Kai estaba estupefacto, ese había sido su primer beso, su primer beso de verdad, se sentía muy fuera de si, ¿Cómo se llamaba ese sentimiento en su interior?, ¿Se había encendido sólo con ese beso?, se sentía mareado y sin saber que hacer, por otro lado, Reen estaba satisfecha de haber callado a su hermana, la miró y sonrió victoriosa.
—¿Ahora ya me crees?.
—Pero tú, tú lo odiabas, espera.... ¿Cómo es que tú lo conociste a él? — preguntó Lucía.
—Fue en el evento al que no quisiste ir.
Todos miraron al señor Dorian quien respondió aquella pregunta.
—Pero eso fue hace tres días, ¿Me estás diciendo que en tres días ustedes se hicieron novios?—Preguntó Lucía sin comprender como Reen tenia tanta suerte.
Si, diciéndolo en voz alta sonaba realmente ridículo.
—Supongo que así es el amor, inesperado —comentó el señor Dorian y le entregó el vaso de agua al pobre Kai, quien seguía hundido en sus pensamientos.
Kai no habló mucho durante esa reunión, sólo se limitaba a asentir, no parecía interesado en tener una conversación, su mirada estaba puesta en Reen, mientras que ella mantenía su distancia, se veía que ellos eran sumamente diferentes, Reen era tan espontánea y extrovertida, y él era… él.
—Pues espero verlo más seguido por aquí y…
—Papá, ya no le des más ideas a este hombre, vamos a dejarlo que se vaya, debe estar muy, muy ocupado —Dijo Reen y empujó a Kai afuera de la casa, el X-97 sobresaltó a todos excepto a Kai cuando dijo:
—Por favor no agreda al señor Xuen, esta es su última advertencia — dijo aquella maquina con una voz robótica y potente.
Reen soltó de inmediato a Kai y se quedó con los ojos muy abiertos.
—Todo esta bien —dijo Kai con voz tranquila.
—Que susto, por un momento creí que nos iba a calcinar— dijo el señor Dorian con una sonrisa y con una respiración agitada por el susto.
Reen solo pensó que debería de tener más cuidado en cómo trataba a aquel hombre, no quería terminar muerta, aún no.
—Por favor señor Xuen, regáleme uno de esos, para que mi hermana aprenda a respetarme — dijo Lucía mientras admiraba la máquina, era muy parecido a un humano, solo que de color platinado con algunas partes doradas, era grande e intimidante, era todo una belleza.
—No puedo hacer eso— dijo Kai, —Bueno… paso por ti mañana temprano.
—¿Qué?, ¿Por qué? —preguntó Reen.
—Para llevarte al trabajo, fue nuestro acuerdo, yo te llevaría al trabajo todas las mañanas y pasaría por ti en las tardes, ¿No lo recuerdas?.
Reen hizo un puchero y se arrepintió de no haber leído ese contrato, ¿Quién sabe que más estaba escrito en el?.
—Bien—dijo ella sin más remedio.
—Qué tengan buena noche— dijo Kai y caminó hasta su auto.
—Pero que bueno está ese hombre—dijo Lucía cuando entraron de nuevo a la casa.
—Lucía, respeta al novio de tu hermana.
—Por dios papá, ¿No te das cuenta de que todo eso es un chiste?.
—Bueno al menos no eres tan bruta como yo creí— dijo Reen, —Pero el tipo esta loco, papá ese tipo me obligó a salir con él.
—Ya basta con eso Reen, solo dale la oportunidad al señor Xuen, él es un gran prospecto y parece alguien serio.
—¡Esta loco!, hay por dios, me voy a mi habitación, hablar contigo es exasperante— dijo Reen y huyó a su habitación, ¿Por qué su padre era tan estúpido?, a él solo le importaba el estatus social, la pobre chica se dejó caer en su cama y resopló con fuerza.
—Solo un mes Reen, tu puedes— se dijo así misma, un mes pasaría rápido, no era tanto tiempo, solo tenia que soportar.
