La academia Parte 3

2032 Words
Lilith volvió a mirar la cafetería, a los estudiantes, los profesores, las personas que preparaban la comida al fondo, y no sintió que la miraran con admiración, al contrario. – No lo creo. Otro residente llegó a la mesa y tomó el lugar junto a Verónica – hola, soy Sam – se presentó – soy el residente de la profesora Santiago este año, me ha estado preguntando por ti toda la mañana, así que, ¿qué tal tu primer día? No fue una sorpresa – sí ella vuelve a preguntar, dile que ha sido excelente. Sam sonrió – tu cara lo dice todo. Otra chica se unió a la mesa – estoy agotada – miró a Lilith – soy Cinthia, ¿qué profesor de demonología te tocó? Lilith tardó en encontrar su horario y mirar el nombre del maestro – Lara – leyó. Cinthia torció la boca en una mueca – es muy estricto, una vez trajo un verdadero demonio a la clase para que sus alumnos lo interrogaran, lástima, pensé que estarías en mi clase, soy auxiliar del profesor Fuentes, el mejor demonólogo de la academia, ahora está en incapacidad porque se fracturó el pulgar de la mano izquierda, pero yo me encargo de todo. – Oigan, estoy pensando – dijo Sam – ella es una novata, participa en la novatada. Lilith agrandó los ojos, Percival ya había usado ese término – ¿qué significa eso? Cinthia le dio un golpe a Sam – no debemos hablar de eso, va contra las reglas. – No me golpees, lo digo porque no quiero que la novatada de este año venga de nuestro dormitorio. Sería muy vergonzoso – agregó Sam. De pronto, todos voltearon a ver a Lilith y ella estaba enloqueciendo, ¿qué era la novatada?, y, ¿era tan difícil explicarle? – por favor, alguien podría decirme qué significa. Verónica suspiró – durante la ceremonia de inauguración la directora dijo que había una sección de la biblioteca que estaba prohibida y que uno de los gimnasios estaba en reparación – habló sin mover los labios, usando telepatía para poner esas palabras en la cabeza de Lilith – son sus órdenes y en nuestro mundo las reglas importan, pero los adolescentes tienen tendencia a la transgresión, sí les dices que algo está prohibido, más ganas tienen de hacerlo, ¡ves a los chicos de adelante!, a la derecha. Lilith giró la cabeza de una forma muy obvia y miró al grupo de estudiantes de primer año reunidos en una de las mesas, reconoció a Cecilia, la chica que habló sobre el mago Vignon. – No hay secciones prohibidas en la academia – dijo Verónica usando la telepatía – cada año la directora inventa dos lugares y coloca trampas para los que se sienten con ganas de infringir las reglas, esa es la novatada y es muy importante, porque en nuestro mundo, las reglas lo son todo. Muchos magos han muerto por no seguirlas. – Chicas, luego platican, tenemos que comer antes de que se termine el receso – señaló Cinthia. Lilith miró su plato, después a los estudiantes, muchos de ellos terminarían la preparatoria y se irían a universidades mundanas para ser arquitectos, dentistas, artistas o lo que ellos quisieran, menos del veinte por ciento se quedarían en la academia para especializarse. Pero todos, ya fuera que decidieran ser magos o no, eran objetivos de los demonios, porque el cuerpo de un mago era mil veces más atractivo que el de un mundano. – Sí tienes alguna duda puedes preguntarnos – dijo Verónica. Esa parte de su día fue mejor de lo esperado y solo le restaba una clase, demonología con el profesor Sebastián Lara, el amante de la secretaría Karina, que trabajaba en el ministerio los fines de semana. Inesperadamente, Lilith pensó en Percival. Ese era su primer día de clases y él lo sabía, lo hablaron durante su última conversación, pero no le había enviado ni un solo mensaje. Antes de que iniciara la clase, escribió de prisa y su celular salió volando hacia el techo. – No es cierto. El adolescente sentado delante suyo se burló, esa era la clase de tercer grado y a diferencia de las expresiones de sorpresa del primer grado, lo que recibió fue una total apatía. El maestro llegó a la clase – buenas tardes a todos – tomó una silla y la volteó para sentarse – el semestre pasado un estudiante me preguntó por qué todas las clases de demonología comienzan de la misma forma, ¡primera regla; los demonios mienten!, los demonólogos parecemos obsesivos repitiendo esto cada semestre, y es verdad, yo lo digo muchas veces, la causa es el primer libro de demonología escrito en el siglo XVII, y parte de un punto muy importante, escuchen con atención, un demonio que no tiene cuerpo, depende de un objeto físico para moverse, no puede usar sus poderes, tampoco controlar su entorno ni usar su talento mágico, díganme con una sola palabra, ¿qué puede hacer? Lilith estuvo a punto de alzar la mano y decir; encontrar debilidades, forzar a una persona a entrar en un espacio mental, leer pensamientos de otras personas, cambiar su apariencia para simular ser el fantasma de una niña herida, entre otras cosas que experimentó, pero la respuesta tenía que ser una sola palabra. – Hablar – dijo el estudiante que estaba sentado delante de Lilith mientras los demás buscaban en los libros. El profesor asintió – es correcto, tomando en cuenta las limitaciones de un demonio, lo único que puede hacer es hablar, y miles de personas, magos y mundanos, han muerto a lo largo de los años debido a este poder, ¿alguien puede explicarme? – Manipulan – dijo una estudiante en la fila del frente – se presentan como familiares fallecidos, o como genios que cumplen deseos, ellos explotan las debilidades de las personas, les ofrecen lo que más desean y así consiguen que hagan lo que necesitan. – Muy bien. Más de uno está pensando, “yo jamás me dejaré engañar”, y tiene sentido, sí cualquiera de ustedes llega a casa y se topa con un