Conocer al señor Gray.

1383 Words
Deva. Despierto y siento mi garganta seca, me duele el cuerpo. Toco con mis manos alrededor, estoy en una cama, mis piernas tiemblan al sentir esa colonia de hombre, siento que me observan. Me levanto lentamente y escucho que alguien se levanta y camina a la salida. —¡Oye, espera! ¡¿Quién eres?! La puerta se cierra. ¡Mi bebé! ¡¿Dónde está mi bebé?! Llego a la puerta, intento abrir, pero se encuentra con llave. —¡Ayuda, alguien que me ayude! Golpeó con todas mis fuerzas. Me siento en el piso al sentirme mareada. La puerta se abre y me levanto rápidamente. —Buenas noches, señorita, el jefe me dijo que ya había despertado. Le ayudaré a tomar un baño, ¿qué le gustaría de cenar? —¡Llévame con mi hija, te lo suplico! —Tengo prohibido hacerlo, el jefe dijo que depende de su comportamiento, podrá ver a su hija, no se preocupe, la estoy cuidando yo y la bebé se encuentra dormida. —¡¿Por qué estoy aquí?! —El jefe es quien le explicará sobre eso, solo soy una empleada, por cierto, soy Alina. —¡No me importa como te llamas, quiero a mi hija! —El jefe se molestará conmigo, te ayudaré y después me iré. Debo escapar y buscar a mi hija, debo ir con la policía. —Está bien, necesito encontrar mi bastón, ¿puedes dármelo? —Lo haré, se encuentra al lado de su cama. Ella pasa a mi lado y deja la puerta abierta, salgo y corro lo más rápido que puedo. Escucho que la mujer gritar mi nombre, toco por las paredes hasta encontrar una habitación, entro y cierro la puerta. Escucho que ella pasa y me siento tranquila, salgo y corro a la dirección contraria. Este es un largo pasillo, bajo por las escaleras y escucho a dos hombres discutir, me acerco a la puerta lentamente. Mi cuerpo se llena de escalofríos al escuchar esa voz, es la misma del hospital. Ese hombre habla con Tony. —¡Te dije que podías ser su mejor amigo o como su hermano! ¡¿Quién te dio el puto derecho de tocarla?! —¡Lo hice porque era necesario, jefe! Le suplico que me perdone. —¡Ahora te pones de rodillas como un cobarde! —Jefe, no estoy casado con ella, el matrimonio fue falso. Yo la drogué y usted se acostó con ella, por eso tienen a su hija en común. ¡Hice bien mi trabajo! —Ella es mía, nunca debiste tocarla, Tony. Fue un grave error. —¡Jefe, no, no por favor! Escucho varios disparos, mi corazón se acelera. La puerta se abre, intento correr, pero él me toma del brazo. Me suelto y entro a la habitación, el olor a sangre me hace sentir náuseas. Me inclino y busco por el piso el cuerpo de Tony, cuando lo encuentro tomo su rostro que se siente frío. —Tony, mi amor. Lloró desconsolada. —¿Lloras por el hombre que te uso por dinero? —¡¿Quién es usted, que quiere de mí?! ¡Deme a mi hija! —¿No recuerdas quien soy, Deva? Yo soy tu dueño, te compré hace años. —¡Usted no es nada de mí, y no llame a mi hija suya! Él me levanta del piso y me toma de los brazos. —Ese hombre al que llamas amor te drogo, y yo te hice el amor, Emily es mi hija. —¡¿Qué quiere de mí?! —Nada, pero a la vez todo, Deva. Aunque ante mis ojos no eres más que una puta sin valor. Le doy una cachetada. —¡No me llame de esa forma, bastardo! —Sabías que yo te había comprado y te cogiste al primer bastardo que te hablo bonito y te engaño. —¡¿A caso usted es mejor que él?! ¡Es un maldito asesino! —Te haré un favor, Deva, mañana nos casaremos, en tu estado no me servirás de mucho. El matrimonio será para que te respeten en esta casa como mi mujer, lo haré solo porque eres la