Capítulo Doce: Sensaciones prohidas. Daem. Dharani y yo nos mantenenos en silencio mirando al techo, ella mantiene sus manos sobre su regazo mientras las mías descansan detrás de mi cabeza. Tuve que crearle una pijama por que dijo que no dormiria con un vestido tan ajustado. En todo lo que llevo de vida jamás había usado mis poderes para confeccionar ropa, y menos para una Ragana, pero supongo que con ella siempre haré una excepción a todas mis reglas. Dharani lleva un camisón satinado de color rojo, contrasta con lo blanco de su cabello, se ve preciosa. Trato de no mirarla o tocarla mucho con mi cuerpo, es por eso que nos mantenemos en esta ridícula posición. —Tu abuelo es un demonio diferente. –Suelta en voz quedita. —Lo hubieses conocido en su mejor momento, arrogante, ególatra,