Vagando- Capitulo 4.

2508 Words
No pudiendo ignorar más la realidad a la que irremediablemente iba a tener que enfrentarse, Amanda se levanto de aquel sucio callejón, dispuesta a llegar a casa, no podía hacer mas y aunque no había querido así, la chica sabía que tarde o temprano iba a tener que volver, a aquella casa que tantos recuerdos le traía, para ser partícipe de esa sensación que la embargaba cuando entraba a esa habitación que había sido prácticamente también de Chris, es que odiaba la manera en la que todo se lo recordaba Lo odiaba porque a pesar de lo mucho que lo amaba, no era es la razón que la atormentaba, era el poder haberlo evitado, el haberle pedido que se quedase un poco más, es que si tan solo ella no hubiera sido tan caprichosa esa noche , si quizás le hubiera dejado que se quedara tal y como el había querido, entonces nada hubiera pasado, el accidente no habría existido y ella no debería porque estar vagando por ahí con lagrimas en los ojos Estaba destrozadas, destruida, porque no podía siquiera llorar a un muerto al que ella sintió había aniquilado, había sentimientos que eran mucho peores que el de la perdida, que carcomían mas el alma y quemaban mas la cabeza, sentimientos como la culpa simplemente volvían locas a las personas, como a ella, y es que la chica ciertamente ya no sabía que mas hacer para limpiarse de los vestigios de Chris, no porque quisiera olvidarlo, no porque quisiera borrar del prontuario de su vida el nombre de aquel hombre al que tanto había amado Si no porque, algo de ella sabía de antemano, que lo que las personas le decían era verdad, sabía que cada una de las voces a su alrededor tenían razón, debería volver a ser la Amanda que había sido antes y durante Chris, tenia que regresar a aquello porque entonces iba a resultar cayendo en un pozo n***o del que no iba a encontrar una salida, y aquello… Aquello si que asustaba, el problema era que no sabía como hacerlo, el cuerpo le pesaba demasiado, y la vida solía caérsele de a pedacitos muy constantemente, era jodidamente aterrador intentarlo Daba miedo fracasar, en todo el sentido amplio de la palabra, daba miedo darse cuenta de que en realidad no iba a poder continuar tan fácilmente como la gente quería, aterraba decepcionar a los que esperaban algo de ella Quizá esa había sido la razón por la que después de la muerte de Chris se había negado a visitar a sus padres, temía que vieran la culpa en sus ojos, temía que vieran en que se había convertido, la asustaba que se sintieran decepcionados de en lo que Amanda se había convertido, al fin y al cabo ellos han sido una segunda familia para ella Y ella había huido en cuanto había tenido la posibilidad Era una cobarde en todo el sentido de la palabra, y no sabia como manejarlo Tras pedir un par de indicaciones que le dijeran como llegar a su casa, la chica se vio nuevamente frente a la puerta de la casa por la que había salido hacia ya casi 36 horas Se suponía que no había lugar como el hogar, y que no existía mejor sensación que esa de regresar a ella, pero Amanda lo único que podía sentir es que regresaba a la cárcel en la que la esperaban para ponerle sus grilletes Había llegado a la jodida realidad y nada podía sentirse peor que eso Después de todo, si debió quedaron con Mike, él resultaba ciertamente mejor que aquello -Tu puedes hacerlo- Se dijo a si misma mientras soltaba un suspiro y subía los pocos escalones del pórtico Amanda entro en la gran casa, todo estaba tan silencioso como siempre cosa que ella detestaba, sin embargo, al llegar a la sala de estar, se encontró con la mirada reprobatoria de su madre, y los ojos inquisitivos de un par de policías que estaban sentados con ella en el sofá -¡¿Dónde demonios estabas?! - Le grito Cristina, su madre, mientras se levantaba del sillón y se dirigía a donde ella estaba Había pensado en quedarse callada, en no emitir sonido alguno, pero sabía que eso lo único que podía hacer era empeorar una situación que ella verdaderamente no sabia como explicar -Estaba en casa de una amiga, se nos fue el tiempo y me quede con ella… -Balbuceo -¿Una amiga? ¿Cuál amiga? ¡Tu ni siquiera tienes amigas! - Le recordó su madre -Mama, yo lo lamento, ¿Sí? - Se disculpo -¡Oh no, esto te va a costar mucho más que un simple lo lamento! Esto ha ido demasiado lejos Amanda, he tratado de ser comprensiva contigo, pero a partir de hoy se acabo Amanda rodo los ojos, ella sabía que su madre no había sido nunca comprensiva, Cristina era la mujer mas fría sobre la faz de la tierra, a ella lo único que le interesaba era su carrera, y el dinero, es que Amanda suponía que ni incluso a su padre, ella era simplemente una mujer meramente material, ella no era compasiva, o quería