Por primera vez en la vida Noelia no tenía un plan. Desde que era pequeña los hacia, le ayudaban a regir su vida, a asimilar todo a no perderse, pero ahora, no lo tenía y eso no era del todo bueno. Parecía ser que ella milagrosamente se había sobrepuesto de la caída, que, a pesar de tantos golpes y de rodar escaleras abajo, había salido victoriosa y que ahora era un gran problema para las personas que se lo habían hecho. Después de la conversación con Sohet, Noelia tuvo el sueño de su “accidente” y se despertó de un salto para encontrarse en un piso completamente sola. La cabeza le daba vueltas y sentía como su cuerpo, aún adormecido, le pesaba de tal manera que no le permitía reaccionar. ―¿Hola? ―Preguntó como pudo. De pronto un cuerpo entró por la puerta y se acercó corriendo a ell