7. Existir o existir

1304 Words
Cuando Emma llegó junto a Jake a la sala de hospital donde se encontraba Pool sintió todo tan exasperantemente silencioso como si estuviese en un morgue, esa sensación la hizo conectar con sus verdaderas emociones, no esas que decía a voz en cuello, sino esas que no quería siquiera permitirse sentir ahora mismo. Tenía miedo, miedo de perder a Pool. Una vez dio el primer paso dentro de la habitación donde se encontraba el muchacho, su mundo paró, veía que los presentes hablaban, los veía moverse, pero no podía concentrarse en otra cosa que no fuese el cuerpo inmóvil de quien no solo había sido su novio sino también su amigo. — Jakkie... — Emma lo llamó. Casi al mismo tiempo el hermano de Pool se encargó de retirar a todos de la habitación dejando unicamente a Jake junto a Emma. — ¿Cuál es el plan? — Preguntó, yendo al punto. Jake se quedó impresionado por la actitud tan impecable de su amiga, creyó (como todos) se pondría a llorar, ciertamente cualquiera en su lugar lo haría; pero contrario a eso tenía una mirada decidida a ayudar a que Pool despertase, y ciertamente eso era lo que pasaba por la mente de Emma. — Tengo la teoría... — Emma levantó un ceja. — Ya sabes cómo es esto, solo confía. — Emma asintió sabiendo que no había más por hacer. El hermano de Pool había regresado. Y explicó: — Su condición esta empeorando porque su cuerpo rechaza toda transfusión como si no fuera compatible con su sangre cuando técnicamente lo es. — Parecía estar renegando con su hermano, Emma lo entendía. — Jake cree que si lo intentamos... Tal vez... — Emma vio miedo en sus ojos. — Sebastian. — Lo llamó por su nombre, después de todo lo que había pasado y teniendo en cuenta que ya no llevaba más un curso con él podía hacerlo. — Voy a hacer que Pool vuelva, te lo prometo. Ella también sabía que era la causa del estado de Pool, ahora teniendo todo el plano a detalle no podía culpar a la madre de Pool por mirarla de la manera en la que la miró cuando llegó. Emma sabía que ella había causado que Pool se dejara ir otra vez, se sentía parte responsable pero no sentía culpa, pues la responsabilidad completa se encontraba en Pool y como él gestionaba sus propias emociones. — ¿Debería llamar a un enfermo? — Preguntó, Sebastian. Jake negó. — No la dejarán intentar, médicamente sus tipos de sangre no son compatibles. — Explicó. — Pero, conseguí todo lo que necesitamos. — Nadie se había dado cuenta que los implementos a utilizar ya estaban en el cuarto. — Solo encargate de que nadie entre. — Le pidió a Sebastian. Sebastian asintió y salió de la habitación, evidentemente iba a ayudar en todo lo que pudiera. Jake preparó inmediatamente todo lo que necesitaba, recostó a Emma en la camilla junto a Pool, su amiga lo miraba con confianza como si no dudase de él por un segundo siquiera, Jake temblaba internamente, hubiera preferido no meter a su amiga este pequeño experimento. >> Emma, vas a estar incosciente por un momento. — Le avisó. — En ese pequeño espacio, si tienes la suficiente habilidad para conectar con tu mate, podrás comunicarte con Pool. — Emma no entendió, no le había comentado nada de eso. — Es poco probable que suceda, si quieres que pase tienes que creer en tu vinculo con él. — ¿Eso es necesario? — Ella no quería verlo, pero sabía la respuesta. — No es necesario, pero sabes bien que Pool solo necesita verte para dejar de ser tan irresponsable consigo mismo. — Ella lo sabía, asintió sin prometer nada. — Ayudará si logras comunicarte con él. Jake no dijo más, no había necesidad. Segundos después de que su sangre hiciera contacto con la de Pool, la rubia sintió la necesidad de hablar con él, de ingresar a dónde sea que estuviera Pool y sacarlo de ahí. Y así lo hizo, y como resultado se expuso a estar inconsciente el tiempo que estuviese con Pool. Emma tenía una idea de cómo sería encontrarlo, tal vez escondido en algún rincón de su inconsciente, peleando consigo mismo u olvidándose de sí mismo. Contrario a eso, lo que encontró la dejó sin palabras, era todo lo opuesto a lo que había imaginado, Pool se encontraba como en una especie de pradera viendo a lo lejos a dos lobos. Emma no se detuvo en los detalles pues se encontró con los ojos de quien ahora ya no era su novio, al menos para ella. Cuando miró sus ojos, por un segundo, por un pequeño momento, Emma había olvidado sus prejuicios acerca de la especie de Pool y quiso abrazarlo porque lo extrañaba, porque estaba preocupada, porque lo amaba. Aun así, tuvo que obligarse a volver a su realidad, lo que resulto en un bofetada literal para Pool quien aun se encontraba en shock al verla ahí, él no se imaginaba que Emma hubiese logrado creer en el vinculo porque ese era el paso esencial para lograr ingresar a su inconsciencia. — Emm... — ¡¿Cómo te atreves?! — Le gritó, expresando su molestia. — ¿Cómo eres capaz de morir y dejarme ser responsable por eso? — Quiso pegarle otra vez. — No es así, ¿de acuerdo? — Quería preguntarle, entre tantas cosas, como había logrado estar ahí. Pero, no la quería en su mente, eso solo significaba que las cosas no saldrían como él las estaba planeando. — No todo se trata de ti. Emma rio sin gracia. — ¿Ah, no? — Él negó fingiendo ignorancia. — ¿No es tu plan dejarte morir, ¡otra vez!, para que yo no pase por el riesgo de desvincularme de ti? — ¿Cómo sabes que hay riesgo en desvincularse de alguien? — Emma giro un poco la cabeza no queriendo responder. — Jake. — Respondió bajito. — Pero, eso no es importante aquí. — ¿Qué es lo importante, entonces? — Quería ir por la tangente. — ¿Qué es lo importante? — Estaba enojándose otra vez. — Tienes un montón de gente... — Lobos. — Aclaro. — Mi punto es, hay muchos que dependen de ti. Sabes que los estas poniendo en riesgo de cualquier tipo de invasión mientras te haces el mártir. — Eso le dolió. — ¿Cómo estás al tanto de eso? — Quiso saber. — Jake. — Volvió a responder. — Me dijo todo lo que necesitaba saber para convencerme de salvarte otra vez. — No necesito que me salves, Emma. No quiero ser salvado. — Le pidió. — A este punto me importa muy poco lo que quieras. — Lo estaba lastimando. — No me importa lo que pase contigo pero no seré la responsable de tanto conflicto y posibles muertes. — Respiro. — Volveremos y haremos ese maldito ritual para desvincularnos, y nos olvidaremos del otro. ¿De acuerdo? — Pool se enojó. No era solo de ellos de quién estaba hablando, era el futuro de sus lobos internos. Sí, Pool no sabía como pero sabía que en algún punto Emma sería como él, era la segunda vez que veía al lobo de Emma y por mucho que el futuro fuese impredecible había una posibilidad y la quería conservar. — ¡No! — Respondió, enojado. Emma agarró sus manos. — Sé que me quieres, sé que aun me quieres. — Estaba siendo honesta. — Por ese amor que me tienes, necesito que vivas. Promete que lo harás. — No si estás en peligro. — Respondió. — Encontraré una forma, lo prometo. — Pool la miró con desconfianza. — Podemos mantenernos con vida, nadie tiene que morir. — Le pidió. Pool asintió.
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