Emma Estas últimas dos semanas han pasado lentamente, no creí que la señorita Scarlett fuera tan mandona, pero no me quejo, ahora agradezco infinitamente que sea sábado y no tenga que ir a la universidad. El domingo será mi día de descanso así que podré salir y respirar libre. Aunque si soy honesta ella no es tan mala y venenosa como Rubí y Noelia dijeron que era, solo su carácter y sus reglas, no veo nada de malo con eso. -Ese no, es horrible. -dice mientras le mostraba un vestido. Hoy precisamente es la fiesta de la loca amiga de la señorita Scarlett, así que me arrastró hasta la tienda para que le ayude a cargar con todo lo que seguramente comprará, aunque al paso que vamos no creo que cargué nada. -¿Es lo único que tiene? -le pregunta a la dependienta. -Sí señorita, es todo. -¿