ALAN
Nos encontrábamos en el avión de regreso a casa Axel no había dicho una sola palabra, permanecía sumido en sus pensamientos con la mirada fija en un punto.
- Quizás solo se puso nerviosa, luego llamara y te explicara todo. –Intente suavizar la situación de alguna manera la sentía mal, por él me lo cambia dicho con tanto entusiasmo.
- Ya no importa.-dijo seco, lo cual era poco común eso solo significaba una cosa, su lobo probablemente se estaba saliendo de control y eso me preocupaba, su lobo era bastante agresivo e inusual cuando se enojaba.
- Podemos volver por ella.-agregue, lo que contesto marchándose a otro asiento del jet, inmediatamente me pare para salir del lugar, ahora más que nunca Axel podía enterarse de que había encontrado a mi mate. -Iré a descansar un rato, trata de serenarte.
Axel
Aún seguía sin entender lo que estaba pasado, quizás se había enojado por haberla dejado sola esta mañana, por más que le daba vuelta al asunto no conseguía entenderlo, la llamaría en cuanto llegáramos.
…………
Una vez en casa.
Alex
Una vez recibí la noticia de que estaban aquí, sabía que algo había pasado no fue hasta que vi a Axel bajarse del auto donde percibí con más claridad el aura de su lobo, estaba fuera de sí y los rangos normales, esto era muy poco común viniendo de Axel, pero muy poco temperamental, pero justo ahí estaba lo podía sentir dolor.
- Hermano. –salude, mientras me cruzo de largo. -¿me puedes explicar que le ha ocurrido? –cuestiono a Alan que venía bastante sereno y relajado, es como si se hubiese invertido.
- Ha encontrado a su luna. –informo.
- ¿lo rechazo? –dije temiendo la respuesta.
- Básicamente, aunque no.
- ¿Qué con el otro asunto?
- Lo hicimos ya son nuestro.
Al día siguiente
Al día siguiente
Alex
Todo seguía muy extraño en casa, Alan se había desaparecido y Axel continuaba sumergido en su habitación.
- ¿Me puedes explicar lo que sucedió? –dije sentándome en el borde de la cama.
- Ni siquiera, yo entiendo lo que sucedió. –resoplo descubriéndose la cara.
- Podrías empezar por el principio.
- Me la tope accidentalmente en el asesor estaba tan distraído que ni siquiera, me di cuenta de que era ella hasta que el asesor cerro.
- Me estás tomando el pelo, en serio que eres lento hermano, ¿corriste detrás de ella?
- No, me la encontré de nuevo accidentalmente en un restaurante, esta vez si puede confirmar que era ella, así que tuve que fingir que la conocía para conseguir una conversación me hubieses visto. –sonrió
- Un pez fuera del agua, nunca has sido bueno. –reí
- Ni siquiera te puedo describir lo que se siente es como si encajaras perfectamente con esa persona, te gusta y amas todo de ella, conversamos toda la noche, pero apenas conseguí su información básica y para serte sincero no podía contarle todo así y mucho menos obligarla o forzarla a venir.
- ¿eso fue lo que paso?
- Antes de eso fingí estar borracho, para que me dejara dormir en su habitación accedió y todo fue perfecto hasta que la deje en la cama, y cite en un restaurante para presentarle a Alan y despedirme, simplemente desapareció.
- Puede y necesite tiempo para pensarlo.
- Puede y la haya asustando.
- No creo, eres el chico más dulce que he conocido.
- Puede y haya sentido un poco incómoda con mi intensidad.
- Relájate, si en 2 días no aparece tu chica, iré contigo a buscarla.
Mía
Despierto la cabeza se me dolía horrores, ni siquiera podía abrir los ojos mis parpados se sentía pesados, como puedo intento saber lo que ocurre, mi cuerpo se sentía extraño, todo llega a mi mente rápidamente aquel chico, de mirada intimidante y brusco, como puedo reuniendo todas las fuerzas que tengo me siento en la cama y examino el lugar donde me encuentro el clima frío, y la habitación definitivamente no era el hotel, no pude evitar pensar lo peor y el miedo termino consumiendo, con paso torpe me dirijo a la puerta, pero mis piernas estaba torpe y todo me daba vueltas, termine vomitado hasta lo que no tenía y tirada en el piso de la fría habitación.
Alan
Llegue al refugio donde tenía a mi mate, desde que la sedaron no había despertado y empezaba a preocuparme.
- ¿Cómo estás?- pregunte al llegar.
- Aparecer se despertó, pero…
- ¿Pero qué? –dije serio
- Aparecer ha sufrido alguna reacción a la droga.
- ¿de qué me estás hablando?
- Ha vomitado y ha perdido la conciencia de nuevo.
- ¿Por qué diablos no me avisaron?
- Señor, nos dijo que fuéramos discretos.
- ¿Cómo está?
- Está mejor, pero quizás necesite un médico humano.
- No le he pedido opinión, su trabajo es cuidarla y no lo estás haciendo.
- Disculpe Alpha, no volverá pasar.
- Tampoco espero que pase, lo que paso con ella.
- Como ordene señor.
Axel
Había transcurrido una semana me disponía a salir mañana en un vuelo hacia RD, no había conseguido comunicarme con mía y el hecho de que pudo pasarle algo no dejaba de perturbarme.
- ¿Has visto a Alan? – cuestione mientras entraba al despacho.
- No, y no sé si preocuparme o alegrarme de que no está tan metido hasta el cuello, en la oficina con los asuntos de la manada.
- Ha estado algo raro. –dije mientras le echaba un vistazo algunos documentos.
- ¿seguro que no quieres que te acompañe mañana?-dijo mientras me miraba seriamente.
- Si, definitivamente no creo que sea lo mejor, no quisiera empeorar la situación.
- Más bien, tienes miedo de que te quite a tu chica. Dijo juguetón en forma de broma.- le resultaría irresistible, mis encantos y por supuesto los trucos que tengo bajo la manga.
- Si, por supuesto el gran Casanova. –dije arqueando las cejas.
- Créeme que será la más beneficiada, de mis aventuras. –dijo embozando una sonrisa.
- Cállate.-dije molesto.
- Eres demasiado……
- Aquí están.-dijo Alan con sorpresa entrando a la oficina.
- ¿Dónde estabas? ¿Está todo bien?
- Por supuesto, ¿Por qué no habría de estarlo?-dijo en tono tenso.
- ¿Qué es ese olor? –dije mientras lo examinaba.
- ¿Estás bien tú?
- Conozco ese olor de alguna parte.
- No sé de qué me hablas, pero iré a darme un baño he tenido un día agitado. –dijo para salir de la oficina.