Los tres permanecimos en absoluto silencio por unos minutos mientras analizaban la situación, que aunque no habíamos imaginado que podría ser compleja esto superaba nuestras expectativa, Alan fue el primero en ponerse de pie mientras daba vueltas en la habitación para luego acercarse al anciano y romper la tensión que se había creado en el lugar. - Bien ¿Qué debemos hacer? – dijo Alan con actitud de mando, siempre lo había admirado sin importar la situación, ni el momento siempre se la ingeniaba para mantener la calma y encontrar una solución. - Alan, no has.. – Intente hacerlo entrar en razón. - Siempre hay algo que se puede hacer.-dijo dando vuelta mientras intentaba convencerse el mismo. – Y si nos llamo es porque hay algo que podamos hacer, ¿No es