madre de mi hija. Te quedarás un año para cuidarla y alimentarla, después de que mi hija cumpla un año... umm, no lo sé, ya veré si te disparo en la cabeza o te dejo ir, depende de tu comportamiento. —¡No se saldrá con la suya, tengo amigos que me buscarán! —¿De quién hablas? Nala trabaja para mí, Luisa también, tus padres están muertos y Tony también, ¿quién te buscará, Deva? Lloró de impotencia. —Mañana tendremos un largo día, prometida. Y recuerda, no hagas estupideces, o quizás me arrepienta y nunca podrás ver a nuestra hija. Escucho la voz de la mujer de antes. —¡Señor, por favor perdóneme...! —Sí vuelve a escapar, sabes lo que te pasará, Alina, te deje claro que eres tú quien está a cargo de ella. —Lo sé, jefe, no volverá a pasar, lo siento. —Por tu bien eso espero. —Vamos a su habitación, señorita. Ella me toma del brazo y me lleva a la habitación en la que me encontraba antes. —Señorita, no haga eso otra vez, se lo suplico, tendré problemas si intenta escapar. —No te preocupes, no lo haré. Ella me lleva al baño y me ayuda, después seco mi cuerpo y ella entra para darme ropa limpia. Le pido que me deje sola, no tengo hambre, debo pensar en la forma de escapar con mi hija. No puedo evitar pensar en sus palabras, ese maldito dijo que nos casaremos mañana. Todo es culpa del maldito de mi padre, me acuesto y me cubro con las sábanas. Lloró amargamente por Tony y Nala, ¿cómo pudieron hacerme esto? Solo me usaron por dinero. Aún espero despertar de este maldito sueño y que solo sea una pesadilla. ═══ ✥.❖.✥ ══════ ✥.❖.✥ ══════ Despierto y mi estómago duele, me muevo y siento algo a mi lado. Toco con mis manos y es mi hija. La tomo en mis brazos y beso sus mejillas. —¡Mi niña! ¿Cómo te encuentras, princesa? Toco su pañal y se encuentra limpia, huele muy bien. Solo ella me da la calma que necesito en este momento. —Te prometo, mi niña, haré lo que sea necesario para escapar y ponerte a salvo. Le doy leche, me alegra tener mucha, pensé que por el susto talvez se me abría secado. Escucho que la puerta se abre. —¿Eres tú, Alina? —Después que termines de alimentar a mi hija vendrán las personas que te ayudarán. La estilista, modista y otras personas más, la boda será por la noche, espero que te comportes. —¡Le dije que no me voy a casar con usted! —Entonces no podrás volver a ver a mi hija, es tu decisión, ¿aún no sabes con quién estás hablando mujer? —¡No me importa si eres un mafioso y asesino! ¡Prefiero morir antes que ser su esposa! —¡Alina! Él llama a gritos a la empleada, está llega corriendo. —¡Sí, señor Gray! —Llévate a mi hija. —¡La estoy alimentando! Intento impedirlo, pero Alina se lleva a mi hija. Corro detrás de ella, pero él me detiene, me lleva contra la pared y me toma del cuello. —¡Cambiarás esa actitud de mierda y aceptarás que soy tu dueño! ¡Me llamarás esposo, obedecerás y serás sumisa! ¡Seme está acabando la maldita paciencia! Puedo sentir como acerca sus labios a los míos, pero no sé tocan. Presiona aún más su mano en mi garganta y siento su aliento. —Así como te deseo y te adoro, también puedo hacerte sufrir, Deva. Me decepcionaste y ahora pagas las consecuencias, solo lo diré una vez más. Compórtate o verás lo que pasa, no juegues con mi paciencia. Él me suelta y sale de la habitación. No me importa que me mate, ahora sé que ese hombre es un asesino y está mal de la cabeza, debo escapar esta noche o llamar a la policía. Continuará...
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