Subo al apartamento y Eileen corre a abrazarme al verme entrar. —Mamá —dice emocionada. —Hola mi llaverito, ¿me extrañaste? —Claro, siempre —responde y le doy un beso en la frente. Mi madrina sale de la cocina y me mira como si pudiera leerme. —Hola madrina —la saludo. —¿Todo en orden? —indaga. —Sí, eso creo. —¿Podemos ver una película? —pregunta Eileen. —Sí, es buena idea, solo déjame darme una ducha y ponerme ropa cómoda. —Bien mami, voy a buscarla —se va a la sala y yo voy a mi habitación. Me doy una ducha, me pongo ropa cómoda, vuelvo a la sala y mi madrina me entrega una sopa. —Te ayudará a sentirte mejor —asegura guiñandome un ojo, a ella nunca he podido ocultarle nada, parece que me conoce demasiado bien—. Después hablaremos —advierte. —Gracias —digo y empiez