amable, o tierna, ella era mecánica, y no iba mentir diciendo que le dolía, al fin y al cabo Amanda se había acostumbrado a eso, toda su vida había sido de esa manera No podía pedir otra cosa porque la verdad era que nunca había conocido nada mas -¿Qué quieres decir con eso? - inquirió la chica con la frente fruncida -Señora, en vista de que no hay ningún caso aquí, nosotros nos iremos- Señalo el más alto de los policías mientras se acercaban a Cristina -Si, esta bien, lamento haberlos llamado para nada, los acompañare a la puerta Amanda vio como su madre y los policías se dirigían hacia la salida, y no pudo evitar recordar aquella noche en que dos policías vestidos de la misma manera by a su puerta para darle la peor noticia que había escuchado jamás -Yo opené- Había asegurado Cristina, mientras Amanda observaba from el sillón en donde leía su libro favorito- ¿A quién necesita? - Había oído musitar a su madre -Amanda Clake- Escucho que decían Sin embargo no fue su nombre lo que llamo su atención, fueron en cambio las luces rojas y azules que titilaban fuera de su ventana, fueron los radios que emitían un sonido desagradable, y fue la seriedad en el tono de voz del hombre lo que hizo que Amanda se pusiera en pie y se apareciera tras de su madre -¿Paso algo? - Pregunto ella con curiosidad -¿Usted es Amanda Clake? - Respondió el policía mientras tomaba nota en un pequeño cuaderno que cargaba en su mano -Si, yo soy -Pero es menor de edad todavía- Señalo su madre- Yo soy su madre, y de ser necesario soy también su representante legal, así que dígame, ¿En qué podemos ayudarlos? -Necesitamos hacer un par de preguntas, ¿Podríamos entrar, por favor? - Pidió con amabilidad, sin suavizar ese brusco rostro -Por supuesto Ambos policías entraron en la casa esa noche, y se quedaron en el recibidor en donde Cristina los invito a sentarse -¿Has hecho algo? - Le pregunto Cristina a Amanda, pensando que quizás aquello se trataba de alguna estúpida jugarreta de adolescentes -No- Ella negó -¿Conocía a Chris Anderson? - El hombre comenzó el interrogatorio, haciendo que de pronto el corazón de Amanda comenzara a palpitar desesperadamente -Si, por supuesto, es mi novio -¿Cuándo fue la última vez que lo vio? -Hace una hora mas o menos- Respondió, diciéndose a si misma que nada malo debería haber sucedido, al fin y al cabo, ¿qué era lo mucho que podía pasar en una hora? -¿Cómo describiría usted el ánimo del joven Anderson antes de marcharse de aquí? -Bien, bueno, tuvimos una pelea, pero lo arreglamos enseguida, él estaba bien -¿Noto algo anormal en su comportamiento? -En realidad no, era el mismo Chris de siempre Chris era algo extraño, el nunca estaba del todo feliz, o del todo triste, parecía siempre preocupado por algo, pero en esa ocasión ya pesar de su pequeña pelea lo he pasado bien, sin embargo Amanda le había pedido que se fuera porque al día siguiente debería su entrevista en la universidad, y ella pensaba que era importante estar descansado para algo tan importante como esa -¿Hace cuánto que lo conocía? -Mas o menos tres años- respondió con indiferencia -¿En dónde se encuentran hace más o menos media hora y haciendo que? -En mi casa, leyendo -Bien, creo que eso ha sido todo por hoy, de todas formas de ser necesario, requeriremos su presencia en la oficina federal- Dijo el policía  -Espere, ¿Cuál es la razón de este interrogatorio? - Pregunto Cristina -Si, yo también quisiera saber- Soltó Amanda no entendiendo a que iba todo aquello -Chris Anderson ha sufrido un accidente de tránsito, ha sido fatal Amanda escucho la voz del policía muy lenta y con eco, como si se lo hubiera gritado dentro de su cabeza, de repente sintió que todo a su alrededor se distorsionaba y había una única cosa de la que ella quería tener certeza -¿Él esta bien? - Pregunto con pesadez -Ha sido fatal, señorita, el joven Anderson murió con el impacto Amanda sintió como el mundo se le venía encima, no sabía que hacer, o hacia donde mirar, todo lo que conocía hasta el momento había dejado de tener sentido, Chris, el Chris que hacia una hora había estado con ella ya no estaba más, en todo el sentido de la palabra, y lo único que ella podía y quería hacer en ese momento era llorar, porque aquello no podía ser cierto, aquello debía ser un chiste de mal gusto que alguien había querido jugarle -Cariño, cariño- Cristina abrazo a Amanda que se había desplomado en el suelo -Debo llamarlo mama, debo saber que esta bien- Grito con desesperación mientras intentaba soltarse de los brazos de su madre para buscar su teléfono -Linda, no va a contestarte- Señalo ella -Mama, tiene que contestar, tiene que decirme que estar bien- Balbució entre lloriqueos Cristina lo único que hizo fue abrazar