Mientras, en un lujoso hotel de la ciudad...
"Qué raro, todos me hablan de la famosa hija de Blanc y no puedo ver nada por ahí. ¿Pero qué te pasa Antoine? ¿Acaso te llama la atención alguien que no sabes ni como es su rostro solo porque fue capaz de armar tu bienvenida de ensueño? Si, debe ser eso, ¿qué más? En fin... hora de comenzar a buscar diversión en París..."
Y así fue como se dispuso a ingresar a ciertos sitios web para informarse de la vida nocturna de la capital francesa, la cual no pisaba hacía casi una década, hasta que encontró un lugar que le llamó la atención.
Llamó a Martín, pero ya estaba acostado, Didier no estaba de humor, otro de sus amigos de la oficina estaba con una chica y no estaba dispuesto a salir de su casa, y Adrién...
"Mmmmm... No. Adrién cenaba con su novia hoy. Mejor no le molesto, además... con lo buena que está esa tía todavía si la tengo cerca y me tiento y... ¡¡por dios!! Quita a Camile Dubois de tus pensamientos… Está buena, buenísima... ¡¡joder!! Mejor saldré solo o seguiré pensando en ella".
Tomó las llaves de su coche nuevo y partió.
Mientras, en casa de Camile...
-RINGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG-
Brigitte - Disculpen chicos. (Tomó su móvil) Hola Manu, ¿qué pasa?
Adrién se sonrió pícaramente, mientras ella se levantaba para hablar más cómodamente. Dos minutos después volvió.
Brigitte - ¿De qué te ríes? (sentándose).
Adrién - De... "Manu" (haciendo el gesto de las comillas)... ¿que no es el modelito ese que anda detrás de ti hace un tiempo? (tomando un poco de agua).
Brigitte - Joder, que hoy estás con ese tema. Si es ese “modelito”, y me invitó a un club hoy. Así que en un rato salgo para allí.
Adrién - Ohhh... (Sonriendo)...
Brigitte - ¡Pero no es lo que piensas! Voy porque necesito distraerme un poco....
Camile - Amor, ya deja de molestar, está claro que no le gusta...
Adrién - ¿Entonces por qué vas?
Brigitte - No sé, pero no me gusta. Quiero distraerme.
Adrién - Ok. Cuídate, de verdad, ese tío no me gusta y no es uno de nosotros que le dices que no y listo.
Brigitte - Lo sé. ¿Crees que hice mal en decirle que voy?
Adrién - No. Solo que ten cuidado. Por eso te digo que deberías dejarte querer un poquito...
Brigitte - ¿De nuevo lo mismo? (Cara de ofuscada).
Adrién - Brii, tu eres muy ingenua. Muy buena. (Tomó su mano, mientras ella miraba fijamente al plato, pensativa). Si tuvieras experiencia con algún chico, evitarías cosas como decirle a alguien que no te gusta, que quieres salir. Una cosa es ir con alguien que pasas bien, o que te gusta un poco… pero gastar tu tiempo en alguien con quién no quieres nada y que apenas conoces… ¡Este tío no se si se quedará luego conforme con que salgas para tomar aire!
Brigitte - Adrién, se cuidarme...
Adrién - Eso espero.
Camile - Cualquier cosa llamas, ¿si?
Brigitte - Si. (Sonrió)
Acabaron de cenar, y la chica fue a su casa a cambiarse. Realmente estaba dudando de si quería ir. La conversación final la había dejado pensativa. ¿Y si realmente Manuel quería algo más que una salida de amigos y no aceptaba un NO como respuesta?
En fin. Ella quería tomar aire y por eso fue al club hora y media antes de la hora que había quedado con el modelo español.
Se instaló en la barra y pidió un Martini, mientras miraba fijamente cada detalle de ese lugar que tanto le encantaba.
Estaba muy cómodamente sentada junto a una de las barras. Destellaba sensualidad y era muy delicada. Parecía una muñeca.
Al rato, notó que varios pares de ojos se depositaban sobre ella, sin embargo, como era de su costumbre, siguió en su luna de Valencia, hasta que una voz que le sonó familiar y un tanto graciosa por su formalidad, la llamó a la tierra parisina.
... - ¿No te han dicho que las princesas no deben estar solas en la barra del club?
Brigitte - (giró lentamente su cabeza deseando que no fuera quien ella pensaba. Pero no solamente era... sino que estaba allí, frente a ella...). ¿Disculpa? (mirándolo fijamente).
Procuró demostrar seguridad, aunque por dentro su corazón estaba saltando como nunca y si decía una sola palabra más en ese momento, se le iba a salir por la boca...
Antoine - Que las princesas no deben estar bebiendo solas en el club, ¿no te han dicho? (dijo con una voz muy sensual y sin quitarle los ojos de encima, mientras pensaba -"de qué cielo cayó este ángel tan hermoso, ¡madre mía! Por esto me gustan tanto las mujeres francesas"-)...
