La mente humana era un artefacto imperfecto, con errores repitiéndose infinitamente en un circuito que no aceptaba la concepción misma del error, eso era lo que la volvía tan manipulable. Después de varios siglos esperando y de visitantes que no sobrevivían después de activar el mecanismo de la habitación, el demonio observó a un mago caminar por entre los pasillos, su mente era precavida, pasaba las manos por las estanterías, pero el demonio no podía sentir el contacto directo, porque ese mago, llevaba guantes sumamente delgados. Bueno, nunca fue famosos por rendirse ante los retos. Su libro cayó al suelo provocando un sonido seco y dos pares de ojos lo miraron, eso fue inesperado, miró hacia atrás y vio a una mujer atada a una silla, muy joven, su corazón latía ruidosamente y sus deseo

