Juan Me llevo una sorpresa enorme cuando abro la puerta y Santiago aparece con un par de cervezas y una caja de pizza. Me salvó tener que cocinar, pero se me hace extraño que aparezca sin avisar un lunes por la noche, y más teniendo en cuenta que nuestra amistad está en la cuerda floja. —¡Eh! No te esperaba —comento haciéndole un gesto para que pase. —No, no, fue como un impulso que tuve —responde dejando lo que trajo sobre la mesa. Miro con nerviosismo hacia la habitación, esperando que quien está ahí no se despierte ni decida aparecer de golpe. —¿Acaso es una fecha especial y no me acuerdo? —cuestiono. Niega con la cabeza y esboza una media sonrisa. Está bastante tenso y me doy cuenta de que esto no es más que una pantomima para mantener sus ganas de mandarme a la mierda. Ya l