Vigilante permanecía Elijah dentro de su auto con la mirada fija en el hombre que tiraba de su cabello y gritaba como desquiciado a unos cuantos metros de distancia, creyendo que nadie le veía y no pudiendo con el sentimiento de culpabilidad que lo corroía por el acto "atroz" que creía haber hecho.
«La maté. La maté. La maté» Se repetía constantemente, el alcohol seguía circulando en su sistema, nublándole el completo raciocinio que lo había llevado a actuar de aquella forma tan estúpida, olvidándose por un momento del hombre que respaldaba a Lili Bennet y de la bestial forma en la que reaccionaba cada que ella era herida o acusada, o cada vez que otro hombre posaba los ojos sobre la bonita y flamante mujer que era la heredera de los Bennet.
Había cometido un grave error, era de lo úni
