¿Tú eres la Hacker?

Capitulo 6/Una Amiga.

Habían publicado el dichoso video, ahora yo estaba en las redes como el bicho raro que había puesto a la chica más popular en evidencia, podía borrar el vídeo de las redes, incluso de cada celular en el que había sido descargado pero de cierta forma el que la gente me viera de esa manera me hacía sentir bien, ahora me respetaban, al menos era lo que quería pensar, habían comentarios cómo: “Si yo fuera Vicki no me hubiese metido con ella, es una hacker” infinidades de personas concuerdan en las redes con ese comentario, temían que los pusiera en evidencia a ellos también, tanto que habían muchos comentarios animándome...

— Hola, chica popular — levante la vista de mi computadora para ver a la persona que me estaba hablando, una chica que no había visto antes... Extendió su mano ante mí. — mucho gusto, soy Chloé, empecé hace una semana, me mudé con mi familia hace poco, así que soy la chica nueva. — levanté una ceja intrigada, ella simplemente sonrió, quito su mano de enfrente y se sentó sin pedirme permiso. ¿Qué no me tenía miedo?

— ¿Chloé, qué? — pregunté dispuesta a agregarla a mi lista negra, la investigaría. Ella sonrió.

— Chloé Jones. — sonrió frente a mí y volvió a extender su mano, está vez la tomé. — no apareceré ahí. — señaló mi computadora. La mire interrogante. — se que justo ahora me estas buscando, pero de verdad, no saldré ahí, no tengo r************* , ninguna... Y si las tuviera, no usaría mi nombre real. — sonreí, estaba frente a un buen oponente. — de hecho puedo confesarte que también tengo tus dotes de informática. — la mire asombrada, rápidamente intenté cambiar mi gesto para no ser tan evidente, está vez la mire con más detenimiento, su cabello castaño era bastante largo y tenía lindas ondas de medios a puntas, sus ojos eran oscuros, quizá de un café oscuro, tenía pestañas largas y cejas bastante pobladas, sus labios eran bastante notorios, era evidente, ella no era de aquí... — me estas viendo mucho. — dijo divertida.

— Tu apellido, obviamente es estadounidense, pero tu aspecto no lo es. — ella soltó una pequeña risita. — y aquí no hay nada de ti. — sonreí ante mi rival cibernética y cerré la pantalla de mi computadora.

— te lo diré todo a cambio de algo. — la mire sorprendida. — ¡Ay, no me mires así! — dijo divertida.

— ¿A cambio de qué? — pregunté intrigada. Ella sonrió satisfecha.

— Pareces ser la única persona con cerebro aquí, así que quería pedirte que seas mi amiga. — está vez mis ojos por poco se salen de sus cuencas por la sorpresa.

— De todas las personas que estudian aquí, ¿Por qué me lo pides a mí? — ella se encogió de hombros.

— ya te lo dije, pareces ser la única que tiene cerebro por aquí, además tenemos muchas cosas en común. — saco su computadora, tecleo un par de veces y luego volteo la pantalla ante mí. Toda mi información había sido descifrada por ella en menos de un minuto. Sonreí.

— Está bien, pareces ser merecedora del título de “mi amiga” — Chloé prácticamente salto en un pie, rápidamente se acercó a mí y me abrazó. — Uh, oh, suelta me, todos nos están viendo ahora. — ella soltó una risita para luego alejarse un poco y mirarme.

— Es que eres muy popular. Mira. — tomo mi computadora y volvió al vídeo que estaba viendo anteriormente. Fue directamente a los comentarios. Señaló un par, eran buenos, en realidad. — todos, todos esos idiotas están tan aterrorizados de que desveles sus secretos que prefieren adularte para no tenerte como enemiga, algunos hasta critican a Vicky, cosa que no hubieran hecho si tú no la hubieses confrontado. — me encogí de hombros restándole importancia.

— Dijiste que me contarías si aceptaba ser tu amiga. — ella asintió.

— tienes razón, y siempre cumplo mis promesas. Bueno, mi aspecto es porque mi madre es Latina, yo quizá soy estadounidense pero ella trae el sabor tropical en la sangre y me lo heredó, no me avergüenza, resaltó entre tanto cabello rubio, aunque a decir verdad se que la mayoría son teñidos. — sonrió, ella era agradable. — no tengo ojos azules como la mayoría de ustedes, mi padre se enamoró de mi madre siendo como es, entonces hay esperanza para mí, el r*****o no podrá conmigo. — sonreí ante tanta exageración y optimismo.

— Eres muy dramática. — ella fingió estar indignada poniendo una mano en su pecho y exagerando su gesto de lo que parecía ser indignación. — hoy en día hay de todo aquí...

— Para nada querida amiga, hay mucho r*****o aquí, por eso no existo. — sonrió.

— quizá no en la internet, pero estoy segura de que no eres un fantasma ¿O sí? Y si lo eres, ¿Por qué solo vienes a atormentarme a mí? — ella soltó una carcajada ganándose un par de miradas.

— ¿Qué ven? ¡Sigan su camino! — los estudiantes se alejaron susurrando. Sabía que les intrigaba ver que alguien se me acercaba sin miedo a que pudiese averiguar todo sobre ella, pero al parecer ella no tenía que temer. — en lo que íbamos, bueno, sí, puedo ser un fantasma, y eres la víctima perfecta para atormentar. — sonrió victoriosa. — creo que tenemos las mismas clases, vamos. — Chloé me agarró del brazo y prácticamente me arrastró con ella a la siguiente clase.

