Capítulo 2

4693 Words
Me he levantado temprano con la esperanza de que mi querido padre me deje ir de compras con los chicos tal y como lo habíamos planeado ayer... siendo un día como hoy posiblemente lo haga y aunque no quiera salir con los guardaespaldas aquí en Australia es mejor que estén cuidando mi espalda. Contado hoy (Junio 28) faltan solamente cinco días para mi partida hacia Alemania, es por eso que quiero pasar todo el tiempo con mi familia pero desgraciadamente nos reuniremos hasta hoy por la noche. Hay una persona que desearía ver antes de irme a Alemania pero las posibilidades de que pueda hacerlo son nulas, ese chico es en verdad mi favorito y le echo mucho de menos. Esta noche es la gran fiesta en celebración por mi cumpleaños veintidós, no puedo siquiera negar en que estoy emocionada hasta tope por eso, mi padre ha estado los últimos días organizando todo y mi madre ha estado como una loca con arreglar la mansión y demás. No tengo mucho interés en que vengan personas que solo lo hacen con fines "amistosos-económicos", sé que la mayoría de invitados son los socios de la empresa de mi padre. Mi cumpleaños ideal sería tener un almuerzo o cena con mi familia pero mi padre está siendo diligente con todo esto así que esta bien. Lo único malo de mis fiestas de cumpleaños son todos los "posibles pretendientes" que llegan ante mí con obsequios que según ellos podrían comprarme, boberías, mi lista de "ex novios" es muy larga y apostaría un noni a que vendrán esta noche. Espero que solo por este día mi padre no trate de presentarme a algún hijo de sus socios o amigos, siempre que me presenta a alguien y término saliendo con él para darle gusto a mi padre, su insistencia en que debo encontrar un buen marido es un dolor de cabeza. No quiero casarme, por lo menos no en un par de años quizá cuando termine mi carrera y tenga que tomar las riendas de la empresa. El matrimonio en la familia Alderweireld se considera algo sagrado, casarme con alguien de mi edad, que tenga un buen título, es decir que venga de buena familia, cosa que en Australia es difícil. La idea del matrimonio no me aterra en lo absoluto de hecho me parece interesante pero creo que será difícil encontrar a alguien compatible conmigo, me refiero a que nuestra relación sea amor no interés económico o algo parecido, pero es algo difícil conocer a alguien normal si estoy en el visto público, los miembros de la monarquía constitucional están tras de mi todo el tiempo y eso es fastidioso. Nacer en una familia privilegiada no es siempre tan hermoso como los nobles piensan que es, sé que hay personas que desearían estar en mi lugar, tener dinero, lujos, extravagancias y todo lo que le sigue a una familia con alto nivel social y económico. El problema de tener todo esto es que todos te conocen pero tú no conoces a nadie, todos te ven como la chiquilla hija de papi que no puede hacer nada si no tiene sirvientes por todos lados y para ser sincera quizás es cierto, pero no conmigo, lamentablemente soy una persona extraña que no puede verse superior y ver de menos a los demás. No puedo defenderme de ser criticada de lo anterior, sobre todo cuando mi padre tiene cierto poder político, mi padre aparentemente es dueño de medio país (no en forma literal) maneja diversos campos del país que le atribuyen un cierto poder en el ámbito económico en el país y a nivel internacional. No es la gran cosa, la monarquía australiana podría verse intimidada por mi padre pero es todo por el bien de la población. Es por esta razón que mi padre siempre ha pensado en que debería tener un esposo de mi misma posición y que pueda apoyarme a la hora de tomar cargo de la casa, ya saben prácticamente soy heredera a una de las casas elitistas