genio, ni siquiera lo pensarán, es obvio que se trata de un demonio, o sí de repente un familiar al que perdieron se presenta con la forma de un fantasma y les dice, “fue un error, yo no debí haber muerto, necesito que hagas esto para devolverme a la vida”, estamos de acuerdo en que ninguno caerá con un truco tan simple, el problema, es que no será así como los demonios los tentarán, ellos usarán tácticas especiales para cada uno de ustedes, tácticas hechas a la medida, nada de lo que hayan imaginado se comparará a tener un demonio frente a ustedes, y, ¿por qué les estoy diciendo esto?, porque actualmente, hay más demonios activos que magos, esto significa que estadísticamente, cada uno de ustedes se topará con al menos un demonio en su vida. El salón se volvió silencioso. – Saquen sus libros, página doce, analizaremos el primer caso y armaremos una tabla, después cada uno de ustedes hará un análisis del segundo caso, así que presten atención para que puedan hacerlo bien. Lilith miró su celular de reojo y abrió su mochila para sacar su libro, los estudiantes a su alrededor dejaron que su magia sacara los libros y sus lapiceros escribieron solos. La clase fue más relajada, el profesor Lara les contó un caso real, desglosándolo lo más que pudo para que ellos identificaran el momento de la liberación y del contrato, también analizaron las tácticas del demonio y juzgaron qué tan efectivas fueron las acciones de los demonólogos que atendieron ese caso. Al final cada estudiante leyó el segundo caso y elaboró su propio análisis, y mientras Lilith identificaba la personalidad de la víctima, el maestro aplaudió – terminó la clase, ya pueden irse. Lilith buscó su celular para mirar la hora porque no podía creer que ya hubieran pasado dos horas y recordó que su celular, estaba pegado al techo. Los estudiantes de tercero recogieron sus cosas, esa era su última clase del día y pronto, Lilith fue la única que quedó. El profesor Lara recogía también sus cosas. Lilith caminó por el pasillo – profesor. – En intendencia te darán una escalera, generalmente te dicen que no puedes usar el celular en las primeras horas, tú pasas de salón en salón, así que pudiste saltártelo, pero no es excusa. – Hace dos meses vi a un demonio – soltó, aferrándose a su mochila – un hombre entró a la tienda de mi tío, me ató a una silla y puso un libro demoniaco delante de mí para que lo viera. El profesor volvió a sentarse – lamento que hayas pasado por esa experiencia y me alegra que estés a salvo. – Gracias, lo que quiero decir, ese demonio hizo que se formara mi espacio mental, tomó la apariencia de alguien a quien conozco y dijo que mi talento mágico estaba sellado, lo extraño, es que fue verdad – se humedeció los labios – tenía una maldición que sellaba mi talento y en el ministerio me ayudaron a romperla. Pensé que todos los demonios mentían. El profesor asintió – no lo tomes como una crítica, eres una persona desconfiada. Lilith se sorprendió. – Lo vamos a analizar en la siguiente clase, pero te puedo adelantar, cuando decimos que los demonios ven nuestras debilidades, lo hacemos para sintetizar, lo que ellos realmente hacen es ver tus emociones, debilidades, fortalezas, virtudes, lo que te produce miedo, lo que te emociona, lo que más ansías en la vida, todo el paquete, el demonio que te atacó supo que tú esperabas una mentira y te dijo la verdad, eso es lo que te hace dudar, lo que siembra la incertidumbre. El ser humano necesita certeza, si está enfermo se trata, si está sano celebra, pero el punto medio es lo que lo vuelve loco, cuando no tienes la certeza de algo, afecta toda tu vida y te vuelve vulnerable, los demonios fáciles de vencer son los que tienen prisa, se presentan ante ti, usan sus tácticas y los enfrentas con hechizos o magia mental, los demonios complejos, son los que elaboran una estrategia de meses o años, y lentamente te quitan la certeza y te dan una nueva realidad, una en la que ellos son los únicos que tienen la respuesta absoluta. Lilith sintió que su piel se erizaba. – Hay un ejemplo que me gusta usar, la criminología usó el reconocimiento de huellas dactilares, los ladrones compraron guantes, la tecnología nos dio cámaras de seguridad, los ladrones compraron máscaras, el gobierno le puso placas a los coches, los ladrones las intercambiaron, para cada medida hay una contramedida, en el mundo de la demonología ocurre lo mismo, los magos compran amuletos, los demonios los esconden, los magos dudan y tratan toda la información como mentira, los demonios dicen la verdad, cada caso es diferente, por eso analizaremos todos los que vienen en el libro. Lilith asintió – gracias por decirlo. – Fue un placer – sonrió el profesor y giró la muñeca derecha, al instante el celular de Lilith bajó del techo y terminó en su mano – lo dejaré pasar esta vez, pon atención en clase – se lo entregó. – Gracias. El dormitorio estaba vacío, los otros residentes debían estar en sus clases, ella terminó el día temprano, subió los escalones y se recostó sobre la cama. – Primer día. Alquimia era la materia más sencilla, demonología era teoría y lo mismo iba para historia y psicología, el problema era control de magia, la academia solo le daba pociones para las clases, sí quería practicar por su cuenta tenía que comprar los ingredientes, las botellas, preparar las pócimas y usarlas para hacer que su magia fuera visible. Fue gracioso, antes solía ser ella quien vendía ingredientes y sacaba provecho de las necesidades de los estudiantes. En su celular tenía mensajes de sus padres y de su tío, todos preguntando cómo le había ido en su primer día, el chat del “chico cuervo”, seguía en blanco.
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