Lo inevitable no pudo evitarse —se repetía Isabella una y otra vez, mientras se encontraba de pie frente a la foto que Travis había deslizado por la mesa, sintiendo lo mismo que aquel día en el hospital, cuando reveló la identidad de Valery. Travis, al notar su duda para hablar, rompió el silencio. —Parece que estás guardándome muchos secretos, Isabella. —No es cierto —replicó ella con su mirada aún fija en la foto mientras su mente trataba desesperadamente de idear una manera de escapar de la situación. Pero, ¿realmente necesitaba escapar? La definición de escape, según había aprendido Isabella, solía complicar las cosas más de lo que ya estaban, ¿Tenía que hacerlo ahora? ¿Qué daño podría causar decir la verdad? Una voz en el fondo de su mente la cuestionó. Sí, ¿qué daño, en efecto

