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Dharani
Abro los ojos de golpe, me siento y puedo observar que estoy en una cómoda cama, aun siento que estoy flotando, siento mi garganta arder y un dolor insoportable. ¿Por qué carajos me siento así?
La puerta se abre y veo al hombre que estaba conmigo antes de matarme. ¿Un momento?
—Mi reina, no se esfuerce en hablar, la herida que tiene en el cuello es algo grande, debemos esperar a que todo haga su función.
¿Todo, que diablos es todo? ¿Dónde está Iatar y Kratto? ¿Aslak? ¿Dónde está Daem?
—Puede que tenga muchas preguntas que quizás yo no puedo responder, llamaré a alguien que le ayude.
Asiento aunque ya no me veno sé donde estoy. No sé qué más ha sucedido ¿cuanto. Tiempo llevo aquí?
La puerta es abierta nuevamente y veo a istar entrar por la puerta, ella me mira y se le cristalizan los ojos
—¡Dharani! ¿Cómo te sientes?
Asiento para que sepa que estoy bien, Tarik no se aparta de la puerta e istar me hace una seña discreta.
Le llamo y con señas le pido que me busque una hoja y algo para escribir. Tarik lo aparece con un movimiento de manos. Debo aprender a controlar estos poderes que se supone que tengo.
Escribo la petición y creo que frunce el ceño cuando la lee.
¿Quiere que la deje a solas?
Asiento.
—Pero su majestad usted no puede estar sin protección...
Levantl mi mano interrumpiendo sus próximas palabras.
“Ella es mi guardiana, estoy a salvo”
Escribo y él asiente inconforme. Sale de la habitación y esperamos a que se aleje y ella comienza a hablar con rapidez.
—Tenemos que irnos de queso Dharani, ellos tienen a Aslak y Kratto, él quizás ya esté muerto.–solloza–,tenemos que irnos ahora.
Trato de tranquilizarla.
“define tienen” escribo y ella mira hacia todos lados.
—Los tienen cautivos, Aslak es un dragón que se supone estaba extinto, según todos aquí él es peligroso.
“¿Y Kratto?”
—El guardián de un demonio cazador, obviamente deben matarlo, pero sin Daem aquí no será necesario, pues es cuestión de horas para que Kratto muera.
Siento una opresión en el pecho. No quiero que el muera.
"yo me encargo de todo, confía en mi"
Ella asiente y arrugó la hoja y hago lo que mejor se hacer y le prendo fuego con las manos. No quiero evidencia de esta conversación.
—Su majestad tiene visita. –anuncia Tarik desde afuera.
Hago un movimiento con mi mano y la puerta se abre dejándome ver la expresión perpleja de mi custodio.
Me levanto de la cama y camino hasta la salida. Me detengo al no sentor a Istar, la miro y le hago una seña para que me siga.
—Yo me encargo de...
—Istar es mi guardiana, agradezco tu gesto pero no necesito más que eso. –dogo apenas audible–, quiero a mi dragón afuera, ahora.
—Eso es imposible su majestad.
Lo miro perpleja y con furia contenida.
—¿Qué has dicho?
—Es peligroso.
Me acerco hasta él y baja la mirada en cuanto me tiene enfrente.
—¿Quién eres tú?
—Tarik
—¿Cuál es tu papel en mi reino?
—Servir y obedecer a su majestad.
—Bien, ahora quiero que obedezcas mi orden Tarik. Quiero a Aslak afuera y a Kratto también.
—Pero su majestad...
—Sin peros Tarik, –lo interrupo y puedo ver la furia recorrer su mirada–, no me obligues a tomar decisiones duras ahora.
—Como usted ordene, me disculpo por ser tan imprudente.
Camino por el pasillo por el que estoy siendo escoltada junto a Istar quien toma mi mano.
—Gracias Dharani.
—Kratto es mi amigo también Istar, es lo único que me queda de Daem.
—Su madre ha hecho algo precioso en el jardín, también hizo cosas muy lindas en el castillo que mandaste a buscar para nosotros.
—Iré a verla más tarde.
Istar asiente complacida. Entramos a una habitación bastante acogedora, rústica y llena de gente, pero no es gente común, no cuendo son atendidos por pequeñas driadas.
—Su majestad, la reina Dharani, Ragana Dvigubai.
Todos en el salón hacen una reverencia extraña, no sé si pueda acostumbrarme a esto.
—Todos ellos vienen por que quieren ser parte del clan Dharani. –susurra Istar en mi mente.
—¿Cómo puedes hacer eso? ¡Oh por el cielo, acabo de hacerlo también!
—Relájate, ¿quieres? O lo van a notar. Solo elige a quienes creas conveniente, los que puedan ayudarnos en caso de una... Guerra.
—¿Guerra?
—Su majestad, todos en este salón estamos dispuestos a formar parte de su clan, estamos ansiosos de mostrarle de lo que somos capaces.
—Bien, vayamos afuera, creo que será mejor idea.
—¿Afuera con esa bestia oscura? Ni loco. La manada de ese animal mató a toda mi descendencia lo único que quiero es arrancarle las escamas y usarlas como escudo.
Siento de nuevo esa furia arder dentro de mi. Alzó mi mano y lo señaló, sus pies se despegan del suelo y flota hasta mi, sus ojos están demasiado abiertos y su piel empieza a perder color.
—Entonces tú no puedes pertenecer a mi clan. Así que tienes 4 segundos para irte antes de que te use como aperitivo para mi bestia. –siseo molesta frente a su cara.
Lo dejo caer al suelo y tose en busca de aire y sale de ahí como puede.
