- Cariño, ¡ Te extrañe tanto ! . . .
No sabes lo mucho que te echo de menos . . . -
Dijo Pedro y no pude evitar torcer mis ojos ante su drama . . .
— ¿ En serio ? . . .
Nos vimos hace solo un mes Pedro, no puedes decir que me extrañas hasta ese punto, con permiso . . -
Dije quitándomelo de encima y caminando hacia la puerta, respire hondo cuando me sentí libre de su aprisionante agarre . . .
Pedro era mi mejor amigo, pero a decir verdad a veces parecía más mi novio que mi mejor amigo, incluso se preocupa más por mí, que mi madre cuando tuve mi periodo, que por desgracia me ocurrió por primera vez cuando él fue a visitarme a Corea, y si no fuera por él, no se como lo hubiera superado . . .
Pedro hizo lo que ni siquiera mi madre pudo hacer, me compro toda la tienda con toallas higiénicas de todo tipo por si alguna me daba alergia o me irritaba, me daba comezón o simplemente no era mi tamaño . . .
El hombre me daba esos consejos con tal frescura mientras yo me ponía roja hasta las rodillas, era muy difícil aceptar que mi mejor amigo, hombre, me dijera estás cosas, tuve que escucharlo parlotear por alrededor de 10 minutos al tiempo que ponía a tibiar agua para poder tomar un baño, ya que me prohibió tocar el agua fría, y también fue a mi cocina para preparar Dios sabe que con jengibre que fue la cosa más asquerosa que había probado en mi vida, y si que he probado cosas horribles, pero está sin duda lo superó . . .
Estaba segura que mi amigo estuvo mirando demasiada información en internet cuando fue a buscar las toallas higiénicas ya que duro una eternidad . . .
- Espera pequeña, no tienes que ir tan lejos de mi . . . -
Suspiré nuevamente cuando escuché a Pedro . . .
- Ustedes no se han casado y ya están peleando como una pareja de ancianos . . . -
Escuché la voz del padre de Pedro y me gire para saludarlo, cuando mire su sonrisa amplia me puse tan roja, que se pudieron dar cuenta de mi vergüenza . . .
La sola idea de casarme con mi mejor amigo me daba náuseas y aún lo hace, creo que eso es algo que jamás ocurrirá . . .
Miro a Pedro más como un hermano que como cualquier otra cosa, además no estoy en edad de pensar en esas cosas, definitivamente están locos por la boda de Pedro, solo he escuchado hablar de ello desde que llegué . . .
- Papá, mira lo que haces, no la averguences, de todas formas no es el momento . . . -
Dijo Pedro y le agradecí con la mirada, aunque la última parte de su oración retumbó en mi cabeza, solo esperaba que él no me viera de esa forma en la que todos pensaban que nos relacionamos . . .
Luego Liam bajo las escaleras y corrió hacia a mi . .
- ¿ Por qué desde que llegó mi hermana todos me ignoran ? . . . -
Escuché que mi hermano Fer se quejó y no pude evitar burlarme . . .
- Eso es obvio, soy más linda y adorable que tu, sin duda nadie quiere abrazarte . . . -
Solo dije eso, cuando sentí estrellarse contra mi mejilla los labios calientes y húmedos de Liam . . .
¿ Qué demonios estaba pasando ? . . .
¿ Por qué todos sentían que podían abrazarme, tocarme y me miraban como si mi llegada implicará algo ? . . .
¡ Dios, que habrá dicho mi madre en esa dichosa recepción ! . . .
No quiero ni imaginar lo exagerada que debió de ser su historia sobre la maravillosa hija que tiene . . .
- ¡ Liam ! . . . - Escuché que Pedro rugía furioso . . .
Levante mi vista solo para encontrar a Pedro arrastrando a Liam lejos de mi . . .