más grandes de Australia. Cosas aburridas... y definitivamente espero llevar una vida fuera de lo excéntrico en Alemania porque no me gustaría sobresalir en nada. Entro al comedor pero me informan que este día mi madre ha decido tomar el desayuno en la terraza, lo que ya lo hace muy extraño pues ella detesta comer al allá arriba porque según ella un paloma podría pasar encima y ya saben. Antes de subir a la terraza paso buscando a Bear pero no está ¿se habrá ido tan temprano con sus amigos? Ese chiquillo desde que papá puso un chofer a sus órdenes no para de ir a ese centro comercial a jugar con sus amigos, por lo menos es un pequeñín que puede disfrutar de su niñez tanto como lo hice yo. Mientras me dirijo al elevador que da hacia la terraza me pongo en cuenta que no he visto a Louis, nuestro mayordomo, es muy raro porque usualmente él es quien se encarga de despertarme, a decir verdad no he visto a nadie del servicio, aunque es domingo... quizá tienen descanso o algo. El elevador llega a la terraza y salgo de el con una muy interesante energía extrema, antes de dar el paso vuelvo a ver hacia todos lados pero no hay nada ni nadie, paso de largo el jacuzzi que me sigue pareciendo un excesivo gasto para lo poco que lo utilizamos. Mi madre y sus cosas, y mi padre y sus maneras de consentidor excesivo. Vuelvo a ver hacia todos lados pero no veo nada que pueda parecer a un desayuno, consulto la hora en mi móvil pero apenas son las ocho treinta. -¿Mamá? ¿Papá? ¿Bear?- pregunto al aire pero no recibo respuesta. Le doy un recorrido a lo largo de la terraza observando hacia todos lados ¿Y si los secuestraron? ¿Se fueron de viaje sin mí? ¿Un ataque de alienígenas donde se han llevado a mi familia para sacrificarla? Lo último es muy probable... si, podría ser... Mi cumpleaños comienza con mi familia sacrificada... me pregunto si el seguro de vida podrá servirme para un buen tiempo. Tendré que mudarme a una casa pequeña, si pongo a la venta las cosas de Bear podría hacer mucho dinero... si, podría ser. Me distraigo de mis pensamientos cuando de la nada comienza a sonar una canción, vuelvo a ver hacia los jardines y en efecto la música viene de esos lados, comienzo a caminar a medida voy comprendiendo la música y comienzo a sonreír, no lo puedo creer. Me acerco al borde y veo a mi familia cantarme el feliz cumpleaños, no lo puedo creer. -¡Feliz Cumpleaños Nicci!- mis padres, Bear, mis amigos. -¡Feliz Cumpleaños querida Nicci!- mis abuelos y mis tíos. -¡Feliz Cumpleaños a ti!- nuestros empleados. -¡Te queremos Nicci!- gritan todos. No los han secuestrado, es más toda mi familia está reunida. Quiero llorar. Todos están ahí cantándome el feliz cumpleaños y eso ya lo hace jodidamente especial para mí, siempre he pensado que no hay nada más bonito que mi familia y amigos. Mi padre me mira con emoción y yo solo quiero bajar para abrazarle. Como amo a mi padre. -¡Les quiero mucho!- grito emocionada. -¡Tenemos una sorpresa para ti!- grita mi hermanito. Observo todo el lugar esperando ver algo especial para mí pero nada. -¡Mira el cielo cariño!- grita mi padre. Vuelvo la mirada hacia arriba, comienzo a escuchar un zumbido que cada vez se hace más fuerte, vuelvo a ver hacia el lado de las canchas y mi boca comienza abrirse cada vez más, no me lo creo. Una avioneta comienza a trazar Love you en el cielo. No me lo creo. Vuelvo a ver a mis padres. Es él, es él. Seguido escribe un HBD. Me va a dar algo. -¡No lo puedo creer!- grito emocionada. Este sin duda es el mejor de los cumpleaños que estoy teniendo. -¡Es Kolet! ¡Papá had traído a Kolet!- grito emocionada. -¡Me encantaría tomar el crédito pero ha sido Bear quien ha preparado todo!- vuelvo a ver a Bear. Voy a bajar y lo voy a besar.  -¡Te amo Bear!