(El día del accidente) Noelia subió las escaleras del edificio casi volando. No sabía si el práctico desayuno que había comido le daba la energía o la emoción de saber que pronto se embarcaría en una aventura al lado de la persona que ella sabía era el amor de su vida. Llegó al pasillo que donde se encontraba el piso 505, el piso de Sohet, uno de los manda más de la editorial y caminó sin dudarlo hacia la puerta. —Muy bien Noe, sólo le dirás que te tomarás una semanas ¿va? Esas semanas de inspiración que te ayudarán a tu siguiente libro ¿estamos?— Se preguntó.—Estamos.— Se respondió y luego llegó a la puerta. Noelia tocó la puerta con la mano y esta se abrió inmediatamente, parecía como si no se hubieran percatado de que la habían cerrado mal. La abrió aun más y con cuidado para no