Me muerdo las uñas mientras busco páginas de trabajo en la notebook.
Mentí. No tengo una mejor oferta, solo quería alejarme de Santiago y ahora el muy maldito me pidió casamiento y no dejo de darle vueltas a eso.
Decido prestarle más atención a la búsqueda de empleo. Según mis cálculos, el dinero que tengo me serviría para sobrevivir al menos dos semanas más, sin darme grandes lujos. Si hago una comida al día, me va a alcanzar hasta para un mes, pero voy a llegar desnutrida o quizás muerta.
Ana y Samantha me mataron cuando les dije que renuncié. ¿Acaso estaba loca? Definitivamente. Obvié la propuesta de matrimonio de quien ahora es mi exjefe.
Chasqueo la lengua. Si no encuentro algo rápido, voy a tener que empezar a pedir plata, y todos se van a dar cuenta de que mentí.
Busco las
