Un mes entero ha transcurrido desde que Olivia está instalada en ese viejo edificio. Emma y Amalia han ido a verla algunas veces y Roberto lo hace todos los fines de semana sin falta para llevarle algunas comidas caseras que prepara su esposa, especialmente para ella.
Olivia se encuentra terriblemente agotada. El trabajo en el restaurante es mucho más pesado de lo que se había imaginado. Sus pies están hinchados y en su cintura hay un dolor agudo que persiste todos los malditos días. Su vientre ha crecido en este mes y su bebé ya se manifiesta constantemente por medio de sus pataditas.
Toda su ropa comienza a quedarle estrecha de la cintura, aunque está segura que perdió más peso en este tiempo. Sus ojeras son muy notorias y su tez está más pálida de lo normal.
Bufando va hasta su pequ
