Lara Termino de arreglar el motor de mi auto y me deslizo dentro para dirigirme a la carrera, después de que Sky se fue han querido dominar aquí los imbéciles una vez más, pero no se lo permitimos, Nathan y yo habíamos vuelto a poner orden y reglas en estas carreras que mantenían la paz y a la policía lejos. Al llegar me dicen contra quienes debo correr y no dudo en ponerme en marcha, era un chico que parecía ser principiante y no tenía ni siquiera dinero y pagó con un reloj de oro que se notaba bastante caro. — ¿Estás seguro de esto, chico? — Me acerqué y le pregunté. — Esto no es un juego de niños como la pista que usabas para jugar a los carritos en tu casita. — Él me mira con un poco de nervios y duda, pero asiente y mi sonrisa aparece. — Lara, deja de intimidar al muchacho. — Int