Liam es casi de mi edad, pero es tan infantil que incluso perdió el último curso de su clase, pero podía ver que el tenía sus propios talentos es solo que debía descubrirlos por completo y explotarlo, pero se resignaba a realizar los que su padre y hermano hacían, podía ver el esfuerzo que el pobre ponía en cada una de sus acciones para complacer a su familia . . .
En eso lo entendía, yo también tenía que hacer muchas cosas para complacer a mi madre, ya que a mí padre lo complacía con solo existir, pero aún así yo mantenía lejos y me gustaba, ya que de esa forma podía hacer lo que me gusta y mis padres no lo sabían, nadie conocía mi verdadera identidad en el mundo de los negocios y nadie jamás podría saber que soy la hija única mujer y heredera de la familia Merchetty . . .
Hasta ahora guardo para muchos mi identidad y prefiero que siga así, no quiero obtener cosas fáciles por mi familia y el poder que ejerce en muchas partes, y además prefiero que tampoco conozcan mi verdadera edad, de esa forma es mucho más fácil . . .
Prefiero que las personas cuando me vean sigan pensando que soy una mujer de negocios, debo usar tacones, aunque tengo una buena estatura para mí edad y eso también ayuda a hacer más creíble el hecho de que me confundan con una mujer de mucha más edad de la que tengo, aunque también le doy crédito a mi maquillaje, después de tomar un curso de maquillaje comencé a aplicarlo yo misma eligiendo y creando mi propio maquillaje, solo un poco y exagerar algunos rasgos era suficiente para aparentar lo que quería, agregando mi fuerza, carácter y determinación, nada podía detenerme . . .
Cuando me propongo algo soy imparable hasta conseguirlo, pero todavía tengo una lucha que ganar y esa es él . . .
Aún no lo conozco y no sé dónde está, pero tengo la certeza de que pronto lo podré conocer . . .
Tú, mi chico guapo y poderoso, anhelo conocerte, anhelo ver tu rostro, escuchar tu voz, no me importa que aspecto tengas o que carácter tengas . . .
Seré tu amiga cueste lo que cueste, por el momento no pido nada más, que poder conocer a mi chico guapo y poderoso, con eso podré estar feliz . . .
Mis pensamientos se esfumaron cuando me sentí en el aire, volando sujetada de mi cintura por los brazos de Pedro . . .
— ¡ Oye ! bájame, ¿ Que estás haciendo ? . . . -
Le grité a Pedro enojada por haberme sacado de mi ensoñación . . .
- Cariño, llevo hablándote 2 minutos y nada que me respondes, tuve que recurrir a mi fuerza para hacerte entrar en razón y funcionó . . . -
Dijo y cuando me bajo quedamos con los rostros cerca, tan cerca que pude oler su aliento fresco en mi nariz, pude sentir su corazón latir rápido con fuerza y su penetrante mirada me puso de nervios, era la primera vez que me miraba de esa forma y era la primera vez que no supe que hacer . . .
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* * * * * ( ACTUALIDAD ) * * * * *
El hombre tiro el maldito diario contra la pared . . .
¿ Esa era la forma en que su esposa trataba con sus amigos ? . . .
Ella era muy inteligente . . .
¿ Acaso no podía ver que su supuesto amigo la deseaba ? . . .
Y no de una forma pura, el desgraciado ya la estaba mirando como una mujer y quien sabe desde cuándo lo hacía . . .
Era muy claro lo que pasaba, y siendo una mujer con un coeficiente intelectual tan alto, no se diera cuenta de lo que realmente estaba sucediendo, eso era increíble . . .
El hombre se sintió tan impotente, sabía bien que eso sucedió cuando su esposa tenía solo 14 años, pero pensarlo lo lleno de coraje y si . . .
Aceptaba que estaba lleno de unos celos locos, impulsivos y arrebatados que quería utilizar para destrozar a Pedro y toda la familia Skala, ya que al parecer todos estaban unidos para eso . . .
¿ Acaso querían casar a una niña de 14 años con un pobre idiota mucho más grande que ella en edad y en todo ? . . .
