- ¿Qué tanto piensas? – dijo Axel rompiendo el silencio que se había formado entre los dos Mía se había quedado arriba vistiéndose Axel y yo habíamos a preparar algo de comer, la mañana estaba fresca el día prometía ser intenso el viejo sabio vendría hoy. - No puedo sacarme la escena de esta mañana de mi cabeza, he estado con muchas chicas antes de Mía y con ella todo es diferente me descontrola totalmente, me siento como un niño y luego esta esas ganas incontrolable de morderla, cada segundo aumentan hasta volverse agonizante y dolorosa. –dije con mientras intentaba descifrar mis sentimientos. - Te entiendo perfectamente y lamento decirte que esas ganas solo aumentaran más cuando la muerdas, esta vez no por morderla sino por poseerle. –contesto en res