Víctor le dio la espalda a la mesa mientras tomaba un poco de agua, cada gota aliviaba su garganta, pero su estómago se volvía sumamente pesado, como si en vez de un trago, hubiera ingerido un garrafón de veinte litros, sus manos temblaron y había sudor frío bajando por su frente. Lo que restará de la reunión iba a ser un infierno.
Como pudo, volvió a la mesa y dejó la botella acomodada – listo, podemos comenzar.
– ¡Estupendo! – dijo Sarah y acomodo su Tablet sobre la mesa para que ambos pudieran ver la pantalla – este es el diseño de la tienda, Princesa, está pensada como una boutique completa, tendremos ropa, bolsos, zapatos, perfumes, cremas y joyería, cada sección estará separada por colores, nuestro concepto es la propuesta de un espacio femenino, cómodo y práctico, las marcas con las que trabajamos producen prendas para todo tipo de cuerpo y edades, no nos especializaremos en ropa para las mujeres jóvenes de veinticinco con cuerpos esbeltos, sino para todas las mujeres, las marcas de maquillaje tienen el certificado Ecocert Cosmetics, tenemos zapatos ortopédicos, para pie diabético y modelos que son seguros y cómodos, y esta es una de nuestras campañas principales.
Víctor se dio la vuelta para eructar y fingió toser, su boca seguía seca sin importar cuánta agua tomara – disculpe – dio la vuelta y miró la Tablet.
En la pantalla, se veía un espejo de tamaño mediano con forma circular e iluminación LED, de acuerdo a la descripción, tenía sensores que capturaban imágenes detalladas del rostro, analizaba textura, hidratación, poros y nivel de grasa, los resultados se mostraban después de diez segundos y estaban organizados en una tabla, se clasificaba el tipo de piel, se proporcionaba un diagnóstico y tenía la opción para conectarse con una impresora, el nombre del producto era DermaView.
– Esto…
– Lo explicaré – dijo Sarah y tomó la Tablet para abrir un archivo – esto que estamos viendo se llama “dermatitis seborreica”, afecta el cuero cabelludo, el rostro y el pecho, en el rostro, causa esta descamación grasosa – mostró la imagen – la piel se descama, enrojece, pica, muchas personas ven esto y piensan que tienen la piel seca, así que compran cremas para la resequedad. Pero en realidad, esto se produce por el exceso de grasa y las cremas empeoran el problema. Para esto, tenemos DermaView, un espejo que funciona con inteligencia artificial y permite analizar a detalle los padecimientos de la piel. El diagnóstico es preciso y nuestras agentes del cuidado de la piel estarán capacitadas para interpretar el resultado y ofrecerles a nuestras clientas el producto que necesitan en base a su tipo de piel y problema.
Víctor tragó saliva y asintió.
– Y así es como se ve en el cuero cabelludo, se confunde con la caspa, pero no es lo mismo. La caspa son pequeñas escamas blancas, la dermatitis seborreica es una infección, las escamas son más gruesas y amarillas, hay enrojecimiento de la piel, picazón. Este es un padecimiento grave que necesita ser tratado, y muchas veces, las personas piensan que es caspa y gastan una gran cantidad de dinero en productos que no les van a ayudar, la tecnología DermaView nos permitirá diagnosticar sin la necesidad de tener a un experto dermatológico y con un amplio margen de éxito.
Víctor respiró profundamente – se escucha prometedor. Pensé que el enfoque principal de la tienda iba a ser la ropa.
Sarah sonrió – lo estuve pensando y me parece que esto es más preocupante, aún no terminamos – aceleró las diapositivas para llegar a dónde quería.
La verdad, era que Princesa originalmente sería una boutique de lujo con marcas extranjeras, pero, cuando su abuelo murió y perdió gran parte del financiamiento, todas las marcas que hicieron contratos con ella, una por una, llamaron para retirarse. Como decían, las ratas eran las primeras en saltar de un barco hundiéndose, y eso era ella, un barco que se hundiría, si no encontraba inversionistas.
– Aquí está, actualmente tenemos un tema muy crucial con el aumento de la radiación solar, y la exposición prolongada en la piel puede causar envejecimiento prematuro, quemaduras solares, manchas y cáncer de piel.
Las manos de Víctor temblaban ligeramente.
– Es necesario usar ropa protectora, sombreros, gafas y, protector solar, el problema es que una buena parte de la población cree que el protector es solo para la playa, no saben que en estos días es una herramienta esencial para el cuidado de la piel, o que la radiación afecta incluso en días nublados, con DermaView podemos ver cuánto daño ha tenido la piel debido por exposición a los rayos UV y recomendarles la crema o tratamiento que necesita en base a esos datos, el objetivo no es vender un producto, sino darles a nuestros clientes el tratamiento que necesitan para su salud.
Sarah terminó su presentación y hubo silencio en la habitación, antes de venir Víctor revisó la información de mercado de las principales marcas de ropa. En cuanto a las cremas para el cuidado de la piel, y la dermatitis, estaba perdido, pero, Sarah lo explicó de una forma muy prometedora.