Dreik Black no podía aceptarlo y se estaba volviendo loco, y más aún cuando no tenía ni una sola noticia de su esposa hasta el momento . . .
¿ Qué mierda estaba haciendo su gente que no se reportaba ? . . .
Por el momento ya no sentía ganas de leer el diario, ahora quería hacer que su propia esposa se lo lea, de todas formas lo sabría todo o se volvería loco . . .
Dreik Black, salió de su estudio y se encontró con sus hombres en fila caminando hacia él . .
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Pensó el hombre . . .
Juan Giova, como siempre al mando y liderazgo dio la cara por su grupo de subordinados y alzó la vista ahora con un poco más de seguridad para darle la noticia a su jefe . . .
- Jefe, la señor Black ha comprado un boleto hace más de 3 horas que partió hacia el país H, estuvimos observando las cámaras y estuvo en el aeropuerto chico, al parecer compro su vuelo con otra identidad, fue por eso que no la pudimos identificar antes de que el vuelo saliera . . . -
Cuando Juan Giova se dio de cuenta que su jefe se parecía a un demonio encarnando su boca poco a poco dejo de hablar y su cuerpo perdió la seguridad que tenía al inicio . . .
Era claro que en ese momento ninguna explicación era de validez para si jefe . . .
Pero si él nunca quiso estar con la señora Black y siempre la odio . . .
¿ Por qué ahora estaba tan preocupado ? . . .
En los dos años que ellos estuvieron casados, a él no le importaba lo que pudiera suceder con ella, incluso estaba esperando con ansias el día de terminar el contrato, Juan Giova era el único que conocía sobre ello, pero ahora por más que se esforzaba no entendía lo que pasaba por la cabeza de su jefe . . .
No era como si se hubiera enamorado de su esposa en solo tres noches que pasó en la mansión durante todo ese tiempo . . .
Juan Giova, le hizo señas a sus hombres para que se fueran y conociendo a su jefe, fue por una botella de licor y dos copas, luego las puso ante los ojos de su jefe y le dijo un poco más calmado . .
- Ahora solo soy tu amigo, te acompañaré . . . -
Dreik Black levantó su mirada y como si estuviera devorando el alma de su asistente lo atravesó, pero luego dio la vuelta y volvió a su estudio . . .
Juan Giova suspiro profundamente y lo siguió hacia el salón . . .
Al menos lo conocía un poco mejor que cualquiera . . .
Luego sirvió un poco de licor en la dos copas y le pasó una a su jefe . . .
- Se que no es de mi incumbencia . . . -
Antes de que Juan Giova pudiera decir algo más, Dreik Black le lanzó una pregunta que jamás esperó . . .
- ¿ Fuí tan mal esposo ? . . . -
Juan Giova no sabía como responder ante esa pregunta, fueron dos años en los que estuvo casado con la señora, pero él siempre estuvo con su jefe y manejo las cosas de la señora Black desde la distancia, no la conocía mucho, pero lo poco que recuerda es que era una joven muy bella, y parecía tener un alma tan pura que hacía mucho contraste con su jefe . . .
Aunque no sabía mucho sobre el amor porque nunca se había enamorado, podía decir que su jefe era el peor esposo que una mujer pudiera tener, pero valoraba más su lengua y su vida que el amor, así que esos pensamientos no podrían ser expuestos como si nada, de su opinión podía depender su vida . . .
Quizá eso era lo que Dreik Black necesitaba, un alma pura completamente distinta a la de él para ayudarlo a ser una mejor persona . . .
Dreik Black miro que Juan Giova estaba dudando y su mirada se tornó aún más oscura . . .
Ya tenía la respuesta . . .
Mirando eso, Juan Giova reaccionó rápidamente y trato de calmar a su agitado amigo, pues ahora no lo miraba como su jefe, pero aún así, eso no quitaba que todavía tuviera temor de lo que pudiera hacer . . .