El abogado esperó una respuesta, pero solo se encontró con unos hermosos ojos verdes y muy brillantes que continuaban mirándolo fijamente, y con una hermosa sonrisa. No hubo palabras, lo cual lo desconcertó bastante. No era la típica reacción de una chica que se encuentra frente a Antoine.
Antoine - ¿Qué pasa? Oh... disculpa, no me he presentado... Antoine, pero eso ya lo debes saber... (Sonrió). Ven... vamos a bailar... (La tomó del brazo).
Brigitte - (Se le borró la sonrisa de su rostro). Suéltame, no quiero bailar...
Antoine - (Desconcertado) ¿Disculpa? ¿Tú sabes quién soy yo? No existe mujer que no quiera bailar conmigo (dijo sonriendo de forma que no le agradó a Brii).
Brigitte - Pues fíjate que si existe y está aquí enfrente tuyo. Jamás bailaría con un pedante como tu. Eres peor de lo que dicen...
Antoine - (La reacción de esa bella mujer lo hizo reaccionar). Disculpa... es que eres muy diferente a todas... (La miró con ternura).
Brigitte - ¡Pues tu no! (miró para otro lado y tomó de su copa, aunque por dentro estaba por estallar. Deseó no haberlo conocido y seguir creyendo que era perfecto).
Antoine - ¿Cómo te llamas? (Sonrojado por no saber cómo arreglar su error)
Brigitte - (Lo miró como si le hubiera preguntado a cuántas personas había asesinado en su vida y tuviera que contestar 150...) Brigitte... (Dios, no puedo... ¿qué le digo??...) Brigitte... Bernard... (Titubeante).
Antoine - ¡OH! Un gusto, Brigitte... (Estirando su mano amistosamente). Me presento, esta vez correctamente.... Antoine Borbón... (La chica tomó su mano, al tiempo que una extraña corriente eléctrica le recorrió el cuerpo, haciéndola estremecerse). ¿Te gustaría... (Miró al suelo, algo nervioso)... cenar conmigo un día de estos? Verás... es que llegué hace poco a París… en realidad volví después de muchísimos años y no tengo muchos amigos y... bueno... te lo debo por cómo me porté recién...
Brigitte - Verás... estoy muy ocupada y... (Vio por la ventana que llegaba el coche de Manuel) llega la persona que espero, un gusto, Antoine... (Se levantó y se fue, antes de que su corazón la impulsara a hacer algo que quería, pero no podía).
La chica se sentó junto a Manuel, quien la abrazó eufóricamente, lo cual no le gustó nada a Antoine, quien se quedó en el lugar que la chica ocupaba en la barra, mirándolos fijamente. Algo en los ojos de Manuel le daba mala espina, pero debía ser su novio y estaba claro que ella no tenía simpatía por él.
Antoine - ¡Demonios! Es evidente que no le gusté. ¡Qué tonto soy! Le hablé muy feo y además tiene novio. Solo yo me ilusiono así con una chica “diferente”.
Barman - ¿Qué dice?
Antoine - No, disculpa, a veces hablo solo. ¿Me puedes traer otra bebida?
Barman - ¡Claro! Le ha gustado, ¿verdad? (Sonrió, mientras Antoine lo miró pensando "tan evidente soy")... Brigitte, digo...
Antoine - (sonrió sorprendido). ¿La conoces?
Barman - ¡Claro!, siempre viene aquí.
Antoine - ¿Y ese es su novio? (aprovechando el testigo inesperado que el fiscal de su juicio mental acababa de hacer pasar a sala en ese instante)
Barman - No lo sé, nunca la había visto con él. Pero es modelo y ella también así que supongo que se conocen de esas cosas. (Limpiando la superficie).
Antoine - Así que modelo... (Tomando su bebida).
Barman - Pues si, ¿no le conoces? Se presentará a Miss Francia en unos meses.
Antoine - Oh... (Tomó un poco más, y se dedicó a mirar, esperando que nada sucediera entre aquellos dos. La chica le gustaba demasiado, y cuando a él le gustaba algo... no se rendía)... ¿y qué más sabes de ella?
Barman - Pues... no mucho... (Sonrojado), pero si me consigues la camiseta de Neymar te puedo averiguar algo más... ¡Se que lo tienen como cliente!
Antoine - (le sonrió y extendió su mano)... ¡y te invito al próximo juego del París Saint Germain si me consigues su número!... (Le guiñó un ojo)...
Barman - ¡No, amigo! Eso ya sería demasiado abuso. De verdad, trataré de averiguarte algo con alguna de sus amigas o algo. Ella no habla demasiado, solo sé que está en el concurso de Miss Francia y que tiene 19 años...
Antoine - Es una niña... (Dijo mientras se le venían imágenes no reproducibles a su mente).
Barman - ¡Ni que tu le llevaras muchos años! (riendo).
Antoine - Pues no tantos (sonrió)... ¡tienes razón!.