– Me gusta, ¿cuánto cuesta la tecnología del espejo? – preguntó Víctor.
La expresión de Sarah cambió levemente – es reciente.
– Y costosa.
– Vale la pena – interrumpió Sarah – es lo que hará única a nuestra tienda, es la diferencia con respecto a cualquier otra marca y usted puede ser parte de ella ahora, o verla en las noticias después.
Víctor siguió mirando la pantalla, más adelante estaba el diseño de la tienda, los colores, el logotipo de Princesa y los acuerdos con las diferentes marcas que trabajarían con ella. Una llamó su atención, diseñaban ropa para mujeres embarazadas.
Durante días, Regina describió a su hermana como; competente, inteligente, capaz y temeraria, usó tantos adjetivos positivos, que se preguntó seriamente si Regina odiaba a su hermana, o la admiraba, y al conocerla, entendió a qué se refería.
La planificación era excelente, cubrió todos los aspectos, redujo los costos después de perder la herencia, firmó con marcas alternativas y lo más importante, ahí estaba, después de que su familia le diera la espalda, luchando por sacar adelante su negocio, era muy admirable.
– ¿Cuántos socios tiene confirmados?
Sarah se mordió el labio – tengo varias propuestas en espera, aún no se ha confirmado, una vez que tenga asegurada la tecnología del espejo, será diferente – se aclaró la garganta – aquí está el presupuesto, la participación mínima es del 5%, si lo desea…
– Cancele las otras propuestas – dijo Víctor.
En el listado de socios, estaba el nombre de Sarah al comienzo y dos organizaciones más, apenas suficiente para el 15% del total de la inversión que necesitaba.
– Mi cliente cubrirá el total de la inversión.
Sarah lo miró fijamente – es demasiado, tengo otras propuestas, si necesita llamar a su cliente, puedo esperar.
No era una mala idea, para completar la obra, habría estado bien que Víctor se levantará, hiciera una llamada, le contará a Regina los detalles del proyecto, los cambios, y después de dudarlo, dijera que estaba listo para invertir, el problema, fue que necesitaba correr al baño y si Regina estaba en una cita con Leo, no iba a responder.
– Mi cliente ya pensaba invertir antes de su presentación y ahora estoy cien por ciento seguro.
Las manos de Sarah se apretaron por debajo de la mesa, si quería la inversión, la necesitaba y sabía que tenía lo necesario para convertir ese proyecto en un éxito, lo que le molestaba era la cantidad, con esa cifra, ella sería la directora general y otra persona, tendría el poder – prepararé el contrato.
– Genial – dijo Víctor y se levantó – tengo otra cita, llámeme cuando esté lista para firmar y haremos la transferencia, fue un placer – le dio la mano, después giró, abrió la puerta lentamente y una vez en el pasillo…, corrió al baño.
Sarah respiró profundamente.
*****
Sentarme en el asiento del copiloto hacía que todo fuera muy doméstico, casual, como una pareja de años.
Ese día llevaba un vestido y al sentarme, crucé las piernas y subí un poco el dobladillo, tuve cuidado de mirar por la ventana y solo un par de veces giré la mirada, Leo se veía muy concentrado en la carretera.
Hay personas que pueden estar físicamente a nuestro lado y emocionalmente a kilómetros de distancia. Así me sentía con él.
La entrada al complejo residencial exige una credencial para permitir el acceso y mi casa es la sexta desde el lado derecho, demasiado cerca, no supe a dónde se fue el tiempo, llegamos y él se detuvo.
– Gracias.
– Gracias por la comida – me dijo – buena suerte.
Pensé en darle un beso, en lanzarme sobre él y en hacer la pregunta más importante de todas, ¿qué demonios tengo que hacer para que me veas como mujer?, pero el ambiente entre nosotros era tan amistoso, que quería golpearlo.
– Te veré después – le dije y le di un beso en la mejilla lo más rápido que pude, para que no me rechazará.
Caminé por la entrada, quité la alarma y miré los muebles de la casa, había un arreglo sobre la mesa, un jarrón blanco con flores artificiales, lo sostuve y deseé lanzarlo contra el piso.
– Acabo de limpiar.
Di la vuelta y grité, Víctor estaba en la cocina, se veía demacrado, la mesa estaba llena de medicamentos y un plato con limones partidos en pequeños pedazos, se los estaba comiendo con sal.
Mi sufrimiento era emocional, el suyo era físico. Dejé el florero sobre la mesa del comedor, fui al refrigerador por una cerveza y me senté junto a él – lo odio. En serio lo odio, es tan denso, lo entendería si fuera terco – le robé un pedazo de limón con sal – hay personas que son muy obstinadas, hombres que actúan de una forma y esconden lo que de verdad son, pero Leo, es como si hubiera decidido que yo no seré parte de su vida, o que soy un monstruo con serpientes en la cabeza y él se pasea a mi lado cargando un escudo con un espejo, intento algo…, y termino convertida en piedra.
– No soy un genio, pero, si lo odias tanto, ¿por qué quieres casarte con él?
– Porque lo amo.
– ¿Estás segura?, quizá estás encaprichada.