¿No me extrañaste? Dos meses después…. —Oye Kate, ¿Vendrás mañana cierto? — —Si, claro, estaré ahí — —¡Genial! —dijo un joven mientras alzaba sus pulgares, —Rayos, es tarde, perderé mi primera clase, ¡Nos vemos mañana! — Kate sonrió y suspiró, su jornada laboral recién empezaba, trabajaba en una pequeña cafetería a lado de la carretera, justo frente a una gasolinera, el lugar perfecto para detenerse a echar gasolina y para detenerse por una taza de café y una rebanada de pastel, No era un lugar desolado, de echo había muchos locales cerca y lo que era mejor es que el pequeño departamento que Kate rentaba estaba a solo unas cuadras, era pequeño, pero de algún modo era perfecto solo para ella, —Tú le gustas— Kate dejó de sonreír y miró a su colega de turno, —No claro que no— —