— ¿Así que esto es lo que querías enseñarme? — Valeria le sonrió amistosa, pero esa sonrisa no convenció a Adrián, se estaba dando cuenta que la familia de su esposa estaba ocultando algo de él. — Sí sabes que este es mi territorio, ¿verdad? — Lo sé, pero muchas veces cuando uno está al mando se olvida de frecuentar los hermosos lugares que ocupan su territorio, a mi padre le pasa mucho. — Era un buen argumento, pero Adrián no era tonto, sabía que había algo más, quería distraerlo. — Apuesto a que no sabes todo lo que puedes encontrar aquí. — Conozco estas cataratas como la palma de mi mano. — Valeria se escondió detrás de un velo de agua, fue tan rápida que Adrián apenas y pudo notarla. — Sé que estás detrás de ese velo. — Ven por mí, entonces. — Gritó desde dónde es