- grito. -¡Cariño baja inmediatamente!- grita mi abuela. Claro que lo hare, los besare a todos. La avioneta comienza a descender sobre la pista de aterrizaje. Corro hasta el elevador y comienzo a presionar el botón con rapidez como si esto haría que apresure la bajada, Kolet está aquí, ¡Kolet está aquí! ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿seis meses? No puedo creer que mi hermanito haya traído a al chico que más adoro en este mundo. Llevo al primer piso y tengo que hacer uso de todos los atajos de la casa para llegar rápidamente al jardín. Comienzo a correr lo más rápido que puedo y vaya que desearía ser flash, soy de esa clase de mujer sentimental que cuando le dan una sorpresa bonita le dan ganas de llorar de emoción. En el momento que llego al jardín lo primero que hago es correr a brazos de mi padre, no puede haber otro hombre más maravilloso que él, ha traído a mi familia a toda la familia. Esto es sin duda algo muy importante para mí, mis abuelos William y Nera, mis tíos Sebastian y Saffara cargando al pequeño Dinozzo, Miki, Adonii, Darel y sobre todo Kolet. Estoy enamorada de Kolet.          -Feliz cumpleaños mi pequeña.- susurra en mi oído y yo quiero llorar. –Quiero que este día sea el más feliz de tu vida, y sobre todo que lo disfrutes al máximo.- como no enamorarme de mi padre. -Gracias papi, te amo con todo mi corazón.- seguido de ellos abrazos a mis tío Sebastian que me carga y comienza a darme vueltas por el aire. -¡Tío me harás caer!- grito riendo. -Nunca dejaría que algo le pasara a mi sobrinita preciosa.- se ríe mientras giramos. –Nicci feliz cumpleaños, espero que este día sea muy especial para ti.- se detiene y me abraza, mi tía Saffa también se acerca a desearme lo mejor, hace que Dinozzo me dé un besito y yo muero de ternura. -¡Ven aquí chiquilla malcriada!- mi abuela me abraza. –Cómo has crecido jovencita, ¿Cuántos años tienes diecinueve?- todos reímos.  -Tengo veintidós abuela.- rueda los ojos y le resta importancia. -Perdona a tu abuela cariño, está más loca que una banda de vándalos.- mi abuelito me abraza y yo le recibo cariñosa. –Esta mujer loca ni siquiera recuerda como se llama.- me rio de la idea. Los siguientes en abrazarme son mis amigos, Adonii me abraza con tanta fuerza que siento mis tripas salirse de sus lugares (mi padre lo separa de mi). Miki con una mirada de picardía me dice que tiene una super-duper sorpresa para mí y que está muy emocionada porque celebremos mi cumpleaños. Darel, como mi confidente y como siempre el hijo educado bajo régimen militar me da un abrazo firme y un beso educado. Como lo amo. Los siguientes son los jefes de servicio en representación de cada uno, por suerte en mi familia somos muy liberales y no vemos de menos a aquellos que ayudan a mantener la mansión con todas sus cosas en su lugar. Louis es el jefe de mayordomos y el que me ha ayudado en más de un escape de la mansión. Lauren es jefe de las mucamas, ella es muy estricta pero es la que cuida que Bear no quiebre ninguna reliquia familiar y sobre todo la que cuida que no escape de casa como yo. El problemático aquí es nuestro jefe de seguridad. -Señorita Alderweireld feliz cumpleaños.- me da la mano. Le veo por unos segundos. Ni siquiera sonríe. -¿Me vas a dar un abrazo?- abre los ojos como platos. –Si no me abrazas no lo aceptare, ya sabes, me pondré triste y seguramente depresiva lo que podría llevarme al suicidio.- abre la boca y finalmente sonríe. -Feliz Cumpleaños Nicci.- me abraza y yo lo acepto feliz. Yo sé que en el fondo es bien sentimental. Me separo de ellos y saludo a los demás con la mano que hacen una pequeña reverencia. Me giro hacia la izquierda al escuchar el carrito de golf detenerse. Sonrío con toda la felicidad del mundo, vuelvo a ver a Bear y lo abrazo con fuerza a lo que se queja pero no me importa, es mi pequeñito y si no fuera mi hermano me casaría con él de inmediato. -¡Nicci!