Voltearla y cambiar de posiciones, no es una tarea muy difícil para el tamaño y la fuerza de Adrián. En menos de un segundo la tiene totalmente dominada y temblando de pies a cabeza. El corazón de Olivia palpita con fuerza mientras los recuerdos de su vida con Enzo vuelven muy vívidos a su mente. —¿No confías en mí? —Pregunta Adrián al ver sus ojos cerrados y su cuerpo tembloroso. —¿Crees que voy a hacerte daño? —Tengo miedo… de que duela —La voz de la rubia sale temblorosa, al igual que ella, ahora mismo. —¿Por qué debería doler? —Adrián se acerca a su cara y la obliga a mirarlo a los ojos. —Esto es un acto de entrega que debe ser placentero para las dos partes, Olivia. ¿Acaso no lo es para ti? ¿No tienes ganas de hacerlo? —Yo… no tengo mucha… experiencia —Sus ojos empiezan a llena