La mañana la recibió con frialdad, desde ya, el día parecía ser un mal augurio, Reen odiaba el frío, prefería por mucho el calor, dejó de ver por su ventana y se apresuró a alistarse para ir al trabajo, trabajaba como enfermera en un hospital con bajos recursos, era el único hospital en la ciudad que atendía a pacientes de la forma tradicional, no había cámaras de salud, ni tampoco asistentes actuando como enfermeras, la tecnología era muy vieja y solo atendían a personas de clase baja.
Ella simplemente se negaba a creer que la tecnología fuera el futuro, ¿Qué tenía de bueno que un robot actuase como un humano?, no había nada bueno y saludable en eso, la gente se volvía perezosa y menos sociable.
Bajó a tomar su desayuno y mientras lo hacía miraba las noticias y en todas ellas aparecía ese engreído.
“Kai Xuen hizo esto… “
“Kai Xuen hizo aquello… “
“El genio del futuro… “
Reen bufó y apagó el televisor, ella se apresuró a tomar su bolso y salir más temprano de lo acostumbrado, haciendo eso, esperaba no encontrarse con ese tipo, salió con una sonrisa y esa sonrisa se desvaneció cuando miró el elegante auto y al tipo bien vestido, ¿Qué era él?, ¿Acaso podía predecir el futuro?.
Ella tragó saliva y respiró hondo, caminó a paso firme y se detuvo delante de él.
—Buenos días — dijo no muy feliz.
—Buenos días — dijo Kai sin ningún signo de emoción en él, acomodó sus gafas y examinó a Reen con detalle, —¿En qué hospital trabajas?.
—En el hospital Mevo.
—¿Mevo?, ¿Por qué trabajas ahí?.
—Por qué es el único hospital en el que no me tratan como a una persona de intendencia, y si como a una enfermera.
Kai se quedó pensativo y luego asintió, fue abrirle la puerta del copiloto a Reen y la miró.
Ella subió a regañadientes y esperó a que su novio subiera.
Él se acomodó en el asiento del piloto y puso en marcha el motor, sabía que Reen odiaba la tecnología así que esta vez no puso el piloto automático, prefirió conducir el mismo.
Aquel gesto fue notado por la chica, ella lo miró detenidamente, Kai en verdad parecía alguien sin emociones, tan cuadrado y perfecto, el tipo era guapo, el más guapo que ella había visto, Kai tenía 37 años de edad, pero no los aparentaba, tenía una barba bien cuidada y no tan exagerada, su piel blanca parecía perfecta y sus ojos eran tan llamativos aún debajo de esas gafas, siempre vestía trajes impresionantes e impecables, ella nunca antes había conocido a alguien tan perfecto.
—¿Puedes ayudarme con algo? —preguntó Kai, eso hizo que Reen saliera de sus pensamientos. —¿Puedes venir a mi casa esta noche?.
La mente de Reen voló hasta el espacio y de regreso, —No es una cita romántica, ¿O si?.
—No, es para mí investigación.
—No me secuestrarás de nuevo, ¿O si?.
—No, por eso te pregunté si puedes venir, puedes rehusarte y decir que no, pero usualmente las parejas hacen cosas que no quieren para satisfacer los caprichos de sus parejas— respondió Kai sin quitar la vista de la carretera.
Él no debió de haber dicho eso, pues a Reen se le ocurrieron un par de cosas para que de una vez por todas ese hombre terminara odiándola y la dejara en paz.
—Esta bien, iré.
—Entonces pasaré por ti en la tarde.
Al llegar al lugar de trabajo de Reen, Kai se bajó del auto, ella trató de detenerlo pero él no le hizo mucho caso, en la entrada había algunas personas y algunos doctores quienes se asombraron al ver el auto tan lujoso, pues por esos barrios no deambulaban autos como esos.
—¡Es Kai Xuen! — Gritó alguien, Reen se encogió en hombros y se rehusaba a bajar del auto, el X-97 que seguía a Kai como una sombra, bajó de la parte trasera y eso emocionó a todos.
—Baja, ya llegamos— dijo Kai.