a su hija desplomada en el suelo mientras dejaba que se desahogara, que se hiciera a la noticia y que comprendiera que por mas llamadas telefónicas que le hiciera él ya no iba a contestar Nunca mas Sin embargo Amanda creía, que una noticia de esas nunca se terminaba de asimilar, nunca se comprendía y se hacia un alto en la realidad para darse cuenta de lo que en verdad era, la chica pensaba, hablando por su experiencia propia, que ese tipo de noticias marcaban un antes y después, y por cuanto a ella correspondía, nunca iba a conseguir entenderla de verdad, la muerte de Chris era un hueco n***o en la vida de Amanda que la succionaba y le robaba toda su energía y todas esas cosas que ella había querido hacer en el pasado Esa noche le había dolido el alma como nunca, y si, sabía que era el alma, sabia que no se trataba de algo físico, porque era un dolor ciertamente indescriptible, uno que parecía no querer terminar ni darle tregua, había sido el dolor mas profundo que ella había experimentado jamás Lo mas jodido de la muerte, había sido replantearse todas las cosas que había podido hacer antes de eso, todos los abrazaos que habría podido darle a Chris, todos los besos que le haber pudo regalado antes, la cantidad de te amos que pudo haberle exclamado en el rostro mientras lo admiraba, había tantas cosas que ella habría hecho de haber sabido que esa era la ultima vez que lo iba a ver Sin embargo nadie se lo dijo, nadie le dijo que Chris moriría minutos mas tarde en un aparente accidente de tránsito, nadie se lo dijo y ella no aprovecho como habría querido esos últimos minutos con él Aunque para ser sinceros, ni toda una vida iba a ser suficiente para despedirse, porque es que la verdad era, que Amanda no habría querido despedirse jamás -Señorita, que pase una buena noche- Dijo el policía que aun estaba en la puerta de su entrada mientras la hacia regresar a la realidad -Si, si, gracias, igualmente- Respondió despertando del letargo al que la imagen e ambos policías la persido -No se olvide de llamar si necesita alguna otra cosa- Le dijeron a Cristina, quien únicamente se dispuso asentir para cerrar la puerta de la casa Amanda sabía que se avecinaba una guerra, sabia que no iba a poder pasar por alto su huida de ayer, y el problema era, que no se sintió con ganas de soportar a nadie, ni siquiera a su madre -¿Has visto lo que me ha tocado hacer? - Inquirió Cristina encarando a Amanda -¿Que? - Hablo bajito -Llamar a la policía Amanda, creí que algo te había sucedido, pensé que era necesario declararte como desaparecida, ¿Quieres matarme de un susto? -No mama, pero tampoco es como si me hubiera ido por toda una semana -No viniste a dormir anoche, ¿Creías que iba a estar tranquila con eso, que iba a descansar plácidamente sabiendo que tú estabas en Dios sabe dónde, con Dios sabe quién? -No pensé en eso- Dijo sinceramente, al fin y al cabo, era su madre, algo debe sentir por ella -Tu nunca piensas en nadie más que en ti, pero eso se ha acabado, a partir de hoy empezaras a hacer una vida -¿Qué quieres decir con eso? - La chica se alarmo, no estaba lista, no aun, todavía no quería dejar el caparazón mucho menos obligada por su madre -Empezaras a salir de casa, te rodearas con otra gente, y sobre todo, harás algo productivo por la sociedad -Mama no, yo no me siento preparada -Lo lamento, pero no voy a esperar hasta que lo estés, la semana entrante comenzaras a trabajar para un amigo, está lanzando su campaña como congresista y necesita un par de manos -¿Así que le ofreciste las mías? - Reclamo -Si, y no te lo estoy preguntando Amanda, te lo estoy ordenando, todas las mañanas te arreglaras para ir allá, trabajaras con él y regresaras temprano en la noche, ya es hora de que empieces a ver como es el mundo real de verdad - Espeto, Cristina sabia que estaba siendo dura con su hija, pero lo necesario, Amanda tenia que volver a comenzar, y quizá sus métodos no eran los mejores, pero hacia lo que mejor podía Sin poder soltar una palabra más debido a la conmoción que estaba experimentando, la chica se alejo de su madre, y subió a su habitación, sintió que odiaba todo, a ella por obligarla a hacer algo que no quería, A Chris por haberla abandonado ya la vida por habérselo arrebatado Todo le parecía demasiado injusto, todo parecía malo -Ps, oye- Escucho a alguien que llamaba desde fuera de su ventana, sin embargo no convencida de que era a ella a quien necesitaban, se quedo donde estaba, no quería saber de nadie, no era eso lo que necesitaba- Amanda- Volvieron a llamar con cautela -¿Quién eres y que quieres? - Pregunto abriendo la ventana de su balcón- ¿Mike? -Te dije que iba a encontrarte.     
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