04.

1587 Words
DEVAN… Ignoro una vez más la llamada del abuelo justo cuando el auto se detiene frente al teatro en el que se presentara esta noche. Guardo el teléfono en el bolsillo interno de mi abrigo bajando del auto cuando el chofer abre la puerta para mí. Al poner un pie fuera lo primero que veo es una valla publicitaria con su imagen y nombre. Dove Hart, mi más acertada elección. Avanzo en dirección a la entrada ignorando el flash de las cámaras a mi paso hasta llegar al lugar en el que se encuentra mi asistente acompañado de un joven quien sostiene un enorme ramo de rosas rojas. - Buenas noches, señor – saluda Erik mi asistente extendiéndome un estuche de cuero rojo, el cual no me molesto en abrir ya que sea lo que haya elegido de seguro le gustara. - ¿Qué pasa en Hamburgo? – pregunto al interior del imponente teatro en el centro de Varsovia dirigiéndome al palco que se reservó solo para mí. – mi abuelo esta más intenso que de costumbre. Ralf Stein, mi abuelo. Suele estar en constante comunicación conmigo ya sea como abuelo o jefe, pero desde que anuncie mi compromiso con Dove su insistencia solo ha aumentado hasta el punto en el que prefiero ignorarlo a escuchar lo que tiene que decir sobre mi compromiso. - La señora Stein se encuentra en Hamburgo – responde haciéndome detener haciendo que me vuelva a verlo. - ¿Emery regreso? – tenso la mandíbula porque ella es un tema que evito a toda costa. - El señor Stein fue a Baltimore a buscarla… - Llama a mis abogados – ordeno retomando mi camino sintiendo la rabia burbujear en mi interior – que le digan a mi abuelo que el divorcio voy a manejarlo a mi manera. - Como ordene, señor. Al llegar al palco pido un whisky mientras el chico que estaba con Erik trata de dejar el ramo junto a mí, pero le hago un gesto a mi asistente para que se lo lleve al camerino en una orden no dicha de que quiero estar solo. Resoplo molesto tomando mi teléfono para llamar a mi hermano y me diga que mierdas esta sucediendo. - Supongo que te enteraste de que Emery regreso – dice en cuanto responde haciéndome tensar al escuchar su nombre. - ¿Qué se supone que está haciendo el abuelo? – pregunto dejándome caer en la mullida silla que hay en el palco. - No sé, pero en cuanto te divorcies de ella voy a pedirle al abuelo que me permita casarme con ella – responde con emoción en la voz lo que me parece extraño - ¿no sería genial? Los hermanos Stein con las hermanas Hart, lo mejor es que no habría incomodidad ya que jamás la has tocado. - Esa mocosa es solo un trato, el cual voy a romper en cuanto regrese a Hamburgo – espeto antes de colgar y enviarle un mensaje a mi abuelo. D: sea lo que sea que tengas en mente, olvídalo. Espero que me llame de vuelta en cuanto veo que lee el mensaje, pero simplemente me ignora como lo he estado haciendo yo lo que me enfurece, pero decido dejarlo de lado en cuanto las luces del lugar se atenúan y el telón se abre mostrándola a ella. Dove actualmente es considerada la mejor bailarina de ballet del mundo, además de ser campeona olímpica en patinaje sobre hielo. No es algo común, pero Dove lo hizo posible y desde que la conocí he sido testigo de su exigente y brutal proceso para consolidarse como una de las mejores en las dos disciplinas. La observo moverse con delicadeza, elegancia y seguridad por el escenario hipnotizando al público como suele hacerlo, pero esta noche mientras la observo a la mente me llegan recuerdos que he reprimido en lo más profundo de mi ser. Recuerdos que elegí olvidar por el bien de mi imagen ya que desde que la conocí supe que era adecuada. Cuando el recital termina decido quedarme en mi lugar durante un rato más preparándome mentalmente para ir a verla como cada vez que lo hago. Cuando me pongo de pie siento que el teléfono vibra con la llegada de un mensaje de mi hermano, avanzo saliendo del palco en dirección a los camerinos mientras abro el mensaje encontrando una foto de una chica de perfil. Frunzo el ceño viendo el color plateado blanquecino de su cabello cayendo sobre su rostro cubriéndolo parcialmente. Dieter: Es preciosa Ruedo los ojos eliminando la imagen ya que no me importa nada que tenga que ver con ella. Guardo de nuevo el teléfono sintiendo a Erik junto a mi en