Chloé paso la mayor parte de las clases enviándome mensajes, había adquirido toda mi información, y aunque sabía que no estaba en malas manos ahora tenía una pizca de mi propia medicina, alguien me hacía sentir vulnerable al tener tanta información sobre mí. Resultó que Chloé vivía a una cuadra de mi casa, a veces el mundo se sentía tan pequeño, ella estaba feliz de tener a su nueva amiga tan cerca y yo estaba fastidiada por la misma razón, deje de confiar en las amistades después de que mi amistad con Victoria se fuera por la borda, me era difícil confiar, sobretodo en una chica...

— Creo que si dejas tu cabello así, podrías llamar la atención de Jared. — dijo Chloé atando mi cabello y dejando un par de flequillos en mi cara. La mire con desdén. — vamos, no me mires así, no soy la única que hace eso, tú estuviste buscando sobre mí. — la mire molesta.

— Y no encontré gran cosa. — quite sus manos de mi rostro y continúe caminando seguida por ella quien reía, la situación obviamente le divertía.

— Se lo que se siente, una vez me gustó un chico invisible. — la mire un tanto interesada en su historia. — él no tenía r************* , no habían facturas ni nada a su nombre, lo único que es obvio que existía eran sus datos personales, nombres, apellidos, edad, en fin... Me volvía loca no saber nada de él así que me hice su amiga, él no era aburrido, me hizo darme cuenta que el mundo real es mucho más interesante que el virtual, hacer amigos a la antigua te llena más que enviar una solicitud en r************* y decir: “Ya somos amigos” — sonreí. Que irónico. — se lo que piensas... — me detuve y me gire para verla frente a frente.

— Es que no puedo entender porque si el mundo real era más divertido sigues usando tus dotes para vivir en el virtual. — ella sonrió y asintió.

— Digamos que algunas cosas se vuelven un hábito y ya es natural en mí, aunque como tú, vivo en ambos mundos, no estoy refundida en el virtual todo el tiempo. — asentí. — en fin... ¿Cuándo piensas decirle a Jared que te gusta? — suspiré. Sería genial que está chica tuviese un botón de apagado o uno para silenciarla.

— No se lo diré, prefiero ser su amiga, aunque como están las cosas es imposible. — suspiré rendida.

— Yo creo que a él le gustan las chicas listas, lo que ves en la escuela es una fachada, según mis investigaciones... — me detuve y le di una mirada de advertencia.

— Se todo sobre él, no hace falta que me digas o me sugieras como actuar con él. — Chloé se encogió de hombros. Poso sus manos en mis hombros y me miró fijamente.

— No te subestimes, eres hermosa y Jared seguramente lo ve. Escríbeme si quieres hablar o si necesitas a tu amiga. Esta es mi calle, bye. — y así, mi nueva “amiga” se retiró de mi vista, la vi perderse en una calle para luego seguir con mi camino.

Tan pronto llegue a casa saludé a mamá y me fui a mi habitación, mi madre como siempre iba de salida, mi comida esperaba en el horno y mi cabeza daba vueltas por los últimos acontecimientos...

Ahora... Tenía una amiga, suponía que eso era bueno.

Jared no quería que habláramos, ¿Pero eso significaba que ya no seríamos amigos o simplemente que no podía hablarle en la escuela?

En ese momento mi celular sonó avisándome de un nuevo mensaje, tome el celular en mis manos y mi corazón latió a mil.

— Vecina, asómate a la ventana. — era Jared.

Entonces me mire al espejo estudiando mi reflejo, mis ojos levemente hinchados por la falta de sueño de los últimos días y ojeras, mamá me había regalado maquillaje, era el momento perfecto para usarlo, no era tonta, sabía maquillarme, me puse un poco de base y un supuesto corrector de ojeras, un poco de labial rosa para dar un aspecto natural, acomode mi cabello y me puse un poco de máscara para pestañas... En ese momento mi teléfono volvió a sonar.

— Se que me leíste. ¡Vamos Ali! — Jared parecía estar preocupado de que estuviera molesta con él, la sensación de saber que estaba preocupado me reconfortaba de alguna forma, me hacía pensar que era importante para él.

Me asome a la ventana y ahí estaba él junto a un enorme cartel, en él se podía apreciar un enorme dibujo de ¿Mí? El colorido dibujo detallaba cada una de mis facciones pero de algún modo me hacía ver mucho mejor, más segura, me hacía ver hermosa, de bajo de él estaba escrita la frase: “¿Quieres ser mi amiga?” sonreí, me preguntaba cuánto había tardado en dibujarlo. Saque mi celular y me dispuse a contestarle.

— Te perdonaré con la condición que ese hermoso retrato sea mío. — respondí con una sonrisa en los labios. Él me miró tan pronto llegó mi mensaje, vi una pequeña sonrisa en sus labios cuando lo leyó.

— Entonces estoy perdonado porque ese era el siguiente paso. — lo mire después de leer su mensaje y sonreí cruzando mis brazos bajo mi pecho.

Jared empezó a despegar cuidadosamente el cartel, lo vi enrollarlo y dejarlo a un lado... Saco su celular y empezó a escribir, inmediatamente saque el mío también.

— Esta ofrenda de paz está lista para su entrega. — le sonreí mientras negaba con la cabeza.