- grita Kolet al bajar del carrito. Es Kolet. Comienzo a correr hasta él. Maldición está más guapo que nunca. Llego hasta el solo para tirarme en sus brazos. -¡Kolet!- digo emocionada. -¡Kolet de verdad estas aquí!- le digo. Me abraza con fuerza y me dan ganas de llorar. -Nunca en mi vida me perdería el cumpleaños de la chica que más quiero en este mundo.- me dice. No puedo creerlo, es en verdad el mejor regalo de cumpleaños. Kolet es mi hermano adoptivo, es hijo del difunto mejor amigo de mi padre. Al fallecer sus padres, mi padre decidió hacerse cargo de él, me lleva apenas tres años pero prácticamente hemos crecido juntos desde que yo tenía cinco años. Kolet ha estado en estudiando y trabajando en el extranjero por más de cuatro años, lo que lleva a decir que nos vemos poco y para ser sincera no esperaba verlo ahora, él es prácticamente una parte muy importante en mi vida. Mis padres son políticos, empresarios, etc, eso me llevaba a tener una vida un poco solitaria pero Kolet siempre estuvo ahí, ambos nos entendíamos y por eso lo quiero con toda mi alma. -Te he echado mucho de menos, ¿tienes idea de cuento?- -Si es tanto como yo te eche de menos a ti, entonces si.- me miro. Me separo un poco y el frunce el ceño. –En estos meses has engordado mucho.- quiere que lo mate... -¿Quieres morir?- pregunto con una sonrisa. –Estoy feliz de que estés aquí pero te matare si dices una sola palabra de mi peso.- digo con todo el cariño que le tengo. Bear se acerca a nosotros y me da la mano. -Kolet estas más feo que antes.- le dice. No reparo en reírme. -Y tú estas enano como siempre.- Bear me vuelve a ver. -Hermana... hay que deshacernos de él.- no estoy más de acuerdo. -¡Eh chicos dejen a su hermano en paz!- dice mi madre. Kolet se acerca a ella. -Madre estoy feliz de verte.- la abraza. Mi padre también se acerca a él y lo abraza. Kolet es prácticamente parte de mi familia aunque haya decidido no cambiar su apellido a Alderweireld. Mis abuelos también lo ven como parte de la familia y por lo consiguiente mis tíos que también eran apegados a sus difuntos padres que para ser sincera no recuerdo mucho. Después de una docena de felicitaciones me entero que realmente hay un enorme banquete preparado en la terraza. Parece que Lauren y Louis han hecho de las suyas y han preparado todo en un nanosegundo. Nos desplazamos mientras todos me van abrazando y yo de verdad estoy emocionada por todo esto. Adonii sujeta mi mano pero esta vez no es mi padre quien lo aleja de mi sino que Kolet, podría decir que ellos dos nunca se han llevado meramente bien. El banquete es sensacional, mi padre me canta una canción junto con mi tío Sebastian y yo no sé si reírme y subir esto a YouTube o simplemente guardarlo para mis memorias. Es una escena muy graciosa. A la canción se le une mi abuelo dándole un tono tan peculiar que no hace más que hacerme morir de risa. Creo que hasta el pequeño Dinozzo está llorando por esta actuación. Pasada ya lo que mi padre llama "primera celebración" mi abuela me toma de la mano y con una copa de champaña en la otra me hace bajar con ella hasta el jardín. Todos bajamos y en un momento dado todos comienzan a verse nerviosos. ¿Qué ahora? -¡Cariño ven a ver el regalo que te tiene tu abuela!- mi abuelo comienza a gruñir porque la abuela lo ha excluido otra vez. -¡Tenemos un regalo para Nicci! ¡Ambos! No me excluyas mujer.- gruñe. Me toma de la otra mano. Bajamos por el elevador mientras los demás tienen que tomar las escaleras lo que hace que mi abuela y yo nos burlemos de ellos. -¡Hagan ejercicio! El que llegue primero compra las botellas para la noche.