Letizia – Me alegro, David. ¿A qué se debe tu aparición? David - ¡Pero cuánta formalidad, Leti! Ja Ja Ja a nada en especial… pensé que quizás podríamos vernos aprovechando mi viaje a la capital… Letizia – Pues qué pena, pero estoy de viaje… David - ¡Yo me quedaré dos semanas aquí en Roma! ¿Cuándo regresas? Letizia - No lo sé aun. Pero si quieres te escribo cuando lo haga. David – Claro, por favor… me gustaría verte, tomar un café y charlar contigo. Nos quedaron cosas pendientes. ¿No crees? Letizia – Quizás… Traté de restarle importancia a lo que me decía durante toda la conversación, pero la realidad era que sí, que nos habían quedado cosas pendientes. Y sí, se trataba de David. De ese David del que un día mis decisiones y la mala comunicación que teníamos como intento de p