Capítulo 4.- Me gustas.

3046 Words
Megan: La puerta de mi habitación se volvió a abrir y de pronto un escalofrío recorrió mi hermoso cuerpo al escuchar esa voz tan masculina, —¿Un violador hee?, Es la primera vez que alguien se refiere así de mí, ¿Cómo debería de castigarte?— Me quité la colcha de encima y miré al apuesto Alec recargado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados, usaba un suéter de lana color blanco y unos pantalones negros, su cabello estaba ligeramente despeinado, pero eso solo lo hacía lucir aún mejor, —¿Qué haces aquí?—pregunté y me levanté de la cama, —Ya te lo dije vine a invitarte a salir—respondió él mientras me miraba de pies a cabeza, —No, no quiero salir contigo— Alec sonrió como si yo fuera una gran mentirosa y negó con la cabeza, —Te doy quince minutos para que te vistas, te espero abajo, no me hagas subir de nuevo—Dijo aquello como una advertencia, La puerta de mi habitación se cerró y entonces recordé que estaba en bóxer y playera, “¿Por qué mi madre lo dejó entrar?”, sentí el calor en mis mejillas, ¿Qué debía hacer?, me estaba volviendo loca, me puse lo primero que encontré que fueron unos pantalones de mezclilla de color azul y una sudadera roja, sujeté mi cabello en una coleta y salí de la habitación, me sorprendí de ver a mi padre reír junto con Alec, hacía mucho que no lo escuchaba reír. —Ahí estas, ¿Querida por qué no nos habías hablado de este joven?—preguntó mi madre con voz coqueta, justo ahora me estaba avergonzando, ¿Por que actuaba como una adolescente? —No lo conozco…,no se por que esta aquí….Alec, ¿Hablamos afuera?— pregunté tratando de no tartamudear por los nervios, Alec sonrió muy dulcemente e hizo que se me revolviera el estómago, —Con permiso señor Anderson, espero verlo pronto, traeré a Megan antes de las 12— —Claro, ni un minuto antes—dijo mi padre en broma y sonrió, mientras yo lo miraba con el ceño fruncido, —Cuídense—dijo mi madre, “En verdad me odian”, Yo salí de la casa de mala gana y Alec salió detrás de mi, un hermoso auto azul estaba estacionado afuera, parecía nuevo, —Pensé que serías un poco más femenina— dijo Alec mientras me causaba unos escalofríos, —Y yo pensé que dormiría temprano está noche, la vida está llena de decepciones— Alec no dijo nada más, pero pude ver una ligera sonrisa en su rostro, abrió la puerta del auto y me miró, —¿Qué?—pregunté, —Sube al auto— ordenó, —Claro que no, vamos, ¿Dime qué quieres de una vez? , no me subiré a tu auto, no quiero ser violada y asesinada, gracias— —Solo para que te sientas mejor, no me interesas, mis padres quieren conocerte— Eso me dejó aún más confundida, —¿Por qué?, Alec…mira, deja de ser tan raro, tengo que estudiar, así que anda…vete a tu casa y descansa—dije y me atreví a darle unas palmaditas en su espalda, como si fuésemos dos buenos amigos, Alec se rascó la cabeza y me sujetó del brazo, fue tan rápido que en un dos por tres ya estaba en el asiento, cerró la puerta y subió por el otro lado, murmuraba algo que no pude entender, —¿Estás loco?, No quiero conocer a tus padres—mis intentos por abrir la puerta fueron inútiles, la puerta no abría, "maldita sea", —Dime algo, ¿En qué año naciste?—Preguntó Alec mientras conducía, yo solo resoplé y miré por la ventana, no iba a contestarle a mi secuestrador, miré por dónde conducía, estaba conduciendo hacía las montañas, estaba conduciendo hacía la nada, todo se empezaba a poner muy tétrico, —¿A dónde vamos?—pregunté un poco más cautelosa de no molestar al violador sentado junto a mi, —A casa de mis padres, ya te lo dije quieren conocerte— —¿Puedes decirme por qué?, tú y yo ni siquiera somos amigos— Alec tenía el rostro sombrío, se miraba como un supermodelo anunciando una nueva marca de auto, sus grandes manos blancas sujetaban el volante con fuerza y aceleró un poco, parecía que él tampoco quería estar en esta situación, entonces, ¿Por qué me traía?. —Lo sabrás pronto— —Eso no me dice nada, déjame bajar, ¡AUXILIO!