Lluvia, si. Eso me hacia falta. Oir las gotas mientras caían y se deslizaban rápidamente por la ventana del vehículo que nos dirigía hacia donde se encontraba la manada de mi padre. el día entero fue muy lluvioso y viendo que no paraba de llover mi padre espero demasiado hasta que por fin decidió que debíamos irnos en la tarde pero más que lluvia parecía una tormenta, mi madre desde el asiento delantero parecía disfrutarlo tanto como yo. Nadia y Nick se mantenían en silencio junto a mi en los asientos traseros del auto, mi cabeza descansaba en el cristal y mis manos inconscientemente hacían círculos en la ventana.
— Te gusta la lluvia. — preguntó Nick a mí lado aunque más que una pregunta pareció una afirmación.
Sonreí sin dejar de ver cómo las gotas de lluvia seguían cayendo a mi lado d
