Rose bailaba con Susi mientras que Diego platicaba con algunos de sus amigos. Susi se divertía mucho, cuando de pronto miró que el semblante de Rose cambió totalmente. —¿Estás bien?. Rose miró hacía abajo. —Creo que ya va a nacer. —¿Qué?, ¿Hablas en serio?. La fuente de Rose se había roto, y después vino un calambre que la hizo arrugar la cara. —¡Cielos!, ve por Diego. Susi asintió y corrió en busca de Diego, cuando lo encontró gritó. —¡Rose va a dar a luz!. —¿Ahora?. —Diego corrió a buscarla y ya algunas personas la atendían. —Alguien llame a una ambulancia. Para Rose todo fue muy rápido, no se suponía que la bebé llegara hasta dentro de un mes más, pero al parecer ya no soportaba estar en el vientre de su madre y quería salir. Ella respiró con fuerza cuando otra contracción l

