Daelia.
Ha pasado una semana y me siento preocupada por Yaman. Me envió un mensaje hace algunos días pidiéndome que no me preocupara. Él estaba bien y que se había ido porque quería estar solo y pensar mejor las cosas.
Umur entra a mi habitación.
—Kadin, me siento preocupada por el señor Yaman.
—No te preocupes, estará bien. Umur, ¿recuerdas a la mujer que vino a ver a Yaman hace una semana?
—¿La mujer que vino por la tarde?
—Sí, ella. Yaman me dijo que esa mujer le trajo el diario de su padre.
—Lo entiendo, ese diario tenía tantos recuerdos escritos por el padre del señor Yaman. Me alegro de que lo encontrará, llevaba años buscándolo.
—Lo sé, él me lo dijo, esperemos que vuelva pronto, Umur.
—Eso me deja un poco más tranquilo, pensé que el señor tenía problemas en la empresa.