— Mi grito hizo que Alec frenara de golpe, y mi frente golpeó contra el tablero, instantáneamente las lágrimas brotaron de mis ojos, mi resistencia al dolor era nula, Alec se miraba solo un poco preocupado y por esa razón lloré aún más fuerte, —Deja de llorar—ordenó él y miró hacia otro lado que no fuera a mí, —Eres muy malo…ahora puede darme un derrame cerebral, me voy a morir, ¡Mamá, Papá!... — —¡Basta!, Deja de ser tan dramática— Muy en el fondo Alec trataba de calmarme, pero todo lo que estaba logrando era hacerme sentir peor, y por otro lado yo quería ver el infierno arder, así que solo estaba fingiendo un poco, —¿Por qué me secuestraste?— —No te secuestré, ya te lo dije, mis padres quieren conocerte y eso es todo, deja de llorar…por favor— Mis lágrimas se detuvieron enseguida al escuchar su tono más suave y gentil, —Esta bien—dije con una sonrisa y mientras limpiaba mis mejillas llenas de agua, Alec se miraba frustrado y ansioso, y solo condujo en silencio por el resto del trayecto, ja, segúramente se arrepentía de haberme traído, ¿Qué quería?, está situación era muy loca, y se puso aún peor, llegamos a un vecindario qué parecía muy privado, un guardia nos dejó entrar al vecindario y fue muy formal al saludar a Alec, las casas eran realmente muy lujosas y grandes, ¿Qué tipo de gente vivía en este lugar?, Tenían que ser millonarios por supuesto, pasamos siete casas hasta llegar a una casa de color café claro, con un hermoso frente, Alec estacionó junto a una camioneta negra y se bajó del auto, fue muy caballeroso al abrirme la puerta, pero yo aún creía que algo estaba muy mal, ni siquiera conocía lo suficiente al tipo, como para decir que éramos amigos, ni siquiera éramos conocidos, ¿Por qué sus padres querían conocerme?, —¿Vives aquí?—pregunté y recordé que él era el hijo de un mafioso, —Si— La respuesta de Alec fue muy simple y cortante, debía de haber unas veinte casas en este vecindario, ¿Qué lugar era este?, Y ¿Por qué estaba tan aislado? Lo seguí hasta la entrada y él me miró una última vez, abrió la puerta y entro primero, —Adelante, pasa— Yo tragué saliva y entré con mucha cautela, me sentía muy nerviosa, una señora que parecía ser una sirvienta por su uniforme n***o, llegó junto a nosotros y nos dio la bienvenida, me guio hasta la sala y me ofreció algo de tomar, yo no acepte nada, no quería ser drogada y despertar al otro día sin un riñón, no gracias, me senté en un bonito sofá de color blanco y miré la hermosa decoración de la sala, era muy moderna, muebles blancos y cafés, azulejos blancos, grandes ventanales, pinturas coloridas, y hermosos floreros con flores de colores, todo se miraba muy limpio y ordenado. —Dile a mi madre que ya estamos aquí— ordenó Alec a la sirvienta y se sentó en un sofá lejos de mi, "No hagas enojar a los mafiosos y ya" , empecé a sentirme cada vez más ansiosa y Alec solo estaba entretenido en su teléfono, —¿Dónde está?— Una mujer muy refinada llegó a la sala, parecía emocionada y feliz, era muy guapa con una larga cabellera rubia y piel blanca lechosa, usaba un maquillaje muy bien elaborado y labios rojos, me miró y se llevó las manos al pecho, —Pero que bella eres y que joven— Yo la miré perpleja, no entendía ¿Que mierda pasaba?, me puse de pie y sonreí torpemente, la mujer al darse cuenta se puso más seria y dijo —Discúlpame, mi nombre es Katherine Barone, soy la madre de Alec y tú eres…— —Megan Anderson— —Que bonito nombre, que bonitos ojos tienes, Alec tiene mucha suerte—dijo la señora Katherine mientras me miraba de cerca, Mis nervios se hicieron aún mayores cuando vi al guapo caballero de aspecto serio y recatado que llegó detrás de la señora Katherine, usaba unos pantalones de vestir de color n***o y camisa blanca de vestir con una corbata roja, era un hombre maduro, muy bien dotado, tenía los mismos ojos negros que Alec, tenía una piel bronceada y hermosa, «Que hombre», mi corazón latió con fuerza —Él es mi esposo, Eliazar Barone, el padre de Alec— dijo Katherine, yo sonreí como estúpida y vi de donde había sacado Alec su atractivo rostro, —¿Así que tú eres la novia de Alec?