—Señora Hamlin —me llama la enfermera detrás de Caleen que sigue sin moverse—. Le aseguro que Eileen está bien, ya le hicimos una revisión, le explicábamos al señor Simmons lo qué sucedió.
—Pero sigue con dolor —comento preocupada.
—Es por el golpe —vuelve a decirme—. El doctor del distrito escolar la revisó.
—Puede ser, pero, prefiero llevarla al hospital, quiero que le hagan otra revisión.
—Por supuesto —responde—. Puede llevársela.
La ayudo a ponerse de pie, le pongo sus zapatos para tomarla en brazos.
Justo en ese momento, Caleen reacciona y se acerca, noto que toma aire varias veces.
—¿Puedo? —le pregunta pidiendo permiso para abrazarla.
—Sí, papá —responde Eileen y él se inclina para quedar a su altura.
Mi pequeña le pasa sus manos por el cuello y él la abraza, los do
