Regresé a casa tras abandonar el edificio. Me duché creyendo que el agua se llevaría el peso sobre mis hombros después de desahogarme al darle el punto final a esos dos, pero no funcionó, así que me vestí e intenté trabajar, pero las notas permanecieron en silencio, mis dedos se paralizaron y mi garganta se cerró por completo. También pensé en llamar a Lucho, pero no quería atosigarlo con más problemas, estoy seguro que debía enfrentarse a muchas cosas con la prensa y soltarle mis absurdos pensamientos solo lo estresarían más, así que aseguré mi casa y emprendí una caminata sin rumbo fijo. Durante el trayecto me sumergí en mis pensamientos dando cada paso como un alma en pena, me gustaría decir que pude encontrarme libre al fin de tantos engaños, pero no era cierto y es que me resultaba i