- me rio de su comentario. Mi abuela es todo un caso. Llegamos al jardín y yo estoy emocionada por lo que me dará mi abuela, conociéndola podría esperarme cuatro hombres vestidos de policías y con unos músculos sobresalientes. No hay mujer que me comprenda mejor que mi abuela. Nos reunimos con el resto de la familia y puedo notar la mirada inquietante de mi padre, ¿puede una vez en la vida dejar de preocuparse por todo? -Madre espero que no le hayas traído a algunos de esos chicos a Nicci porque no te lo perdonare.- conoce bien a la abuela... -Amaroo no seas baboso hijo ¿Por qué los traería aquí? Prefiero llevar a Nicci...- -¡Madre!- la riñe antes de que termine. Aún recuerdo la primera vez que mi abuela me llevo a un club... creo que tenía dieciséis años, todo fue muy intenso y ahí comprendí que hay hombres demasiado atractivos en el mundo para tener conformarme con el primero que encuentre. -Madre no incites a Nicci a hacer esas cosas.- -Suegra por mí no hay problema, la próxima vez iré con ustedes.- como amo a mi madre. Mi padre comienza a gruñir. No sé por qué piensa que mi abuela es una mala influencia para mí y para Bear, es decir, mi abuela es una excelente mujer que a pesar de todo nunca engañaría a mi abuelo. Mi padre es un exagerado. -No le hagas caso al amargado de tu padre, que el fuera un jovencito aburrido todo el tiempo no significa que Bear y tú también lo tienen que ser.- abrazo a mi abuela porque tiene toda la razón. –Tu abuela como siempre tiene solo interés en que sus nietos vivan una vida normal.- total razón. Mi abuela me guía hasta la entrada de la mansión. Todos caminamos en caravana y yo estoy a la expectativa de ver mi gran regalo, ¿Qué será? Si no son hombres no sé qué puede ser. Llegando a la entrada me quedo como una estatua, no lo puedo creer ¿es ese mi regalo? -¿Es ese mi regalo?- pregunto. -No tonta ¿Cómo te van a regalar un rastra?- dice Bear. Ni siquiera me molesto en volver a verlo. Comienzo a caminar a pasos sumamente lentos, la parte trasera se abre dejando descender un precioso y espectacular auto blanco. Mis abuelos me han regalado un auto, es decir ya tengo autos pero este en especial es precioso, le dije al abuelo que me encantaba y ahora véanlo aquí. -Abuelos...- digo. Ahora si quiero llorar, no soy alguien materialista pero vamos, este auto es una preciosidad. -¡Abuelos es un regalo maravilloso!- me doy la vuelta y corro a abrazarlos a ambos, esto es maravillo. -Vamos cariño, ve a probarlo.- me dice la abuela. –Con ese llegamos al Ravioli en un segundo.- el Ravioli es el restaurante de comida italiana de mi familia. Vuelvo a ver a mi padre que con cara de agobio me sonríe, no puede hacer nada en contra del regalo de mis abuelos y lo sabe. Tengo permiso de conducir, ¿Qué le hace preocupar? Soy la mejor conduciendo, siempre me ha encantado la velocidad. Me acerco al auto y me maravillo cada vez mas, el hombre (que no es feo) baja del coche y con una enorme sonrisa me entrega las llaves. -Todo suyo señorita.- sonríe. -¡Voy a besarte!- le digo. Antes de que pueda tirarme a él mi padre interfiere y me aleja. Es un Audi maravilloso, no es más que es eso. -¡Abuelos muchas gracias!- entro al piloto y no dudo en querer encenderlo. -Este es un auto especial, esta registrado con su voz y solo con ella puede encenderlo.- ¡uau! El chico audi me explica como tengo que hacerlo y en cuento le hayo el truco el auto se enciende al escuchar mi voz diciendo "enciende". Es maravilloso. -Muchas gracias.- digo bajando del auto otra vez. -Cariño esto no es nada, te mereces esto y más preciosura.