- Si le digo la verdad, ¿ No se enoja ? . . . -
Juan Giova primero tuvo que responder con otra pregunta, para asegurar que su vida no estaría en peligro después de ser sincero con ese hombre como el demonio que estaba mirándolo como el fuera la cosa más extraña que hubiera mirado en su vida . . .
Dreik Black, solo asintió con la cabeza dejándole saber que todo estaría bien . . .
Juan Giova suspiro y fue como si por fin pudiera desatar los nudos en su corazón después de mucho tiempo . . .
- Dreik. Hombre, si te soy sincero el título de esposo ni siquiera te pertenece, para empezar que nunca has estado con ella como esposo, solo he visto a la señora Black un par de veces, pero doy fé de que es la mujer más hermosa que mis ojos han visto hasta el día de hoy, sin contar que es tan joven, que todavía no puedo creer que no te haya cambiado por algún compañero en los días que estuvo asistiendo en la universidad . . . -
Juan Giova, había hablado tan libremente hasta que miro la mirada asesina que estaba pasando por los ojos de su jefe y aunque estaba seguro que fue porque menciono que su esposa era joven y la posibilidad de haberlo dejado por otro hombre más joven, pero dudaba mucho que estuviera celoso por eso . . .
- Hombre, perdón si me pase . . . - Juan Giova se rascó la nunca y bebió de un golpe el licor en su copa, luego miro a su amigo con cuidado como sopesando la forma de decir las cosas . . .
El hombre ahora estaba sensible y al parecer no toleraba la verdad en un momento como ese, sin embargo, lo pidió . . .
- ¡ Sigue ! . . . -
Aunque Dreik Black no podía aceptar el hecho de que otro hombre le dijera que su esposa era hermosa y más joven que él en su propia cara, lo dejo pasar porque se trataba de su amigo y hombre más leal, si hubiera sido otro hombre quien se lo hiciera saber le arrancaría los ojos y la lengua en el acto . . .
Juan Giova lo miro con cuidado pero al darse cuenta que al parecer Dreik Black no le importaba para nada lo que le dijera, no se cohibió y decidió expulsar sus pensamientos sin miedo alguno . . .
- Hombre, a decir verdad, creo que la señora Black aguanto mucho tiempo, siendo otra mujer quizá se hubiera ido hace mucho tiempo, no se porque la retienes o la quieres a tu lado, en otro caso no necesitaria escapar, solo pedir el divorcio y podían separarse y ser amigos tranquilamente, no hay necesidad de llegar a extremos . . . -
Cómo Juan Giova estaba sirviendo más licor en ambas copas ya vacías, no se dio de cuenta de que su jefe estaba retorciendo un papel en su mano que resultó ser un acuerdo de divorcio . . .
Si pudiera el hombre, lo haría polvo solo con sus manos . . .
El podré de Juan Giova estaba hablando mucho sin pensar en el peligro que estaba corriendo con cada palabra que salía de su boca . . .
- En otras palabras, parece que ustedes dos no pueden estar juntos, claramente usted no la ama y nunca lo hizo, y para las mujeres este sentimiento es muy profundo e importante, debía de sentirse sola y abandonada después de casarse contigo, más cuando la primer noche de bodas fue usted quién se fue y la dejo sola en esta enorme mansión . . .
¡ Ha ! sin contar las noches frías y solitarias, las fechas especiales, los días en que quizá ella necesitaba a su esposo a su lado, y esos tiempos tan duros que le dan a las mujeres, fue una suerte que todavía fuera su esposa . . .
El mundo ni siquiera sabe que usted tiene una esposa y de seguro tuvo que tragar los rumores y noticias de que usted tuviera una relación ante el mundo con la señorita Lucía Prise . . . -
Antes de que Juan Giova siguiera parloteando de lo mal y horrible esposo que fue Dreik Black, este mismo rugió con una voz como producida por el mismo demonio . . .
- ¡ Vete a la mierda ! . . . -
Dreik Black estrelló su copa contra la pared . . .
