– No quiero divorciarme. Así fue como el día de Leo comenzó, con una mujer de complexión robusta, largo cabello oscuro y un escote pronunciado, haciendo una fuerte declaración, Leo no se sorprendió, no era la primera ni sería la última vez que un cliente lo buscaba sin intención de divorciarse, solo para conocer sus opciones, el costo y las repercusiones. Por eso respondió – entiendo, ¿en qué puedo ayudarla? La mujer se mordió el labio – necesito evitar que mi esposo les haga una prueba de ADN a nuestros hijos, hay una ley para prohibirlo, ¿cierto? Leo pensó en Regina, en su familia y en todo el desastre que comenzó con la muerte de su abuelo y una prueba de parentesco – legalmente, él está en su derecho de hacer la prueba, siempre que lleve las muestras y espere de cinco a diez días.