— Mi mente regresó en si y lo miré confundida, —No…no soy su novia—respondí, —Aun no tiene tanta suerte— dijo Alec, yo lo miré con cara de pocos amigos y regresé la vista al frente, —Pues, bienvenida, siéntete como en tu casa, te quedas a cenar por supuesto— dijo el señor Eliazar, yo quería decir que no, pero no me dieron la oportunidad de decirlo, en fin, yo me moría de hambre, así que... ¿Por qué no?, La madre de Alec me miraba como si yo fuera la cosa más hermosa que había visto, yo no era para nada hermosa, aunque no era fea, tenía ojos de color avellana, mi madre decía que eran herencia de mi abuela, mi piel era blanca, había tratado de broncearme un par de veces pero nunca funcionó, mi cabello era de color n***o y largo hasta la cintura, y mi estatura era casi la promedio en una mujer, 1.68, no tenía nada llamativo en mi, Mi emoción se hizo evidente al ver todos los platillos de comida que traían a la mesa, pescado, carne, ensaladas, sopas, pastas, papas rellenas, mi boca se hacía agua con los deliciosos aromas que emanaban de esas deliciosas comidas. —Come lo que gustes, adelante— me dijo la señora Katherine con amabilidad, yo no quería parecer una cerda, por lo que traté de ser lo más educada posible. —¿Y te gusta mi hijo?— Yo traté de no atragántame con la carne en mi boca, tosí un par de veces antes de hablar, —No—respondí y tomé un poco de agua, Alec parecía muy serio, ¿Por qué no decía nada?, —Katherine no abrumes a la pobre chica, deja que coma—dijo el señor Barone, «usted si me entiende», ¿Por qué el era tan guapo?, "Es pecado pensar en un hombre casado" , mis pensamientos divagaban y la plática tomo otro rumbo, la señora Barone me preguntó si me gustaba el instituto, y ese tipo de cosas, y yo contestaba por amabilidad. —¿Estás en primer año?, ¿Qué edad tienes?— Esas eran las preguntas que quería evitar, —Si estoy en primer año, tengo 18-— —¿Perdiste años de estudios?— La señora Katherine parecía buena persona, pero ¿Por qué estaba tan interesada?, —Si, tuve un accidente y perdí tres años— —¿Un accidente?, ¿Qué tipo de accidente?— Esta vez el señor Barone no parecía querer salvarme, me miraba muy interesado y Alec me miraba de la misma manera, —Fue un accidente de auto, estuve en coma por dos años y medio— —Que horror—dijo la señora Katherine y me miró como una madre preocupada, —Pero estoy bien, tomaré un examen el mes próximo para adelantar un año— —Debes de ser una joven muy aplicada— dijo el señor Barone con su voz tan varonil, Yo sonreí un poco avergonzada y negué con la cabeza, —Alec te puede ayudar, él es muy inteligente, tiene las mejores notas de su clase— —No hace falta—dije rápidamente, Alec solo me miró como si yo lo hubiera insultado, Eliazar abrió una botella de vino y me invitó un poco, yo jamás había probado el alcohol pero ese vino era una delicia para mí paladar, la señora Katherine parecía una bebedora nata y me llenó la copa unas dos veces, entonces me di cuenta que mi resistencia al alcohol era nula, me puse ebria muy rápido, después de la cena nos fuimos a la sala donde Katherine me sirvió más vino, yo fui al baño y me quedé ahí unos minutos, me sentía un poco mareada y acalorada, Salí del baño y escuché que Alec hablaba con su madre, —Ella es muy bonita, deberías intentarlo aunque sea— —Ella no me gusta mamá, sabes que mi pareja es Roxanne, Megan no es ni la mitad de lo que Roxanne es— —Alec eres un tonto, Roxanne se entregó a otro, ya no es pura, jamás será aceptada como un Alfa, ¿Qué crees que pensará tu padre?