No estaba enojado con su amigo y hombre leal, estaba enojado consigo mismo, porque todo lo que Juan Giova dijo era real, todo era cierto y el fue el maldito culpable, siempre malinterpreto a su esposa, nunca hablo con ella y ahora solo descubría todo lo que ella alguna vez le ayudó a través de un diario, uno que ella escribió con su pulso y letra y con mucho dolor . . .
Juan Giova se quedó estático, petrificado sería la palabra . . .
Nunca se acostumbraba a este lado agresivo de su amigo, aún cuando ya debería estarlo . . .
Luego de ver que Dreik Black no lo iba a matar, suspiro y casi se desplomó en el sofá del estudio . . .
Era muy difícil tratar de entender a su jefe, aunque él era el que más lo conocía, en ocasiones era imposible poder entenderlo, y eso que decían que las mujeres eran complicadas . . .
- ¿ Tienes algo más para decirme ? . . . -
Dreik Black aguanto su enojo y aún si eso le estaba produciendo un dolor que jamás había sentido, prefería escuchar la verdad de una vez por todas, era un hombre capaz de soportar muchas cosas, pero no entendía porque no podía manejar algo en lo que él nunca creyó . . .
- Dreik, es mejor que deje de hablar, es obvio que esto no te está gustando, ¿ Que ganas con escuchar esto ? . . .
Quizá yo estoy equivocado, después de todo, lo único que se sobre el amor fue lo que aprendí viviendo con mi madre, y bueno la experiencia de lo que sé, no es porque yo lo viviera, más bien fue porque soy bueno escuchando algunos dramas de la vida real . . . -
Dijo Juan Giova y prefirió callar y no seguir buscándole el meollo al diablo . . .
- No importa, tú estabas pendiente de todos sus asuntos de seguridad en esta casa, sabes todos sus gustos, lo que ella necesitaba y te encargas de proveerlos, incluso sabes su día de cumpleaños y esas cosas que yo no sé . . . -
La voz de Dreik Black, se escuchaba llena de dolor y sus ojos estaban fuertemente cerrados, era claro el dolor que estaba sintiendo y no entendía porque, si en realidad lo que sentía por su esposa no era amor, o al menos eso era lo que prefería creer . . .
- Dreik, la verdad es tu esposa era muy simple, no le gustan las joyas, tampoco los perfumes caros, y mucho menos la ropa de edición limitada, incluso el dinero lo rechazaba . . .
Puedo decir que la señora Black es una mujer muy especial, es difícil encontrar una mujer tan fresca como ella, es tranquila y no se queja de nada . . .
Las cocineras y los empleados en realidad la quieren mucho, era muy fácil tratar con ella, y cuando le llamaba para darle alguna información de recordación por tu parte, ella solamente respondía con que estaba muy agradecida y que te transmitiera que igual te esperaría, aún cuando le decía que teníamos que ir a viajes de negocios y quizá dudaríamos meses en volver, ella te seguía esperando . . . -
Juan Giova de quedó pensando, en realidad la esposa de su amigo y jefe era una mujer extraordinaria, como ninguna otra, pensaba que Dreik Black era muy tonto por no haberse enamorado de una mujer como ella y no haberla conocido a fondo, a diferencia de Lucía Prise, La señora Black era una mujer muy valiosa y aunque no la conocía muy bien a Juan Giova le caía mejor que esa mujer fastidiosa y pegajosa que era Lucía Prise . . .
Está vez fue el turno de Dreik Black y se levantó caminando hacia su amigo, el aura peligrosa que emitía hizo que por inercia Juan Giova se pusiera en alerta . . .
- Has dicho que ella siempre decía que me esperaba, ¿ Por qué nunca me dijiste eso ? . . . -
La ira gorgoteaba de los labios de Dreik Black y sus ojos parecían alumbrar como los de un lobo rabioso y lleno de hambre sangrienta . . .
