La vida estaba llena de cambios, nada perduraba. Aún las cosas que se creían más seguras, se transformaban, evolucionaban o eran destruidas. Viejos amigos, abuelos o conocidos, llegado su momento morían y dejaban una gran ausencia, las relaciones, aún las más sólidas y fuertes, terminaban, nuevas vidas llegaban a los hogares y quienes creían que envejecerían en un mismo empleo, renunciaban para cambiar su perspectiva de la vida. La vida, era un cambio constante. Ese fue el pensamiento en la cabeza de Megan mientras terminaba de secarse el cabello, a principios de semana fue a la estética y pidió luces rubias, también eligió un nuevo corte que la hacía ver más madura y compró un vestido. Era su cumpleaños. – Estará bien – pensó en voz alta, abrió su caja de maquillaje e hizo un pequeñ