Madeleine se quedó mirando el celular de su amiga. Algo estaba pasando pero se había percatado de que ninguno de los dos se lo diría. ¿Debía contárselo a Junior? Al pensar en él, no pudo evitar sentirse nerviosa. Durante esos días, no había podido mirarle a la cara sin recordar la confesión que él le había hecho cantándole aquella canción. Era la primera vez que alguien le confesaba de aquella manera y no sabía cómo reaccionar. En ese momento, se percató del consejo que le había dado a su amiga. Ambas habían perdido a la persona que amaban, pero una de ellas había decidido continuar con la vida y ser feliz y otra se negaba a salir con nadie. Todavía le parecía que era demasiado temprano. Esa noche se había dormido pensando en la declaración de Junior. Salió de la habitación de su