- No puedes tirarme el agua sucia a mi, todo el tiempo te recordaba las cosas de tu esposa, después de todo era la señora Black . . . -
- ¡ Lo es ! . . . - Rugió Dreik Black deteniendo las palabras de Juan Giova . . .
Juan Giova no supo que responder a eso de todas formas continúo . . .
- ¿ Recuerdas cada viaje que hacíamos y me decías que dejara todo listo con respecto a ella ? . . .
Una vez que lo hacía te informaba de todo, pero nunca me pusiste atención, incluso te dije una vez que era buena idea que la llamaras en su cumpleaños, incluso no le regalaste una llamada el día del aniversario de la muerte de sus padres, ella no ha ido a visitarlos desde que se casó contigo, te transmitía todo lo que ella respondía, sin embargo, nunca le diste importancia a las cosas que tenía que ver con ella . . .
Es muy extraño que ahora me preguntes sobre eso . . . -
Juan Giova se caracterizaba por ser un buen amigo, así que por más miedo que tuviera, si él le pidió que dijera lo que pensaba, entonces le diría la verdad así le doliera, no tenía por qué ser responsable, cuando solo hizo su trabajo . . .
Dreik Black se detuvo y recordó . . .
Todo era cierto, él nunca tuvo la intención de saber nada sobre su esposa, ni siquiera escuchaba a Juan Giova cuando le informaba sobre ella, pero una burla paso por su mente cuando pensó en el supuesto día de aniversario de la muerte de sus padres, según el diarios, sus padres vivían, al menos no estaba muerto el padre de ella, que era muy famoso, poderoso y conocido por toda la sociedad empresarial del mundo . . .
Ahora que sabía a dónde se había dirigido su esposa, se tranquilizó un poco, ella solo fue a visitar a su familia, él le daría un poco de espacio, ella estaba embarazada y todavía el no firmaba el contrato de divorcio por lo que no estaba dado por hecho, aún seguía siendo su esposa ante la ley y ante Dios, nada más que la muerte podría separarlos, ella tenía que volver a sus brazos tarde o temprano, él era el padre de su hijo, solo debía darle un poco de espacio y ella volvería por si sola . . .
Al menos su confianza era lo que le hacía pensar . . .
Juan Giova miro que su jefe estaba pensativo y pensó que ese era el día en que más había suspirado por él . . .
- Déjame hacerte una pregunta, que en realidad no espero respuesta, pero si deseo que tú mismo te la contestes con sinceridad . . . -
Juan Giova espero a que su mejor amigo le diera permiso y cuando esté asintió, Juan Giova preguntó con una mirada de doble filo . .
- ¿ Estás enamorado de tu esposa ? . . . -
Aunque era una pregunta absurda ya que Dreik Black no tenía ojos más que para Lucía Prise, sin embargo, su reacción sobre la señora Black últimamente, daba mucho que pensar . .
Su amigo era una persona directa, y era muy difícil saber que estaba pensando, era mejor preguntar y quizá obtener una respuesta, pero como siempre, era difícil poder obtener algo de Dreik Black si no decía una sola palabra . . .
Su rostro no mostraba indicios de nada, y siempre estaba estoico, demasiado con mucho . . .
Juan Giova seguía mirándolo con la esperanza de obtener algo, no era normal que una persona que solo desea estar mejor de otra, de un momento a otro cambie y quiera mover la tierra y el cielo por tenerla a su lado . . .
Incluso si la señora Black no hubiera huido, este hombre no hubiera actuado tan preocupado como ahora, ni siquiera cuando el padre de Dreik Black apareció delante de él, hizo que Dreik Black se pudiera tan ansioso como estaba ahora . . .
Juan Giova cruzo sus piernas y tomo su trago esperando la respuesta del hombre, pero no tuvo que esperar mucho, ya que su amigo también levantó la mirada y tomo su trago de una sola vez, sus labios me movieron con intriga y su mirada helada se clavo como si fuera un hechizo malvado en el rostro de su mejor amigo y subordinado . . .