Cuando tu vas, yo ya fui y vine.
—¿Y bien, cómo está mi esposo? —preguntó La verdadera Francis mientras se miraba en un espejo de bolsillo,
Kate tragó saliva y la miró a detalle, —Está bien… él está bien—
—Bien, ponme al día, no quiero errores—
Kate no sabía cómo esa mujer iba a hacerle para engañar a Harrison, él sin duda iba a darse cuenta, esa mujer no se parecía en nada a ella, tenía unos labios gruesos, eran bonitos, pero no eran como los de ella, tenía un rostro fino y unas cejas muy marcadas, inclusive el color de cabello era diferente,
¿Cómo iba a sostener aquella mentira?, eso ya no iba a ser más su problema, ella ya había cumplido con su parte del trato,
—Pues… no hay mucho que contar, a él no le gusta que lo llamen por su nombre o por apodos, tienes que llamarlo, señor