— —Con ella o sin ella seré el nuevo líder, no dejaré que me quiten ese derecho— ¿De que mierda hablaban?, ¿Alfa?, ¿Esposa?, Sentí escalofríos y alguien tocó mi hombro, —¡aahhh!—grité y me tapé la boca de inmediato, —Lo siento no quería asustarte, ¿Estás bien?— Los hermosos ojos de Eliazar me miraban de un modo extraño, como si yo fuese un trozo de carne que el saboreaba, —Si—respondí un poco aturdida, el alcohol en mi sangre me estaba jugando una mala pasada, pero aún era consiente de lo que ocurría, —Hueles muy bien— murmuró el hombre con una ligera sonrisa que sólo inspiraba terror en mi ser, Yo miré a Eliazar, Acaso…¿Estaba coqueteando conmigo?, o ¿Estaba tratando de intimidarme?, —¿Está todo bien?—Preguntó Katherine, —Creo que Megan ya está cansada, Alec llévala a casa— ordenó el señor Barone, yo me despedí de la madre de Alec y salí de la casa, tropecé con un escalón y Alec me salvó de nuevo, me sujetó de la mano y de nuevo tuve esa sensación extraña, era un deseo s****l, mi corazón latía y mis manos sudaban, Alec me miró fijamente y me sujetó con fuerza de la cintura, sus ojos brillaban más que nunca, sin más sus labios tocaron los míos y eso hizo que la piel se me pusiera de gallina, el tiempo parecía haberse congelado, su lengua se abrió paso hacia mi boca y no me resistí, me sentí muy…cómoda y segura, estuvimos así unos segundos y fui yo la primera en alejarse de él, él había dicho que yo no le gustaba, ¿Qué estaba haciendo?. Fingí hacerme la tonta y me desmayé de mentiras, Alec me sujetó y me subió al auto, me hice la dormida por un rato, hasta que de verdad me dormí, desperté en mi habitación a la mañana siguiente, y me sentía muy rara, ¿Nos besamos?, ¿Por qué nos besamos?, Me sentía como una mujerzuela, ese había sido mi primer beso y lo había desperdiciado con el idiota de Alec Barone, tomé una ducha y me puse el uniforme del instituto, me sujeté el cabello en una coleta y me miré al espejo, mi madre me había regalado algunos maquillajes pero nunca los usé, aún me veía como una niña de quince años, ¿Quién era Roxanne?, me puse una ligera capa de maquillaje y un poco de labial rojo, nada muy exagerado, un poco de rímel y listo, me puse un poco de perfume y bajé a la cocina, —¡Vaya!, ¿Queremos impresionar a alguien?— Preguntó mi madre mientas me echaba un vistazo y cocinaba unos huevos, —No, solo…solo…— —Te ves muy linda cariño, me gusta—dijo mi madre y continúo cocinando, —Puedes tener citas, pero no dejes de ser buena alumna, ¿De acuerdo?—mi padre sujetaba un periódico mientras hablaba, Mi padre era genial en todos lo sentidos, —Bien— Desayuné rápido y estuvimos listos para irnos cuando llegó mi buen amigo Mathew John’s, me alegraba más de ver su hermoso Ferrari que a él, como fuera el me llevó a la escuela en lugar de mi padre —¿Cómo te está yendo?—Preguntó Mathew mientras conducía, —Bien— —¿Ya hiciste amigos?— —Si, una amiga— —Me alegra, pensé que tendría que pagarle a alguien— —No harías eso…¿O si?— Mathew solo me miró con una sonrisa y continúo conduciendo, —Tengo algo para ti, está ahí— dijo y señaló la guantera, y como el conducía yo busqué lo que fuera que él me compró, era una pequeña caja negra con un moño azul, Dentro había una pulsera de plata muy bonita y con pequeños diamantes rosas, —¿Y esto?— —Es para ti, por tu cumpleaños, no te regalé nada, así que ese es mi regalo— —Carajo, gracias—dije y me la puse con un poco de dificultad, —Megan…se que soy mayor que tú, pero…yo…tú me gustas— “Que carajo”. ▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️ LA MAYOR DECLARACIÓN DE AMOR ES LA QUE NO SE HACE; EL HOMBRE QUE SIENTE MUCHO HABLA POCO…. PLATON.
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