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953 Words
- malditasea, nooo .- me negué mientras reconocía su cara, las lagrimas empezaron a correr con voluntad propia, deprisa me quite el abrigo y se lo coloco mientras la acojo a mi pecho, su respiración era leve y su cuerpo ardía. -  señor debe salir de  aquí. –informo con preocupación, mi lobo esta hecho rabia y dolido. - ¿Qué diablos estás haciendo aquí?, suelta a mi chica.-espeto Alan con la mandíbula apretada y furioso, sus puños estaban apretado y su respiración descontrolada, la rabia aumentaba a cada segundo. - ¿Cómo fuiste  capaz de hacerle esto, y de hacerme esto?-espete furioso, cada poro de mi cuerpo hervía, mis musculo se contraían por voluntad propia estaba a punto de lanzármele encima. - ¿te  has vuelto loco? ¿de qué diablo me estás hablando? –dijo  cabreado. - alejaste mi luna de mi, ¿Por qué diablos? –escupí con rabia. - ¿tú qué? Es mi luna te has vuelto loco.    Horas más tarde, la noche había caído. -          ¿Qué diablos ha pasado aquí.-dice Alex.-¿han perdido el juicio? -          Mi mate no desapareció y muchos menos me dejo el la secuestro.-escupi con desprecio. -          Axel.-susurro mientras se aferraba al borde la cama, lucia pálida y débil, para acto seguido caer al piso, su respiración se volvió aun más pesada.-le pasa algo, no creo que este bien ¿Qué diablo le hiciste? –dije si entender lo que le ocurría. -          Suelta a mi mate.-dijo Alan, destilando rabia en cada una de su palabras y avanzando así mi, inmediatamente Alex se interpuso aun confundido por la situación, nos había encontrado peleando. -          Es mi mate también. –gruñí en respuesta. -          Tú no tienes ni la más mínima idea, ya que tu propio lobo se inmuta de ti. –dijo con ironía. -          Se pueden calmar y explicarme ¿Qué estas sucediendo aquí? –dijo abrumado por la situación. –ella –dice fijando su mirada en mía, mientras degustaba su aroma. -          Es mi mate. –decimos los tres unisonó. -          Malditasea, como si no pudiera ser peor.-dice Alan destilado  odio y frustración. -          ¿también es tu mate? –digo mirando a Alex. -          Esto debe ser una equivocación. –dice Alan tirando de su cabello, dando vuelta en la habitación como perro enjaulado. -          Yo la encontré primero. –alego de inmediato. -          Esto es grave Axel. –dijo con seriedad lo cual era bastante inusual en el. – no  es posible que lo tres, tengamos a la misma mate y peor aún, que sea una humana. Alex -          Con gusto me la quedo. –agrego nuevamente Axel sin analizar la situación, solía ser demasiado inmaduro a veces. -          No tenemos de una puta idea de cómo tratar con humanos, en la manada ni siquiera hay un personal medico que pueda tratarla, ninguno de los tres esta capacitado para lidiar con ella, marcos es el único humano que conocemos y con quien lidiamos y por medio del cual nos conectamos a su mundo, con la firma de los contractos y con varias campañas a favor del cuidado del medio ambiente, a caso no la vez es frágil. -          Debemos ir de inmediato donde el viejo sabio. –dijo Alan ahora más calmado. -          Es lo mas razonable.-maldije al mismo tiempo. –ya he compartido demasiado con ustedes, toda mi vida, definitivamente no quiero compartir a mi chica, pero tampoco podemos alocarnos y pelear entre nosotros. -          Yo la llevare a casa, tratare de buscar alguien que la vea su temperatura es mi alta.-comunico Axel. -          Abrígala bien y cuida de ella.-dije en respuesta, mientras Alan lo fulminaba con la mirada, su rabia era más que evidente los sentimientos de todos estaban entremezclado habíamos perdido el control.   2:45 am Todos permanecíamos en  silencio en la habitación, ninguno había dicho una sola palabra, la temperatura de  Mia había  descendido lo cual eran buenas noticias, aunque permanecía ese pequeño ronquido en cada respiración. -          Bueno, ya que hemos compartido todo no será tan raro. –digo en forma de chiste, rompiendo el silencio incomodo que se había formado en la habitación. -          Ese es el  detalle, ya hemos compartido lo suficiente. –bufo Axel. -          Viéndolo así, es incomodo ver como tu hermanos se cogen a tu chica, definitivamente esta no es una mis fantasías. –dije serio, con la vista fija en el techo. -          Puedes callarte. –escupió furioso Alan, mientras salía de la habitación con un portazo. -          Todo esto debe ser un maldito sueño, no podre tolerar su actitud de mierda con mi chica, si le hace algo se la vera conmigo. -          Debemos calmarnos, ha sido demasiado por hoy y todos estamos tenso.-dije suspirando profundo. Salí de la habitación rumbo a la cocina por un trago, Alan había  salido a correr, mientras que Axel permanecía junto a la cama con mía, ella eran tan adorable y frágil que te daban ganas de abrazarla y  no soltarla, al igual que mis hermanos me, molestaba esta situación toda mi vida planee una vida con mi chica y no era un santo, pero con ella quería entregarme plenamente y ahora en vez de alegría solo había angustia en mi, tendría que compartir nuevamente con mis hermanos esta vez por el amor de mi chica, con Axel que era la ternura hecha persona, y con Alan que era el macho alpha por  excelente y allí estaba yo como siempre justo en medio, con las migajas de todo, estreche el vaso contra la pared. Los lobos  de naturaleza éramos posesivo y territoriales, me asustaba imaginar lo que podía  pasar, con nuestras emociones a flor de pie, vendrían días difíciles. 
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