Emma Aun no podía creer que la señorita Scarlett me haya traído con ella, por supuesto ella se salió y me dejó aquí, y en verdad me siento rara. Un hombre se acerca a mí, al principio me da algo de miedo pero lo supero. -Hola. -Hola. -respondo algo nerviosa. -Bonito antifaz. -Gracias, el tuyo es muy lindo. -Oye, das gracias, eso es bueno. -¿Lo es? -cuestiono con sorpresa. -Sí, lo es, ¿como te llamas? -Emma. -Me gusta ese nombre, es lindo, ¿te gustaría salir a bailar? -No sé bailar. -digo apenada. -Yo te enseñaré, he pagado mucho para saber, aquí entre nos, era pésimo bailando. -dice y sonríe. -¿No te reirás de mi? -¡Claro que no! ¿Vamos? -Vamos. Él extiende su mano y la tomo, su piel es suave, caminamos hasta la pista de baile, toma mi cuerpo y lo pega al suyo, mis manos s