Alex
- Creo que ambos se han vuelto locos, de ¿Qué olor estás hablando?
- ¿No ha sentido algo raro en Alan? –dijo inquieto y dando vuelta en la habitación.
- Bueno lo veo más relajado y tranquilo, ¿eso es malo? –dije sin entender mientras Axel salía de la oficina. –no vayas a enfadarlo, por favor.
Axel
De alguna manera mi lobo estaba como loco, así que debía descubrir cual era Lafuente de aquel aroma que me parecía tan familiar, así que Salí de casa y seguí el rastro si tenía suerte, me transforme y corri hacia el origen.
Alan
Maldije quinientas veces mientras me duchaba, no podía comprender como una simple humana me daba tantos problemas, se rehusaba a comer, y a beber las medicinas que le habían recetado, simplemente no entendía se supone que era mi mate y que por defecto debía amarme y quererme.
Horas más tardes
Llegue a una cabaña retirada la recordaba con precisión pase gran parte de mi infancia en ese lugar, con mis hermanos los recuerdo me abrumaron de inmediato, camine con paso decido hacia la entrada de inmediato varios lobo salieron reguardando el lugar, lo cual no entendí, no hay nada que cuidar allí ¿o sí? Mi curiosidad aumentaba con el paso de los minutos y con cada paso que daba, la comunicación con mi lobo era cerrada, era todo lo puesto a mi.
- No puede estar aquí. –dijo uno mientras gruñía
- A caso no me reconoces, soy tu alpha. –dije serio.
- Sí señor, disculpe pero el alpha mayor no ha ordenado, que nadie debe entrar aquí.
- Yo soy nadie, dije para seguir caminando.
- Por favor alpha, no queremos problema.
- Eso es justo lo que pasara, si no me dejan pasar ya empiezo a enojarme.
- Pero,….-retrocedieron y lo reconocí, posiblemente me estaba volviendo loco y estaba alucinando no podía ser posible, no, no
MIA
Mi pecho dolía a horrores, se sentía como estocadas y pulsadas en mi pecho, de alguna manera mi mente no terminaba de procesar todo lo que estaba pasando, aquel chico quien me había secuestro y traído a quien sabe dónde, sin ninguna explicación ni razón aparente me había arrebatado mi libertad, no dejaba de pensar en lo miserable que había sido mi vida y de cómo terminaría, justo cuando pensé que estaba a punto de cumplir todos mi sueños y metas.
En el porqué de alguna manera se había robado mi corazón con tanta ternura y en lo decepcionado que debe estar pensando que lo deje plantado y en si aun pensara irme a buscar, si en realidad era cierto lo que decía o simplemente ya ni se acordara de mi.
Axel
Axel
Una vez entré a la residencia, era tal como la recordaba solo que algo modificada, los recuerdos no tardan en llegar a mí los tres correteando por toda la casa, Alan y Alex peleando por los juguetes y yo llorando en una esquina gritando para que pararan de pegarse.
Aquel aroma me envuelve nuevamente sacándome de mi ensoñación, subo la escalera deprisa y sos guardián más me esperan arriba impidiéndome continuar.
- No hagamos esto. -advertir, mientras intentaba abrirme paso, dije en tono serio.
- por favor joven alpha, el señor se molestará muchísimo, ha sido bastante claro no quiere que nadie entre aquí.
- tengo el mismo derecho que él, ademas creo que tiene algo que es mío,¿por qué está cerrada? - dijé intentando abrir la puerta.
- le repito, no debe estar aquí y mucho menos entra a esa habitación. -dijó con Angustia.
- ¿Quien está ahí adentro?
- No puedo responderle esa pregunta. -dijó en una súplica.
- ¿no? Dije para romper la cerradura y entrar, al primer vistazo no había nadie pero, su aroma está aquí, examine detenidamente cada rincón hasta quedar perplejo al percatarme de la chica encadenada en la habitación dormida en el piso helado, sentí una pulsada atravesar mi corazón y mi lobo agitarse y luchar por el control, me acerque cuidadosamente a la chica y fue Justo ahí donde cada cosa empezaba a encajar, y las lágrimas se acomunaba en mis ojos ante la posibilidad, no podía ser capaz él era mi hermano mayor, debía velar por mí y cuidar de mi, inmediatamente reconozco su aroma y su tez de piel, su cabello el cual retiró lentamente.
- malditasea, nooo .- me negué mientras reconocía su cara.