—Aslak no es ninguna bestia, es mi dragón, parte de mi, él habla conmigo y te entiende, y por si aún no lo han entendido, no se irá de aquí. Quienes no estén cómodos con eso váyanse ahora, por que tendrán que estar con el todo el tiempo.
Varias personas salen del salón con pasó presuroso, casi puedo oler el miedo en ellos. Las personas que se quedan ahí me miran fijamente.
—¿Alguien más?
Todos niegan con la cabeza.
—Bien, es hora de que me demuestren de que están hechos.
Salgo del salón y camino hasta el jardín en donde puedo ver a Tarik tratar de tranquilizar a Aslak pero sin suerte. El ruido de un azote al aire me hace detener mi andar, luego el rugido dolido de Aslak me hace reaccionar.
—¡Basta! –grito con todas mis fuerzas haciendo que mi garganta arda–, ¿con que derecho tratas así a mi dragón?
—Su majestad yo...
—Aléjate de mi vista antes de que te mate.
El tipo sale corriendo y yo floro hasta el hocico de mi dragón, el gime y yo deshago las cuerdas de hierro que lo sellaban.
—Todo va a estar bien, no volveré a dejarte solo, ¿entiendes?
Él en respuesta gruñe bajito y resopla. Lo acaricio y cierra sus ojos ante mi contacto.
—Escuchenme bien, siendo honesta no sé que demonios vaya a pasar de ahora en adelante, no les prometo que todo saldrá siempre bien y que no habrá errores, por que es por esa misma razón que estamos aquí. Pero lo que si puedo prometer es que estaré lista para lo que sea que venga.
»Yo no voy a obligarlos a quedarse, quiero que sea su decisión, quiero que entiendan que pueden decir que no si si eso es lo que quieren. Y quiero que la persona que se quede se sienta en familia, en confianza, que si tienen un duda acudan a mi sin miedo, pero sobre todo que estén dispuestos a luchar por mantener esta familia que apenas empieza.
Un hombre de cabello claro da un paso al frente y sonríe. Siento mi cuerpo flotando pero había abajo, ¿eso es malditamente posible? Pongo los pies en la tierra y hace una reverencia que me hace hace vivir un deja vu. Tiene ojos azules, azules cor mar.
—Su majestad, para mi será un honor servirle, ser parte de esta familia. Lo he perdido todo y no me queda nada más que usted.
—¿Cuál es tu nombre? –cuestionó y las piernas me flaquean.
—Mi nombre, su majestad, es Daven Dobrev, traído a la vida con la espuma del océano, rey de las aguas, a sus pies.
—¿Cuál es tu poder, Daven?
—Puedo mostrarle el futuro, mi reina. Domino las aguas, las Criaturas que habitan en ellas, la lluvia, el hielo...
—Muéstrame. –le pido y me tiende su mano. Dudo en aceptarla pero me exica que así es como funciona.
Al tomar su mano me muestra mientras vuelo con Aslak y... Un momento, hay un par de dragones más ahí. Uno pequeño y otro igual a mi pequeña lagartija.
—¿Cómo es... Cuándo?
—El tiempo varía, dependiendo de sus decisiones, su majestad.
—¿Puedes mostrar el pasado?
Tarik se acerca y lo detengo.
—El no confía en mí, y espero que mostrándole lo que estoy a punto de mostrarle usted crea en mi antes que en él. –susurra en mi mente y yo me congelo.
—¿Cómo demonios?...
—¿Me permite su mano?
Asiento y tomo su mano de nuevo, las imágenes que pasan por mi mente hacen que el corazón se me paralice y vuelva a latir con mucha fuerza, hay un poco de miedo y odio en mi interior, pero el sentimiento de felicidad es aún más grande cuando me doy cuenta de todo lo que puede pasar en un futuro cercano o no pero estoy dispuesta a esperar.
—¿No mientes?
—No mi reina, usted puede comprobarlo entrando a mi mente en el momento en el que crea correcto. De hecho puede buscar una Lézer, para que este completamente segura.
—Oh por el cielo.
—¿Dharani, estas bien? –cuestiona Istar.
—Lo quiero cerca, pero se discreta. –susurro en su oído. Ella asiente y le hace una seña para que se pongo de este lado.
Apenas puedo procesar lo ocurrido y si no fuera por Istar no sabría ni a quien estoy eligiendo para estar en el clan. Hay hombres y mujeres muy poderosas, pero hay una que llama mi atención, su piel es tan morena que brilla, de ojos grandes y cabello rizado, cuando sus ojos hacen contacto con los míos los aparta y escucho esa intromisión en mi mente.
Daem Dorcha no esta muerto, y yo se donde puedes encontrarlo. Solo no revele mi poder, no todos entenderían.
Siento la sangre abandonar mi cuerpo. ¿Daem esta vivo? Eso quiere decir que Kratto también lo está.
—¿Tarik, donde esta Kratto?
El parece palidecer y luego recompone su postura.
—Murió anoche, enterramos su cuerpo cerca del río.
—Bien, váyanse todos, tengo cosas que hacer, Tarik se va a encargar de hacerles saber todo lo que deseen.
Tarik se va no muy convencido con mi mandato pero accede, me acerco a Istar y le susurro un par de instrucciones antes de escuchar de nuevo su voz.
—Junto al roble al pie del río, dentro del tronco hay una puerta que tiene que abrir con una gota de sangre, baje las escaleras y lo encontrará. Tercer calabozo a la izquierda.
—Es hora de irnos. –anuncio.
—¿A dónde vamos?
—A salvar a tu novio.