3

970 Words
Hunter Ya llevamos tres días, dos manadas y nada. No me dejo decaer por esto, quedan muchas manadas aún. Una vez termine con las manadas iré a la ciudad, puede que mi Luna sea humana. No voy a rendirme, nunca lo hice y nunca lo haré, soy el mejor alfa por eso, por mi persistencia. —¿Y ahora adónde Hunter? — pregunta Jack nada más salir de los límites de la última manada que visitamos. — La más cercana es "Cruz de plata”, no se si seremos muy bienvenidos, ahí se encuentra otro de los alfa que quieren apoderarse de nuestra manada mi amigo.— apretó mis puños.— Aún así iremos, no puede prohibirme la entrada, estoy en busca de mi mate, ellos me dieron el ultimátum y con eso el acceso a buscar en sus tierras. — ¿Estas seguro de esto?— me mira con desconfianza. — Estoy esperando que me lo prohíba, necesito una buena batalla.— mi voz suena fría. — Es probable que la consigas. — Solo quiero encontrar a mi Luna, no me importa recorrer tantas manadas o perder el puesto, sólo quiero tenerla conmigo. — La encontrarás y quizás tengamos suerte y no debamos buscar en "Red moon". En cuanto recuerdo a esa perra alfa, discutiendo mis capacidades cuando ella está en mi misma posición. — Espero no tener que verla, la codicia en esa mujer no tiene límites. —Imagina tenerla de mate. —Agradezco a la Diosa Luna no haberme castigado, poniéndola a ella como Luna.— mi cara debe demostrar el sentimiento de asco que me produce, porque mi beta se carcajea. —Quizás sea peor que ella. — No creo que nadie sea peor. Luego de horas de viaje llegamos a la entrada de la manada "Cruz de plata". En cuanto dos soldados nos ven se dirigen a nosotros. —¿Qué necesitan?—pregunta uno de ellos sin dar la importancia debida a nuestra presencia. — A su alfa. —¿Quién lo busca?—pregunta el segundo sin quitar los ojos de nosotros. — Soy el alfa de "Bloody tusk" y él es mi beta— señaló a Jack— ¿Es eso suficiente. Puedo ver el terror en sus ojos y no los culpo, no todos los días te encuentras frente al líder de la manada más sólida e invencible que hay. — En verdad no nos gusta mucho esperar una respuesta— Jack se está divirtiendo con esto.— ¿Creen que serían capaces de informar nuestra llegada a su alfa o tendremos que hacerlo nosotros mismos?. — Lo sentimos, no los esperábamos por aquí.—contesta el segundo soldado. — Nos encanta dar sorpresas.— digo sarcásticamente. — ¿Está bromeando?— pregunta el primero con un serio tartamudeo. — No, Esto no es una broma. Hemos estado en la entrada cerca de veinte minutos contestando sus preguntas.— con cada palabra me acerco más —Estoy empezando a disgustarme, y créanme, pronto no seré muy agradable. — Creo que es mejor que busquen a su alfa — Jack suelta moviendo una mano con desdén. Mientras vemos a los soldados ir en busca de su alfa volteo hacia Jack. — Si crees que esto ha terminado, te equivocas. Ahora comenzara la verdadera diversión. — ¿Haz visto sus caras?— suelta una fuerte carcajada —Estaban a punto de orinarse. —Debimos haber sido más duros, hubieran actuado más rápido. —sacudo la cabeza— Veinte minutos es una falta de respeto a nosotros.— En esta manada hace falta la autoridad. — Aquí viene nuestro anfitrión —digo en burla. El alfa se acerca a paso rápido, con los dos soldados y otro hombre, que sospecho es su beta, detrás. — Buenas tardes, ¿En que podemos ayudarlos señores?— su cara expresa una risa detenida. — Cálmate un poco Víctor, sabes la respuesta a esa pregunta. Estoy buscando a mi Luna. — ¿Y vienes a pedir mi autorización para buscarla en mis tierras?— levanta su ceja. — No, tu autorización me la diste al entrar a mis tierras acompañado de todos los demás alfas cobardes e inconformes de sus manadas que te acompañaron.— tengo su cara frente a la mía.—¿Lo recuerdas? — No recuerdo haberte autorizado. Recuerdo que fui a verificar tu manada, para ver si era o no lo que se dice. — ¿Y que se dice? — Se dice que es una de las más poderosas, pero me resultó muy común. Nada demasiado especial. — Sin dudas es mucho mejor que la tuya, ya que quieres hacerte con ella y la verdad no te culpo. Si no fuera mía también lo intentaría, aunque creo que antes intentaría mejorar la que ya poseo, como lo haría un alfa de verdad. — ¿Estas intentando darme a entender que no soy un líder adecuado?— sus ojos reflejan furia. — No, lo estoy diciendo. Y no creo que quieras oponerte a permitirme el paso a tu manada para que pueda buscar a mi Luna, o el grupo ese que armaron vera en verdad que tan poderosa es la manada "Bloody tusk". — los soldados dieron un paso atrás, mientras el alfa y beta querían arremeter contra nosotros. — No puedes venir a amenazarme y creer que saldrás ileso. —Bufo antes de empezar a reír a carcajadas. Una vez que están se van apagando miro a mis acompañantes para ver que eh logrado intimidarlos. — ¿Y quién será el idiota dispuesto a enfrentarse a mi?—levanto mi ceja.— No creo que seas tú, puesto que estas tan blanco como un vampiro. Incluso ellos se enfrentarían a mi con honor. — ¿Lo que escucho es un desafío?—escucho por primera vez la voz de su beta. — Tómenlo como quieran. ¿Van a dejarme entrar o no? Antes de que puedan contestar llega un automóvil capturando toda mi atención. Mis sentidos están revolucionados, puedo olerla, aunque aún no siento a su loba. Ella está dentro de ese automóvil, junto a otras dos personas. Y solo puedo pensar, "Te encontré".
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD