? No creo que a Carlo  le guste saber que “su chica” (dibujó comillas en el aire mientras se reía) está sola, a estas horas, por las calles de Roma, con una… (Acercándose peligrosamente a mí, que no sabía dónde meterme)… ¡loca!   No dije nada por respeto a que era el hijo del dueño de mi Universidad y a que aspiraba, algún día muy muy lejano, trabajar en su empresa. De haber sido otro, su buena ostia le habría dado por tal comentario.   Alessia – No, no… tranquilo. Vivo al otro lado de donde viven ustedes, así que mejor me tomo un taxi, ya sabes… (Hizo señas con las manos). Fabrizio – Ok. Las dejo entonces, que me esperan en casa para cenar. Adiós, Alessia… (Le dio dos besos)… un gusto, y me lo cuidas a Carlo  que es un buen chico, ¿eh? (riendo). ¡¡No creas todo lo que dice la prensa!! ¡Adiós!… (Intentó saludarme pero me volteé y comencé a caminar) chica loca! Jajajaja Leti – ¡Imb… ecil! (dije como al pasar)   Vi su coche alejarse, y automáticamente tenía a Alessia pegada a mí…   Alessia – ¿Estás loca? (jalándome del brazo) Leti – ¿Yo? ¿Por qué? ves que es un… Alessia – ¿Qué te pasa? Como es que tratas así a… Leti – ¿A quién? ¿Al chulo este? Alessia – ¿Te das cuenta que eres la única anormal sobre la tierra que tiene la suerte de toparse con este tío y así le tratas? Leti – ¡Él se lo buscó! (retomando el camino) Alessia -  ¡Pero si fue amable contigo! (jalándome del brazo para que la mire) Leti – ¿Amable? ¡Nadie le pidió que fuera amable! (enojada) Alessia – No te entiendo… Leti – No hay nada que entender… Alessia – En fin… vamos a casa mejor, no quiero que este le diga a Carlo  nada y después se enoje… Leti – ¿Ves? Hasta tú desconfías de él…   Fuimos a su casa, y al rato, Alessia recibió un mensaje de Carlo, así que me bañé y me fui a la cama, pues ella seguía de conversación con el abogado.
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