- los abrazo con toda la fuerza posible. Abuelos como estos solo podría haber en libros, pero para mí no, están aquí y son los mejores. –Además no te preocupes por nada, la testaruda de tu abuela quería dártelo ya aunque yo le dije que lo mejor era que te lo entregaran en Alemania.- la miro incrédula, no lo había pensado. Me ire a Alemania. -Abuela me has traído un auto que no podre usar.- se encoje de hombres y le resta importancia diciendo. Como la amo. -Claro que no, ¿Cómo te íbamos a regalar un auto si no estarás aquí? Estando en Alemania te lo enviaremos, llegara en un día o dos, pueden darte uno haya pero este ya es tuyo.- mi abuela es verdaderamente algo. –No podía ser tu cumpleaños y no dártelo ¿cierto? Este auto ha estado bajo supervisión y ya ha pasado todas las pruebas de seguridad.- vuelve a ver a mi padre que asiente satisfecho. -¡Uau Nicci! Es el Audi A4 2017, no hay duda que tus abuelos tienen un gusto espectacular.- asiento. Es un auto espectacular y será el más indicado para recorrer Alemania. Todos se acercan a mí y me miran sospechoso. Me dicen que es momento de los regalos y yo niego, ¿más regalos? Con esta mañana me basta y sobra. -Nicci hoy es tu cumpleaños y como somos miembros de tu familia y tus amigos cercanos es momento que te demos nuestros obsequios.- dice mi tía Saffa. Ellos son los primeros en acercarse a mí. Solo espero que no me regalen un avión porque no tengo licencia de piloto, aun no. -Tenemos una sorpresita para ti.- sacan una cajita y me la entregan. La abro y es una tarjeta, mejor dicho es una tarjeta de acceso. –Con esta tarjeta podrás ir al en Palatinato, Alemania. Durante todo el año puedes ir y venir como tú quieras y con quien tú quieras.- me guiñan el ojo. No sé qué piensan que iré a hacer a Alemania, viviré con un hombre que seguramente me tratara de la misma manera que mi padre. -Tíos muchas gracias.- los abrazo. Un hotel eh, podría ir con ese medico de manera de agradecimiento. –Esto me servirá mucho.- los beso a ambos. Podría invitar a Labrador Vetra en manera de agradecimiento, supongo. Mis amigos también se acercan a mí y entrecierro los ojos al ver lo que traman. Adoni parece entusiasmado y saca una caja y me la da. Conociendo a mis amigos espero que no me regalen entradas a clubes nocturnos y espero que mi padre no se desmaye si es así. -Feliz cumpleaños Nicci. Te quiero mucho.- me abraza. Abro la cajita y son dos anillos troquel de oro grande y otro de piedra negra, el primero tiene mis iniciales sobre el símbolo de la empresa. –Me he adelantado a tu padre y he mandado hacerlo, es igual al boceto que me enseñaste. El segundo también tiene tus iniciales en oro pero son más pequeñas para que no sobresalgan, no sabemos lo que encontraremos en Alemania.- asiento, son preciosos. -Muchas gracias Adonii son maravillosos.- lo abrazo con fuerza. –Me ha encantado es gusto como lo quería y vaya que mi padre se pondrá celoso.- beso su mejilla y siente de acuerdo.          -Nicci. Feliz Cumpleaños.- Darel saca una caja larga y me la entrega. –Espero que te guste, lo mande a diseñar para ti.- abro la caja y es un reloj de oro blanco y pequeños diamantes encima, adentro tiene el dibujo de una esfinge y sobre él tiene escrito mi nombre y mi fecha de nacimiento. En la parte de abajo tiene una dedicatoria. "Te quiere. D. Z." -Es hermoso Darel, nunca lo perderé de vista.- lo abrazo y le doy un beso. Seguido Miki se acerca a mí y me mira con picardía. Saca una tarjeta y me la entrega. Si es lo que creo que es estoy segura que mañana terminare con resaca. -Este es mi regalo y te aseguro que te encantara.- me guiña un ojo. Abro la tarjeta y es una reservación en un bar exclusivo. –He contratado a unos chicos buenísimos y nuestros amigos de la universidad estarán ahí para celebrar tu cumpleaños, sabes que ellos no pueden ir a la fiesta de esta noche así que tenemos una sorpresa para ti.