*En el capítulo anterior * Dharani esta solo en lencería, una muy reveladora si me lo permiten. No me quejo de ello, pero no sé si tenga el valor de negarme a ella. —Daem. –susurra mi nombre y por el demonio que mi cuerpo se está llenando de sensaciones prohibidas. La miro a los ojos a través del espejo, no puedo moverme, no puedo hablar. Ella realmente me dejó mudo. Dharani se gira para quedar frente a frente, pone sus manos en mi pecho y me mira. Sus labios pronuncian en lenguaje prohibido la frase que ansiaba escuchar. —Mano siela priklauso tau, o mano kūnas dabar reikalauja tavo kūno. (Mi alma te pertenece, Daem y mi cuerpo ahora demanda tu cuerpo) —j***r Dhara. –digo antes de sellar nuestros labios. Capítulo Trece: La oscuridad de Dharani. Daem. Nuestros labios se ro