La incómoda chica bajó de aquel auto y notó que algunas personas tomaban fotografías.
—Kai… ¿Puedo tomarme una foto contigo? —preguntó una mujer muy emocionada e iba a acercarse pero el X-97 estiró una mano deteniéndola en seco.
—Por favor mantenga su distancia, es su última advertencia.
La mujer se detuvo y todos parecieron fascinados al escuchar hablar a aquella máquina.
—Ya puedes irte—dijo Reen mientras mantenía la cabeza agachada.
—Está bien, una cosa más… —Kai dudó en decir aquello pero al final lo hizo, —Que tengas un lindo día.
Reen no entendía porque aquel hombre actuaba tan raro, y se quedó en blanco cuando Kai le dio un beso en la mejilla, sin más preámbulos él y su guardaespaldas subieron al auto y se alejaron a toda prisa.
La pobre mujer sonrió con timidez al entrar al hospital, algunos cuantos la habían visto.
—¿Conoces a Kai Xuen? —preguntó uno de los doctores con mucho interés.
—No, él era… era un holograma, son muy populares hoy en día— dijo ella rápidamente y huyó de la escena a toda velocidad.
………..
—No olvide tomar sus pastillas, cuando se termine este en treinta días, venga aquí y le darán un frasco nuevo.
—Muchas gracias señorita— dijo una mujer ya muy mayor.
—De nada y cuídese mucho — añadió Reen y guardó el expediente de aquella mujer, fue a una de las habitaciones que se habían desocupado y empezó a limpiar la cama desordenada de un paciente dado de alta.
—¡Tú!.
Reen pegó un brinco y se agarró el pecho.
Tai Huang corrió a su encuentro y sujetó a Reen de los hombros, —¿Dime que está pasando?.
—¿Qué está pasando con que? —preguntó Reen muy confundida.
Tai entrecerró los ojos y sacó su teléfono, la pantalla holográfica dejó ver a ambas, una noticia.
«El empresario, Genio y dueño de Itsuko, Kai Xuen fue visto hoy con una mujer de la que aún no se tiene información, como es bien sabido Kai Xuen nunca antes ha tenido una relación pública, pese a que muchas mujeres se dicen estar enamoradas de él, después del escándalo el año pasado…»
—¿Y que con eso? —preguntó Reen.
Tai bajó más en la noticia y salió una foto de ella, una foto que fue tomada justo cuando aquel sujeto le dio un beso en la mejilla.
—Eres tú, ahora dime, ¿Qué está pasando? — preguntó Tai y guardó su aparato.
—¡Ah eso!, pues… verás… es una larga historia, él y yo sólo… solo somos… conocidos.
—No te hagas la tonta Reen, odiamos a Kai y ahora sales con él, ¿Sales con él?, ¿Cuándo fue que tú y él se entendieron?.
—No puedo contarte, puedo ir a la cárcel si te cuento, pero solo te diré una cosa, en un mes, todo se acabará.
—¿Te metiste en problemas?.
—Más o menos.
—¿Él te está amenazando no es así?, ¿Es por la campaña que tenemos en su contra?.
—Escucha, no saques conclusiones apresuradas, solo… olvídalo si, en un mes todo volverá a la normalidad .
—¿Y que hay de nuestra campaña?.
—Eso aún sigue en pie.
—Reen, ¿Sales con él?.
Reen escondió la cabeza como si fuera una tortuga y asintió,
—¡Por dios Reen!, ¿Estás loca?.
—Shhh, no grites, solo es… un romance fugaz, nada serio.
—¿Un romance fugaz?, ¿Con Kai Xuen?.
Tai se pasó una mano por la cara y aunque no entendía sus motivos, sabía que había algo más, —Me contarás todo, el sábado en la tarde.
—Bien, bien, el sábado.
—Un romance fugaz… — se fue murmurando Tai.
《¿Y esa noticia que?》, se preguntó Reen mientras sacudía la cabeza.