- arqueo una ceja. –Beberemos mucho y quizá haya más.- me rio. He prometido nada de sexo con extraños a mis padres así que eso no está en la lista. -Gracias Miki.- la abrazo. Esta chica es una adicta a los hombres y no se quien la ha mal influenciado. Me quedo levemente extrañada al ver a Louis acercarse a mí. Los del servicio siempre me dan algún obsequio pero me ha parecido muy extraño que Louis venga en representación de todos. -Feliz cumpleaños señorita Alderweireld. Como jefe del servicio me permito entregarle este obsequio en nombre de todos los sirvientes de esta casa.- saca un sobre y me lo entrega. Que es, que es. –Por favor acepte este humilde obsequio y por favor siéntase libre de disfrutarlo como a usted le plazca, tiene lo largo de un año y tres meses para darle uso.- uau, ¿Qué es? En nombre de todos los del servicio de la casa, ¿Qué es? Sonrío emocionada. De manera muy educada toma mi mano y la besa deseándome un muy feliz cumpleaños. Lou nunca aprenderá a tratarme con normalidad. Abro el sobre y tan solo sacarlo a la mitad estoy apunto de desmayarme ¿es esto lo que ha llamado humilde? Me va a dar algo, en serio que si. Es un boleto de viaje con destino a Inglaterra, Francia, y Portugal. Una semana en cada país. No me la creo. -Esto es genial, Lou estoy muy agradecida.- lo abrazo. No puedo creer que gasten su dinero en mí y sobre todo con regalo tan lujoso. –Ustedes son parte de esta familia, los quiero con toda mi alma.- termina devolviéndome el abrazo y por segundos deja la rigidez de su vida. Un auto, una estancia en un hotel cinco estrellas en Alemania, un anillo monarca, un reloj hecho oro blanco y diamantes, una fiesta en un bar de lujo, un viaje a los países de Europa, Kolet esta aquí ¿Qué más puedo pedir? ¿Un millón de dólares? A este momento no me sorprendería que mis padres me lo dieran. -Cariño lo mío es algo común pero sé que es algo que te podrá servir en algún momento, quiero que lo tengas porque quiero demostrarte que he trabajado duro todo este tiempo.- mete la mano en su chaqueta y saca un sobre negro. –Esto podrás usarlo de la manera en que tú quieras, es completamente tuyo y espero que puedas utilizarlo mientras estés en Alemania, cualquier cosa solo tienes que usarla porque es tuya, para lo que quieras recuerda que esto es por ti.- me entrega el sobre y de inmediato lo abro. Frunzo el ceño al verlo, solo es una tarjeta negra. -¿Una tarjeta para un motel?- bromeo. Este me mira y me abraza. -¿Para un club de sexo?- pregunto y escucho a mi padre gruñir. -Es una tarjeta por un millón punto cinco de dólares americanos.- me separo de él y le miro incrédula. –No me mires así, no hay nada más valioso que tú y quiero que tengas esto.- un ¿un millón de dólares americanos? Son alrededor de setecientos mil en dólares australianos. -¿Seguro que quieres dármelo en américa es mucho dinero?- pregunto. Me vuelve a abrazar. -Cariño ahora puedo permitírmelo y sé que a ti te servirá en algún momento.- ambos reímos. En efecto, este cumpleaños ha traído muchos lujos y me pregunto que si hay algo especial en esto. Me siento cohibida, todos estos regalos de lujo son maravillosos, pero lo que me importa es que todos estén aquí por mí, porque me quieren y claro que yo también los quiero con toda mi alma. No veré a todas estas personas por un año y estoy maravillada en que ellos piensen tanto en mí, es por esa razón que amo a todo el mundo. Los lujos son lujos, algo material pero insisto lo que realmente valoro es ver a mi familia reunida y disfrutando conmigo. Y aún falta algo, el regalo de mis padres que es la fiesta de esta noche, tratare de disfrutar todo lo que pueda con ellos.
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