Narra Lili El viento agitaba mi cabello helando mis mejillas, secando la lágrima que escapaba de uno de mis ojos mientras veía la lápida de Elijah. Una semana había pasado después de su funeral, el dolor de una pérdida era arrasador, luchando contra la negativa de aceptar que él no estaba más con nosotros. Pero el luto no podía durar para siempre, la amenaza latente y el silencio por parte de mi familia solo me ponían alerta. Las cosas se pondrían complicadas y estaba segura que esta vez no reaccionaría tan "pacíficamente" como en años pasados en los que se vieron obligados a aceptar nuestra unión y sin nadie a mi lado todos se pondrían en contra. Dejé la rosa y me di la vuelta para regresar al auto, no volvería a ese lugar hasta que vengara su muerte y me encargara que cada uno tuvi