La jornada laboral terminó y Reen se sentía un poco cansada, hoy había tenido un día muy movido, salió del hospital y miró a los paparazzi que estaban en la entrada esperando algo.
《Mierda》. Se escondió detrás de lo primero que se le atravesó, y lo primero fue un doctor que ya se estaba yendo, aquel doctor era Marcus Ko, frunció el ceño al ver que la chica se escondía detrás de él y trató de girarse, pero Reen se lo impidió.
—No por favor, escóndeme.
—¿De qué te escondes?.
—De eso—dijo Reen y señaló a los fotógrafos.
—¿Por qué te escondes de ellos, ¿Les debes dinero?.
—¿Qué?, no.
—¿Entonces?.
Un auto muy lujoso llegó y todos aquellos fotógrafos se alborotaron como si fueran hormigas pisoteadas.
—Hay no, ya llegó.
Marcus entendió todo, durante todo el día no se habló de nada más, más que de la supuesta novia de Kai, la cual trabajaba en aquel hospital y todos querían saber quien era la afortunada.
—¿Entonces eres tú? —dijo Marcus y miró de reojo a Reen, si, ella era bonita, no le dio más importancia y regresó la vista al frente, —¿Y cual es el problema?.
—¿Cuál es el problema?, ¿Sabes lo que dirán de mi?, ¿Me comerán viva?.
—Bueno en eso tienes razón, él es el genio de la inteligencia artificial y tú… eres enfermera aquí.
Reen torció la boca y miró de mala manera a ese hombre, regresó la vista al lujoso auto y se le ocurrió algo.
—Ya se, ve con él, y dile que lo espero en una cuadra mas enfrente.
—¿Y por que haría eso?—preguntó Marcus.
—Por qué somos colegas, así que tienes que ser solidario, anda ve— dijo Reen y le dio un ligero empujoncito.
El pobre Marcus se sintió usado y estafado, caminó hasta donde estaba toda esa gente amontonada y miró que Kai revisaba su teléfono, le hacían preguntas a montones pero él parecía no escuchar nada, y él X-97 no dejaba que nadie se acercara más de cinco metros.
—¡Señor Xuen!— Gritó Marcus, pero fue en vano, Kai no le hizo caso, miró hacia atrás y la chica ya no estaba, 《¿En qué me metí?》. —¡Señor Xuen, su novia le manda un recado!.
Eso captó la atención del hombre, alzó la vista y miró a Marcus directo a los ojos, lo examinó por unos segundos y le hizo una seña con la mano.
Marcus tragó saliva y se acercó haciendo a un lado a la gente que le preguntaba quien era él, no respondió, se detuvo cuando aquella máquina se paró justo frente a él y lo miró de arriba abajo.
—Está bien déjalo—dijo Kai. La máquina retrocedió y Marcus dio sólo un paso más, —¿Qué recado?—preguntó Kai con seriedad.
—Su novia dijo que lo esperaría una cuadra más adelante— Susurró Marcus.
Kai no dijo nada y solo subió a su auto, —De nada—dijo Marcus con sarcasmo.
Mientras tanto Reen estaba titiritando por el frío, hasta que un lujoso auto se estacionó frente a ella y la puerta del copiloto se abrió, ella se apresuró a subir y sintió incluso más frío que afuera.
—Puedes poner la calefacción — pidió ella mientras se acomodaba.
—¿Por qué me esperaste aquí?.
—Por qué no quiero ser la comidilla de la prensa, gracias.
—¿Quién era ese sujeto? —preguntó Kai y la miró para ver sus expresiones, ella no entendió su pregunta así que se quedo pensando.
—¿Cuál sujeto? —preguntó confundida.
—El que me dijo que estabas aquí.
—¡Ah!, ese sujeto, pues… no tengo idea, debe ser un doctor o un enfermero, no lo conozco— respondió Reen.
—¿Te gusta?.
—¿Qué?, no, ¿Por qué me gustaría?, te acabo de decir que no lo conozco —respondió ella y se frotó las manos, —Por favor, puedes encender la calefacción.
—Esta encendida —respondió Kai y puso en marcha el auto.