lo que avanzo por los pasillos hasta el lugar donde se encuentran los bailarines quienes se vuelven en mi dirección al tiempo que se hacen a un lado dejándome pasar hasta el tocador donde ella se encuentra. Al verme se vuelve en mi dirección con una radiante sonrisa mientras se pone de pie viniendo hasta donde me encuentro rodeándome el cuello con sus brazos antes de estampar sus labios en los míos en una mas que evidente muestra de posesión. - Me encantaron las flores – dice sonriendo a lo que yo asiento con la cabeza tomando el estuche de cuero carmesí que le extiendo. - Estuviste fantástica esta noche – digo viendo como toma lo que parece un brazalete enseñándoselo con arrogancia a sus compañeras que la observa con autentica envidia. - Me encanta – chilla emocionada a lo que yo evito poner los ojos en blanco. Por supuesto que iba a encantarle, es una joya que viene de una de las joyerías mas famosas del mundo. – voy a compensártelo. - por supuesto – respondo tomándola de la cintura pegándola a mi cuerpo besando su frente. Espero que termine de despedirse para luego salir de los vestidores y el teatro mientras la escucho hablar de los elogios que recibió esta noche por su impecable presentación. Al llegar a la entrada Erik ya tiene listo el auto para nosotros por lo que subimos rápidamente. - Debemos viajar a Hamburgo a primera hora – dice cuando el auto se pone en marcha. - Ya lo sabes - Mi abuelo me dijo que tu abuelo quería verla, pero la muy desgraciada los ignoraba, así que los dos fueron a buscarla llevándola de regreso a Hamburgo – me cuenta a lo que yo solo observo por la ventana – supongo que tu abuelo quiere solucionar lo antes posible el tema del divorcio. – la malicia en su tono no pasa desapercibida – pronto al fin seremos marido y mujer – siento que me toma del mentón haciendo que me vuelva a verla antes de estampar un beso en mis labios. - Pudimos haberlo hecho hace seis años – espeto viéndola fruncir el ceño. - Supongo que no estas de humor esta noche – me suelta poniendo los ojos en blanco sin darle importancia a lo que sucedió hace seis años. – no arruinemos esta noche – cambia de actitud mientras se sube en mi regazo empezando a besar mi cuello – tenemos mucho que celebrar. - Y aun así, sigues sin usar tu anillo – digo tomando su mano a lo que ella ríe coqueta. - Lo tengo en el bolso – responde susurrando en mi oído – sabes que no puedo ponérmelo mientras este en el escenario. - Por supuesto – espeto a lo que ella me ve los ojos antes de hacer un puchero mimado. - Vamos a casarnos – dice besándome – ya no es como hace seis años, ahora todo el mundo sabe que seré legalmente tu mujer. Dos días después aterrizamos a media tarde en Hamburgo, se suponía que viajaríamos un día después de su ultimo recital, pero uno de sus patrocinadores programo un evento y sección de fotos lo que atraso nuestro regreso. Una vez que el avión se detiene tomo mi portafolio donde guardo mi ordenador, iPad y documentos de suma importancia. Me pongo el abrigo y me dirijo hacia la puerta donde ya se encuentra Erik con la azafata. - ¿Dónde esta mi abuelo? – pregunto bajando la escalera con Dove tras de mí. - En la mansión, señor – informa mientras yo me fijo en los autos que esperan en la pista. - ¿Dónde está mi auto? – pregunto notando que mi auto favorito no esta en la pista cuando Erik sabe lo mucho que me gusta conducirlo. Me vuelvo en su dirección notándolo incomodo. - La señora Stein lo tiene. - ¿Qué? - Su esposa… - La mujer con la que se casó – refuta Dove molesta. - ¿Por qué, esa mocosa lo tiene? – pregunto furioso. - El señor Stein ordeno que se le diera a la señora Stein lo que quisiera – tenso la mandíbula al escucharlo. - Esa maldita – gruñe Dove a mi lado. - Tomate el día – ordeno subiéndome al auto que tiene preparado para mi – trabajare desde casa. - Que vayan por el auto – ordena mi prometida rodeando el auto para subir – ya me encargare yo de esa atrevida. - ¿Dónde está? – pregunto - Hoy inicio su residencia en cirugía en la clínica Faragov – asiento con la cabeza. - Yo me encargo de ella cuando termine su turno – ordeno dejando en claro que no debe acatar la orden de Dove. - Como ordene señor.
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